_
_
_
_

‘Manifestango’ en Barcelona

El III festival 'Barcelona, Gardel, Buenos Aires' hace aflorar la cultura tanguera de la ciudad

Una pareja bailando un tango en Casa Valencia, de Barcelona, en el marco del tercer festival 'Barcelona, Gardel, Buenos Aires'.
Una pareja bailando un tango en Casa Valencia, de Barcelona, en el marco del tercer festival 'Barcelona, Gardel, Buenos Aires'. MASSIMILIANO MINOCRI

Los personajes de Julio Cortázar solían vagar por la ciudad. Cuando perdían el “rumbo fijo” encontraban pasajes que los llevaban mágicamente de Buenos Aires hacia les rues de París. Si el escritor pudiera deambular ahora por Barcelona, estaría afectado por el mismo hechizo surrealista de sus cuentos: los arcos de la Plaza Real no conducirían a Paris, pero sí de vuelta a la capital bonaerense porque Barcelona acoge hasta el 29 de julio la tercera edición del festival de tango Barcelona, Gardel, Buenos Aires: una decena de escenarios (desde el castillo de Montjuic hasta diferentes locales en los barrios de Gràcia, el Gótico o el Raval).

Los tacones de agujas se arrastran sensualmente por las milongas, la tradicional pista de baile del tango. “Siempre ha existido un vínculo entre las dos ciudades, pero faltaba una actividad que las juntara”, explica Rafael Veljanovich, director de un festival posible gracias al acuerdo entre el ministerio de Cultura argentino y el consistorio barcelonés. El presupuesto es de 36.000 euros, la mayoría aportada por el gobierno argentino. Veljanovich insiste en que Carlos Gardel fue el arquitecto que unió las dos orillas: “Barcelona fue la puerta de entrada a Europa del cantante, donde debutó en 1925 en el teatro Goya y grabó por primera vez sus discos con el sistema eléctrico”. Unos acordes que quedaron impresos en la cultura catalana que los acogió y los hizo suyos.

Hay 12 milongas en Barcelona que ofrecen la oportunidad de bailar tango todos los días. El circuito todavía es poco conocido; por eso el objetivo del festival es ampliar el horizonte de la cultura tanguera y “mostrar desde los artistas más consagrados hasta los artistas locales en sus primeras armas en este género”, relata el director. Así, de las 10 actividades, siete son gratuitas para estimular no sólo la música sino también el aprendizaje del baile.

Parejas intergeneracionales y también queer van haciendo suyo el festival, que arrancó el pasado jueves en Casa América, ha ido siguiendo por Casa Valencia y ha llegado hasta El Corte Inglés de Portal del Àngel, donde se han dado clases gratuitas de tango. La Yumba, reconocida milonga y sede social del Centro Cultural del Tango de Barcelona, es parada obligada. Sus directores argentinos, Graciela y Osvaldo, pareja tanguera premiada internacionalmente, aseguran que el movimiento en la ciudad “es muy potente”: su pista de baile acomoda una media de entre 100 y 150 personas cada sesión.

Veljanovich enfatiza que ha habido un cambio muy grande en el movimiento tanguero de Cataluña en los últimos años: “La mayoría del público que bailaba antes eran inmigrantes suramericanos. Hoy, que el tango se ha vuelto a poner de moda, hay ya muchos más catalanes o españoles que argentinos”. También la edad de los tangueros ha mudado: el tanguero se ha rejuvenecido.

Los organizadores esperan a más de un centenar de parejas en el encuentro previsto para el domingo en la plaza Real: una gran milonga a cielo abierto como aperitivo a la gran noche de clausura del festival el lunes 29 en el teatro Grec, donde las estrellas del tango aterrizarán en el anfiteatro. Rodolfo Mederos, notable compositor argentino, actuará acompañado de Martirio. Según Veljanoch, ese encuentro es “la historia de dos virtuosos que se estaban buscando mutuamente y que al final se unen a 10.000 km de Buenos Aires. Será una pieza de colección para el festival”. El repertorio prevé canciones de Gardel, Canaro, Piazzolla... El año pasado participaron más de 15.000 personas. Ahora se quiere sumar más público a un evento bautizado por su creador como “manifestango” en aras de conseguir que un día, como ocurre en Buenos Aires, las calles de Barcelona se llenen de parejas bailando el tango.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_