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“El mapa de las fosas es nuestra tarea pendiente”

El director de Memoria Democrática impulsa que la Junta denuncie los asesinatos

Luis Naranjo, director de Memoria Democrática.
Luis Naranjo, director de Memoria Democrática.

Luis Naranjo (Córdoba, 1954) es el primero director general de Memoria Democrática, cargo nacido por iniciativa de IU que gobierna Andalucía en coalición con el PSOE. Además de su trabajo para la recuperación e identificación de los represaliados de la Guerra Civil, Naranjo ha impulsado la personación de la Junta en la denuncia en los tribunales de los asesinatos cometidos en la contienda. El primer caso es el de los restos aparecidos en el barranco de Víznar, en Granada.

Pregunta. ¿Abre una nueva etapa la personación en los tribunales por la fosa de Víznar?

Respuesta. Evidentemente. El enfoque de la dirección general sitúa en un marco central la obligación del Estado a responder sobre la situación de las víctimas. No son solo las asociaciones de familiares las garantes últimas de ese derecho, sino que lo es el Estado democrático. Y la Junta es Estado democrático y representa al Estado en Andalucía. La lógica nos lleva a que sea la Junta la que se persone y denuncie cuando hay evidencias, como en este caso, de posibles delitos contra la humanidad que según la jurisprudencia internacional, no han prescrito por muchos años que hayan pasado. Eso no quiere decir que dejemos de colaborar con las asociaciones, todo lo contrario. Estamos colaborando de forma fructífera con todas ellas.

P. La identificación y devolución de los restos es la principal demanda de las familias. ¿Es una batalla perdida poder satisfacer a todas?

R. En principio no lo es. De hecho, lo estamos haciendo, como en Teba (Málaga) hace poco y en otros puntos. Se está haciendo. Pero hay varios problemas: exhumar no es identificar, porque las pruebas de ADN son muy complejas de realizar. Por otro lado, las exhumaciones no se pueden hacer materialmente porque se ha construido encima. Por último, está el coste económico. En un periodo de crisis, donde las fosas son masivas, como en Andalucía, con 2.000 personas en Córdoba o 4.000 en Málaga, todo se complica más. Pero el proceso avanza. Exhumamos e identificamos siempre que podemos. Estamos intentando llegar a acuerdos con la Consejería de Salud para que el análisis del ADN y la preservación idónea de los restos puedan ser asumida por ella.

P. ¿En qué punto está la futura ley de memoria histórica?

R. Nosotros ya hemos hecho nuestra tarea: socializar la ley y que las asociaciones y especialistas participasen en ella. Todo ello ha conformado el borrador de la ley que ya tiene la Consejería de Administración Local. El paso siguiente es negociar y abrir el trámite parlamentario.

R. Con esta ley y con iniciativas como la de Víznar, ¿es Andalucía la única región que tiene presente la Memoria Histórica en su Gobierno?

P. Modestamente, sí. Tras la renuncia del Gobierno central, que ha cerrado completamente el grifo de las subvenciones, y el retroceso de otras comunidades autónomas gobernadas por la derecha o vinculadas al nacionalismo de derechas, ahora mismo Andalucía es quien levanta el testigo de la memoria democrática en el conjunto del Estado.

P. ¿Qué están suponiendo los recortes en esta materia?

R. Está claro que con el presupuesto actual el efecto ha sido demoledor. Hay que recordar que el dinero que venía directamente del Estado vinculado al desarrollo de la ley de 2007 era bastante más importante que las subvenciones autonómicas y sirvió para exhumaciones potentes como la del cementerio de Málaga o importantes investigaciones. Pues todo eso se ha cortado de raíz de manera que ahora las asociaciones y foros dependen de las subvenciones que otorgamos en la dirección general y de algunas puntuales de alguna Diputación o Ayuntamiento.

P. ¿Cómo es la colaboración con los Ayuntamientos y Diputaciones?

R. Pues muy variopinta y dependiendo sobre todo del color político, aunque también te encuentras sorpresas con Ayuntamientos de izquierdas que siguen teniendo reticencias. Pero es sobre todo la derecha la más reticente y obstruccionista en general. Y el ejemplo más claro lo tenemos con los símbolos de la exaltación de la dictadura y el franquismo.

P. ¿En qué punto está la elaboración del mapa de las fosas de Andalucía?

R. Se hizo un mapa por el anterior Comisariado de la Memoria que es muy irregular en su excelencia. Algunas provincias están bastante bien hechas, no quiero concretar ninguna, otras dejan bastante que desear, desde el punto de vista geográfico e histórico. Así que es mejorable. Pero los recursos son muy limitados y, aunque estamos en ello, es una tarea pendiente. Pero tenemos datos interesantes: más de 600 fosas y unos 60.000 asesinados en ellas. Aunque siguen apareciendo algunas fosas nuevas y las vamos incorporando a nuestro registro. Queremos hacerlo para el año que viene, pero tenemos que priorizar porque nuestros recursos son muy limitados.

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