‘El inmortal’, la simbiosis letal entre mafia y Estado
Sergio Álvarez emplea la parodia y a un protagonista inmune a la muerte para dibujar la colaboración entre el poder político y las redes del narcotráfico en la Colombia actual
Ser inmortal tiene sus complicaciones, entre algunas de ellas, que sobrevives a tu familia, amigos y acreedores. Y eso no está muy bien visto. Precisamente esto es lo que le ocurre al héroe de la novela El inmortal, del escritor colombiano (que vive entre Bogotá y Barcelona) Sergio Álvarez. Un día de estos tiempos duros para Colombia, nace en Bogotá un niño con poderes superlativos, uno de los cuales es la inmortalidad. Su madre lo sabe y más tarde lo sabrá el propio portador de este privilegio que nunca podrá definir si milagroso o infernal. Muy pronto el protagonista pasará por varios escenarios vitales. Un orfanato, un correccional, entre algunos de los sitos no demasiados recomendables que visitó. Hasta el momento en que, cuando menos lo pensó, ya estaba inmerso en la dinámica asesina, corrupta y desestructurada de la Colombia contemporánea.
Estas etapas lo conducen al amor y a un meteórico enriquecimiento, que no es ajeno a las pilas de cadáveres que él mismo ha colaborado tan activamente a generar. Pero hay un momento en que tanto poder sobrenatural le produce los primeros problemas laborales, la mafia asesina con la que colabora no soporta su inmortalidad. Arguyen que, en un medio donde corre tanta sangre necesaria y productiva de riqueza, los inmortales no caben, porque en ese medio, argumenta un jefe y socio del protagonista, se mata y se muere, pero nunca se sobrevive porque seas inmortal.
Una vez apartado, el inmortal busca su futuro en otros menesteres, entre los cuales sobresale el de millonario casi sin par. Pero el inmortal, un buen día (o malo según se mire) decide tener sentimientos de culpa al descubrir que su papel de inmortal ha causado muertes, más pobreza que la habida y sufrimiento infinito. Su destino de pronto cambia. Un día se encuentra con su padre y le confiesa sus remordimientos. Su padre le contesta que no se preocupe, que en toda guerra siempre hay víctimas colaterales.
En El inmortal, Sergio Álvarez ha dibujado el estado actual de Colombia, de sus estructuras administrativas, de Gobierno, de seguridad y de justicia, de la eficaz colaboración entre Estado y mafias del narcotráfico, llegando hasta una pavorosa y letal simbiosis. Pero la fórmula narrativa que eligió para esta representación novelística es la parodia, el humor punzante y la imaginación liberadora de corsés demagógicos. Su escritura completa una delicia de novela.
El inmortal
Navona, 2023
176 páginas. 20 euros
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