Educación restringe la retribución de los maestros encargados del comedor
Los alumnos morosos no podrán apuntarse a los servicios extraescolares Las familias que falseen datos tendrán que devolver las bonificaciones recibidas
La Consejería de Educación intenta reducir los gastos del sistema de enseñanza euro a euro, partida a partida y a través del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. Todas las comunidades están rebuscando en sus Presupuestos en busca de partidas en las que recortar. Uno de esos apartados es el de los “servicios complementarios”, que incluye el aula matinal, las actividades extraescolares y los comedores de los colegios, ya sean de gestión directa o subcontratados.
Varias autonomías —como Cataluña o Valencia— han anunciado ya que cobrarán a los alumnos que, para ahorrar, se lleven la comida en una tartera al colegio. La consejera de Educación, Mar Moreno, dijo la semana pasada que la Junta no tenía intención, “de momento”, de hacer lo mismo. “Tendrían que apretarnos mucho las tuercas desde el Gobierno del PP, como están intentando hacer, para que Andalucía tuviera que tomar una decisión semejante”, afirmó la titular de este departamento.
Sin embargo, la Administración regional también le va a meter mano a estos servicios para intentar ahorrar. En concreto, se han restringido las retribuciones que cobran los funcionarios docentes que cuidan (voluntariamente) de los alumnos en los comedores.
La Consejería de Educación publicó el jueves en el BOJA la modificación de la orden de 2010 que hasta ahora regulaba los servicios complementarios de aula matinal, comedor y actividades extraescolares en los centros docentes públicos.
En la modificación se establece que los docentes funcionarios recibirán una gratificación por servicios extraordinarios de “6,5 euros por cada hora de efectiva atención en el servicio de comedor fuera de la jornada lectiva”. Hasta ahora, la orden de 2010 establecía que esa retribución era de “13,95 euros por día de efectiva atención”, independientemente de si se realizaba dentro o fuera de la jornada lectiva del docente. El control de las horas reales que cada maestro está al cargo del comedor lo tendrá que hacer el equipo directivo del centro docente.
En la norma publicada la semana pasada, la Consejería de Educación justifica los cambios en la normativa por el “nuevo contexto socio-económico”. Además, un portavoz de este departamento señala que, con el cambio en el sistema de gratificaciones, se busca “ajustar el pago al servicio real” que prestan los docentes encargados del comedor.
El departamento que dirige Mar Moreno también ha incluido algunas modificaciones en la tramitación de las bonificaciones que reciben las familias con menos renta para hacer frente al pago de los distintos servicios complementarios. La Administración endurece las represalias contra los fraudes que se cometen para obtener las subvenciones. Se insiste en que no se tendrá derecho a las bonificaciones “cuando se constate que alguno de los datos aportados es falso”. Pero, como novedad y teniendo en cuenta que los trámites de verificación de la información entregada por las familias a veces es lenta, se establece que los defraudadores procederán al “reintegro de las cantidades bonificadas cuando se haya obtenido falseando las condiciones requeridas para ello y ocultando aquellas que lo hubieran impedido”.
En la modificación también se establece que las familias deberán incluir en sus solicitudes su “autorización expresa” para que la consejería pueda comprobar con el Instituto Nacional de Estadística que los datos de empadronamiento son ciertos. Además, en el caso de aspirar a recibir alguna bonificación, se tendrá que autorizar a la Junta a recabar la información sobre ingresos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Con estos controles, al igual que con la obligación de devolver las ayudas si se falsea la información, se busca reducir el número de fraudes en las subvenciones.
La crisis ha provocado retrasos en el pago por parte de la Administración a los proveedores. Por ejemplo, la semana pasada la empresa Hispalis Educativa, que gestiona en Sevilla capital los servicios complementarios de 21 centros, anunció la suspensión de los contratos para el próximo curso por los impagos de Educación. Pero la mala situación económica también hace que aumente la morosidad entre las familias a la hora de abonar las cuotas del aula matinal, el comedor y las actividades extraescolares.
En la orden publicada la pasada semana se señala que “para la adquisición de la condición de usuario [de los servicios complementarios] el alumnado deberá estar al corriente del pago de todos los recibos” del año anterior. Además, como ya establecía la anterior orden, los estudiantes no podrán seguir participando en estas actividades “cuando se produzca el impago de dos recibos consecutivos”.
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