Rigau cerrará una escuela en Tona y baraja la clausura de otra en Cerdanyola
El curso pasado la Generalitat cerró seis escuelas y 91 grupos de P-3
La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, volverá a echar el candado a algunas escuelas. En el punto de mira se encuentra el centro El Castell de Tona, una escuela con seis años de vida y 98 alumnos. Enseñanza comunicó el jueves a la escuela la previsión de cierre del centro, aunque la Generalitat asegura que la decisión todavía no es definitiva.
Es previsible que otros centros corran la misma suerte, como la escuela Xarau de Cerdanyola. Pero el destino de esta no está tan claro. La semana pasada la Generalitat anunció al Ayuntamiento el desmantelamiento progresivo del centro, empezando por el cierre de las dos líneas de P-3 el próximo curso. En una larga reunión ayer entre Rigau y la alcaldesa de Cerdanyola, Carme Carmona, que acabó a las 21 horas, la Generalitat se abrió a mantener un curso más uno de los grupos de infantil. El centro deberá decidir qué vía escoge.
La amenaza de cierre no ha gustado nada a las familias de este centro que debían haber estrenado hace dos años escuela nueva. Esta no se ha construido todavía por falta de financiación.
La Generalitat cerró de un plumazo seis escuelas este curso y otras cuatro se empezaron a desmantelar progresivamente. En total, se clausuraron 91 grupos de este nivel de infantil. La medida se repetirá este año, pero todavía no se conoce el alcance. Rigau tiene previsto explicar en los próximos días el detalle del cierre de escuelas y de grupos. De momento, algunos centros a los que ya se les ha comunicado el cierre de P-3 han iniciado protestas, como el Joan Coromines de Mataró.
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