Salud contiene el coste del plan de verano

La demanda de atención sanitaria se mueve en los meses de verano como la mayoría de los andaluces que pueden cogerse unos días de vacaciones: de las capitales del interior hacia las playas. Adaptarse a estos flujos es lo que intenta el plan de verano de la Consejería de Salud, basado, según explica el departamento que dirige María Jesús Montero, en la experiencia acumulada: hay zonas costeras que multiplican por cinco o seis su población entre julio y septiembre y en los que la demanda se dispara, como ocurre en el litoral malagueño, mientras que en algunas ciudades las citas médicas ordinarias disminuyen estos meses en un 80%. Salud ahorró el pasado verano 22 millones de euros por la reducción de contratos en julio y agosto (contrató 714.855 jornadas laborales frente a las 921.800 de 2012). “Tras el importante ajuste del verano pasado, este año se mantiene el nivel de gasto. El número de camas y contratos es muy similar”, precisó ayer la consejera, informa Antonio J. Mora.

En la costa malagueña, las urgencias son un fiel reflejo de este comportamiento turístico. En el Distrito Costa del Sol, en julio de 2012 se atendieron 33.000 y en agosto, 35.000, frente a las 31.000 de media el resto de meses. Sin embargo, en los últimos tres años, ha habido un descenso del 7%, explica Torcuato Romero, gerente de Atención Primaria del distrito. La mayoría de las urgencias se atienden en el ambulatorio y un 6% en la vía pública o en domicilios. Estas han subido levemente.

El cierre por las tardes ahorra seis millones, según la consejería

“Se trata de un área que no es solo de vacaciones en verano, sino que es zona de segunda residencia todo el año”, recuerda Romero. El 20% de los usuarios habituales son extranjeros. La asignación de un profesional para el turista que lo pide, la receta electrónica y el triaje a cargo de enfermería, priorizando la atención según la gravedad, explican ese descenso de los servicios urgentes, según Romero.

En los últimos años, el plan de verano no solo se adapta a las fluctuaciones de la demanda, sino también a esa obligación de reducción del gasto que asfixia las cuentas de las Administraciones. Para atender el incremento de población en las playas, Salud ha contratado este verano a 199 profesionales que refuerzan la asistencia en 47 centros de atención primaria. La cifra es muy similar a la del verano pasado (se reforzaron 45 centros), pero muy inferior a la de los años anteriores a la crisis. En el litoral malagueño, este verano, se han contratado más de 8.000 jornadas de trabajo en los ambulatorios de la Costa del Sol y el distrito asegura que la plantilla es la misma. “Las gerencias nos han transmitido que las coberturas se mantienen, pero hay que tener en cuenta que los profesionales están contratados al 75% de la jornada”, precisa la responsable de Atención Primaria de CC OO de Málaga, Trinidad Salcedo, que habla de contratación “precaria”. “Esto se traduce en un déficit”, añade.

La necesidad de recortar gastos llevó también el verano de 2012 a rehacer el mapa de centros sanitarios que cierran por las tardes, sobre todo en las zonas de interior. Hasta 2011, Salud cerraba de 15.00 a 20.00 el 32% de los centros de atención primaria entre julio y septiembre. El año pasado, la cifra de puntos cerrados se elevó al 45% y este verano se queda en el 42%. Estarán abiertos 246 ambulatorios con los que, según el SAS, se garantiza la atención a los ciudadanos de estas zonas en una media de 9,5 minutos respecto a su centro habitual. Estos cierres, asegura Salud, permite un ahorro de seis millones de euros.

Cuando el calor vacía los centros sanitarios

MANUEL J. ALBERT

Agosto en Córdoba. Hace más de un mes que la ciudad ha cambiado de ritmo de forma obligada, como cada año. La losa de los 40 grados de media pesa. Y los vecinos, simplemente, desaparecen en las horas centrales del día. No solo las calles se vacían, también lo hacen los centros de salud. Ante esta reducción de la demanda, en Córdoba, casi el 30% de los centros de atención primaria cierran estos meses por las tardes. En total, son 40 ambulatorios y puntos de urgencias los que permanecen abiertos en horario vespertino, un 71,4% de los que están operativos habitualmente.

Un rápido paseo por las tres plantas del centro de salud de Lucano, uno de los más modernos de la ciudad, es muy revelador. Las salas de espera permanecen casi vacías al mediodía. La mayoría de los asientos están libres. El goteo de usuarios y pacientes es muy pausado. Muchos llegan con su cita solicitada a través de Internet. “La he pedido hace media hora y me la han dado para ahora mismo”, dice una paciente. “Ahora hay poca gente”, afirma.

El cierre por las tardes afecta a aquellos ciudadanos que trabajan en horario de mañana. Es el caso de Dolores Muñoz, una limpiadora autónoma que ha tenido que arrancar media hora a su jornada laboral para acudir al centro de salud de Lucano, en pleno casco histórico de Córdoba. “La verdad es que te obliga a hacer algunos cambios, pero nos podemos adaptar”, dice con estoicismo. Muñoz reconoce que, de todas formas, nadie sale de casa después de las cuatro de la tarde. “Simplemente no se puede, así que tampoco creo que viniese de tarde”, zanja. “Yo si creo que debería estar abierto por las tardes”, dice Teresa Aguilar, una paciente que acaba de salir de la consulta. De la misma opinión es Antonio Zamora, quien ha llevado a su hijo al pediatra. “Este horario no va bien con la jornada de trabajo normal”, dice.

El Sindicato Médico afirma en un comunicado que este cierre de los centros por la tarde responde a un recorte económico encubierto. “Evidentemente, pretenden ahorrarse el complemento de horario de tarde que perciben los profesionales, nuevo recorte encubierto”, señala el colectivo.