Los vascos ven con creciente decepción los movimientos de la izquierda ‘abertzale’
Tres de cada cuatro ciudadanos siguen respaldando el acercamiento de presos El pesimismo sobre la economía española alcanza un nuevo máximo histórico El 42% considera negativo para Euskadi el Gobierno de Patxi López
Los ciudadanos vascos siguen mostrándose optimistas sobre el final del terrorismo a corto o medio plazo tras el cese de ETA en octubre pasado, pero aún son mayoría quienes consideran insuficientes los movimientos de la banda y crece la decepción con respecto a los de la izquierda abertzale. Estas son algunas de las principales conclusiones que arroja el último Euskobarómetro, correspondiente a mayo pasado. El sondeo del equipo de investigación de la UPV que encabeza el catedrático Francisco José Llera, hecho público esta mañana, constata que los optimistas sobre ese final del terrorismo triplican sobradamente a los pesimistas (64% frente a 18%) tras un claro cambio de tendencia en el último año (27 puntos de aumento de los primeros y caída de los segundos).
Sin embargo, la respuesta todavía es mayoritaria entre quienes creen insuficientes los movimientos que está dando ETA (52% frente a 37%) y suben seis puntos desde la última oleada, en noviembre pasado, quienes consideran “insuficientes” o “muy insuficientes” los de la izquierda abertzale (48% entre ambos). Los ciudadanos que los ven satisfactorios (42%) bajan en esa misma medida. Este es el segundo Euskobarómetro global que se realiza desde el histórico anuncio de la banda de que ponía fin a medio siglo de terrorismo y la recogida de datos en mayo fue previa a la legalización de Sortu por el Tribunal Constitucional.
Eso sí, sigue predominando la confianza (48%) sobre la desconfianza (35%) respecto a la sincera voluntad de ETA y su entorno de poner fin a la violencia y la disposición de la izquierda abertzale para aceptar las reglas del juego democrático (44% frente a 38%). En este último caso, con todo, repunta la desconfianza. Quienes ven en los herederos de Batasuna “poca o ninguna voluntad” de integrarse en el sistema democrático han aumentado 11 puntos en un semestre hasta llegar al 38%, mientras bajan seis puntos los que aprecian en ellos “mucha o bastante voluntad”, situándose en el 44%.
Más de tres de cada cuatro
En este último semestre se ha reforzado (siete puntos más) la opción mayoritaria de los vascos (85%) por una eventual negociación entre el Gobierno y ETA, eso sí con preferencia de quienes ponen como condición que la banda abandone previamente las armas (49%) frente a aquellos que respaldarían un diálogo incondicional (36%).
Solo un tercio (34%) piensa que todos los terroristas que se arrepientan y expresen su intención de dejar las armas deberían beneficiarse de las medidas de reinserción. Tres puntos más suponen los que defienden que éstas solo deberían aplicarse a los que no tengan delitos de sangre. Otro 22% concluye que unos y otros deben cumplir íntegramente sus penas.
Entre las medidas posibles que el Ejecutivo podría tomar para consolidar el final del terrorismo, aunque ETA no se haya disuelto ni entregado las armas, el acercamiento de presos a Euskadi es la que, de forma estable, mayor consenso obtiene (75% frente a 14%). Favorecer la reinserción individual es visto con más reticencia (57% frente a 17%) y la amnistía solo suscita el apoyo de un 25% frente a un 48% que se expresa en contra. Relajar la acción de las Fuerzas de Seguridad contra los terroristas es repudiado por el 44% frente al respaldo del 33%. Apenas uno de cada tres sondeados defiende el fin de la doctrina Parot.
Pese a la polémica política abierta y el despliegue de los medios de comunicación, la postura de los vascos en torno al plan de reinserción del Ministerio del Interior y las propuestas del Ejecutivo vasco para asentar el actual escenario sin violencia se mueven entre el desdén y la falta de atención. En concreto, el plan lanzado por el departamento que encabeza Jorge Fernández Díaz registra casi tantas opiniones a favor (26%) como en contra (23%), pero en un contexto mayoritario de desinformación (37%) e indiferencia (14%). Más respaldo positivo (43%) reciben las propuestas para avanzar en la reconciliación planteadas por el lehendakari, Patxi López, y el nombramiento de Jesús Loza como su comisionado para gestionarlas, o la creación de la ponencia de paz en el Parlamento. Poco más de uno de cada diez (11%) las juzga negativas, pero de nuevo en un contexto sin opinión al respecto (28%) o indiferencia (18%).
Las principales preocupaciones de los vascos siguen siendo el paro y la situación económica, mientras que la violencia queda relegada a mínimos históricos (1%) En ese escenario, vuelve a dispararse el pesimismo mayoritario que domina el escenario económico español con un nuevo máximo histórico (89%, siete puntos más que el récord de noviembre pasado), sin que haya casi optimistas (1%). Este clima de pesimismo mayoritario (51%) vuelve a contagiar la percepción sobre la economía vasca, manteniéndose también estables escépticos (41%) y optimistas (7%).
El deterioro económico puede tener su correlato en el político, con la progresión (siete puntos más en el último semestre) de los ciudadanos que dicen estar insatisfechos con el funcionamiento del sistema democrático. Ya son más de tres de cada cuatro (76%) por un correlativo retroceso de la minoría satisfecha (22%), por debajo de la media tanto española como de la UE.
Una exigua mayoría de la sociedad (42%) vuelve a considerar negativo para Euskadi el Gobierno de Patxi López, con un retroceso interanual de 14 puntos de esta valoración negativa en casi todos los sectores políticos. La calificación media que se le atribuye sigue siendo de un suspenso (4,2), a pesar de la mejora semestral de cuatro décimas.
A la vez, la más que notable desconfianza inicial con la que la opinión pública de Euskadi recibió hace un semestre al Gobierno de Mariano Rajoy se ha convertido en desaprobación muy mayoritaria (78%) de su gestión, frente al 5% que la valora y un 14% de escépticos. Sólo entre los votantes populares predomina el respaldo (55%), pero también entre ellos hay ya un significativo 12% que la desaprueba.
Una mayoría (52%) sigue viendo con optimismo el futuro de Euskadi en los próximos años, con un 19% de pesimistas y un 18% de escépticos. El impacto de la crisis en este último trienio ha reducido el optimismo (seis puntos menos) y elevado el pesimismo (10 puntos más).
Las 1.200 entrevistas que componen la muestra del sondeo se realizaron entre el 8 y el 24 de mayo pasados.
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