Juicio a Charlín por amañar la venta de una finca embargada en Pontevedra

Mientras la Audiencia Nacional dejó en libertad a Josefa Charlín Pomares, pese a cumplir tan solo una tercera parte de los 32 años de cárcel a los que fue condenada por narcotráfico y blanqueo, su padre, Manuel Charlín será juzgado el martes en Pontevedra por alzamiento de bienes.

Una investigación de la Agencia Tributaria destapó la última hazaña del narco por la que consiguió vender por seis millones una de las fincas embargadas por una sentencia del Supremo de marzo de 2007, el proceso por el que toda la familia fue condenada por blanqueo. En esta causa también fue condenado como testaferro de Charlín, José Luis Lizabe Moldes, que figuraba como propietario de la finca en cuestión, Puente Bolera, en Pontevedra, desde 1995. La Audiencia Nacional había acordado su embargo cautelar en 1996 y, sin embargo, Charlín aprovechó que no se habían hecho las correspondientes anotaciones judiciales en el registro y se transmitió el solar en agosto de 2006. Cuando Hacienda fue a embargar la finca advirtió el engaño.

En octubre de 2007, la sociedad Novo Xeito Fomento Inmobiliario transmite la finca a Vista Mar Real, SL. Para ello paga 11.386 euros de cuotas pendientes del IBI en Pontevedra y demanda al propietario de la finca en reclamación del importe pagado. Sin embargo, el demandado no comparece y la sentencia favorece a los demandantes. El fallo no se cumple y Novo Xeito solicita al juzgado el embargo de la finca, anticipándose así al que solicitaba Hacienda. Este se deniega, pero no así la dación en pago de la propiedad con la que ambas partes esquivan su enajenación.

La primogénita del patriarca del clan logró el licenciamiento definitivo de todas sus condenas, aunque tiene pendiente, junto a su padre y varios hermanos y familiares, el proceso de la Operación Repesca por blanqueo. El último tribunal que la juzgó accedió a la refundición de todas sus condenas con un límite de cumplimiento máximo de 20 años que establece la actual reforma penal. También accedió a los beneficios de la rendición de las penas que solicitó su abogada en aplicación del Código Penal de 1973, en vigor cuando fue detenida en Portugal en diciembre de 2000, según explicó su abogada Bárbara Rollo.

Con dos condenas de 15 y 17 años de prisión, Josefa Charlín solo ha permanecido 12 en la cárcel, con permisos penitenciarios desde hace un año. Considerada el cerebro de la organización y brazo ejecutor de las decisiones de su padre, estuvo fugada siete años y fue detenida en 2000 en Oporto.