Libertades
Malas noticias, David: parece que nadie aprendió nada

Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.
Malas noticias, David: parece que nadie aprendió nada
Lo vienen haciendo desde hace siglos, con mucho éxito y enorme amén
A veces preguntan por qué uno escribe. Supongo que por cosas como esas
Porque la gente no salva a la gente: la gente se salva sola. Y no supe si vos lo sabías
Así, mientras espero -¿dos años, cuatro?- me pregunto: ¿quién decidirá, cuando llegue el momento, si debo seguir vivo?
No se trata de fuerza, sino de entender que nada desquicia más que no saber qué hacer con la tragedia ajena: nada produce más violencia

Fue uno de los mejores ilusionistas del mundo en el arte del ‘close up’
Tenía los ojos cargados de algo que parecía maldad y que era, apenas, una amarga ironía defensiva

La atmósfera de los filmes nominados a mejor película en los Goya. Un puzle de paisajes cinematográficos y reflexiones artísticas
En Brasil, una encuesta reciente reveló que el 58 por ciento de los entrevistados creía que, si las mujeres nos comportáramos debidamente, habría menos violaciones

Es la pobreza la que conduce al hambre, pero, cuidado, también la riqueza puede producirla
Muchos se enojaron y pidieron pruebas y él dijo que las iba a mostrar el 19 de enero en un sitio que se llama el Congreso. Pero justo un día antes se encerró en el baño de su casa y se pegó un tiro en la cabeza
Boko Haram está haciendo uso de niñas y mujeres en sus atentados debido a que elevan “la conmoción de la comunidad internacional”
Tampoco puedo dejar de pensar en que no hay nada tan ponzoñoso como el miedo
El benéfico olvido sin el cual no se puede dar un solo paso, nos ayuda a vivir: por suerte o por desgracia
Saber que nunca estaremos a salvo, recordar que cuando condenan a uno nos condenan a todos, puede ser el principio de una pequeña gran salvación. Amén. Y feliz año
Siento un placer infantil, completamente frívolo y del todo pagano ante la Navidad. Me gusta dar regalos, arreglar la casa, cocinar durante horas, sacar el mantel de las abuelas
Debería invitarla a cenar, invitarlo a un bar, decirles que soy gay. Debería parar con la cocaína. Debería probar alguna vez un trago, debería beber menos, debería dejar de beber
Pero los cantos de sirena, por sibilinos o por cándidos, son peligrosos: no se pasa de ser un desastre a estar de moda sin romperse los dientes contra un severo daño colateral
A veces creo que debería pegar, junto a mi computadora, un papel con esta frase: “Yo soy horrible para alguien”

El debate sobre la creación bajo la presión del legado de los grandes
No era un perfume: era el aroma que tienen los vestidos y las medias y las cajitas de música y los polvos de maquillaje
Fue hace mucho, en un hotel de Quito. Encendí el televisor y apareció una mujer de unos 60 años, espléndida, que, mientras regaba sus plantas, decía: “Acaban de decirme que voy a morir"
Vi centenares de McDonalds, pero en las carnicerías no hay carne de vaca desde hace meses
Las pruebas sobran: todos saben quién es Teresa Romero. Intenten, ahora, recordar el nombre de un infectado africano. De uno solo
Desde hace un tiempo es el patio de juegos del narco desatado
Si yo fuera homosexual no querría compasión ni caridad

El humor afilado ha sido el vehículo de sus denuncias. También uno de sus personajes, Mafalda, que acaba de cumplir 50 años. Su padre artístico, que está a punto de recibir el Premio Príncipe de Asturias, vive hoy inquieto por un glaucoma: “El mundo es muy raro sin poder dibujar”.
Lo que más amamos, y lo que más nos ama, es también lo que mejor nos aniquila
No casarme es más que una omisión. Es mi bandera: un gesto.
A veces, cuando camino por la calle y veo caras sumergidas en la indiferencia, en la resignación o el miedo, me digo: cuidado
Corro para aprender a aguantar lo que no se aguanta, para no llegar a ninguna parte, para romper el insano silencio del mundo
El lenguaje periodístico que se usa para escribir acerca de derechos humanos puede ser, a veces, un lenguaje embalsamado
Dejó de mirarme. De venir a mi lado. Ella, que parecía quererme, qué absurdo: quererme, ya no me ve
Ese hombre cubierto de cicatrices y de gloria, con una conciencia ardiente de su propio talento, estaba hecho de cosas inhumanas

Una selección de títulos hijos de un género al que nadie querría dedicarse

El poder de la literatura se erige frente al dolor de la ausencia Repasamos grandes libros escritos después del desgarro
Muchos podrían dar datos de los nietos aún sin hallar, pero no lo hacen
“Los jugadores alemanes se burlaron de los argentinos llamándolos gauchos"
Una fina línea separa la curiosidad sincera de la prepotencia del que cree que, por ser local, lo asiste el derecho a preguntarlo todo