Modales de futbolista
En un trabajo como este, sin una educación distinguida se vive más tiempo. Si la tuviera, pasaría a la historia
La desgracia de entrenar al Madrid
Hablamos de un trabajo bien pagado, pero que requiere una búsqueda constante de la infelicidad
“Mamá, soy rico”
El jugador no quiere saber, como si una de las cosas bonitas de ser millonario fuese ignorar cuánto dinero tienes
Las rachas del gol
Cuando los buenos tiempos llegan a su fin, de pronto te encuentras solo y tardas semanas en marcar
¿El Celta? ¿Qué Celta?
Fue un robo
Los fallos del árbitro poseen ese halo de misterio que lleva a sus víctimas a atribuirles oscuros motivos
El mejor futbolista es...
Cuando se discute quién es el mejor del mundo, si Messi o Cristiano, te remangas la camisa y fijas posición
¿Está acabado Rafa Nadal?
Nadie quiere hacer frente al instante en que teme haber perdido sus cualidades, o su fuerza, o su instinto
Real Madrid, chicle para los ojos
El equipo blanco es un tema. Nunca se agota, por mucho que hables o escribas. Es el coloquio que no cesa
Adiós a las vacaciones
¿Dónde dan el fútbol?
Dios existía o no existía, Maradona era el mejor de la historia o lo era Pelé, pero el fútbol era a las cinco de la tarde, y ya. No se discutía.
Muerte de un escritor
La primera hostia
Desde el final de las vacaciones hasta el primer partido, incluso el equipo más modesto puede aspirar a algo grande
Gafas de sol
Viaje al infierno
Renacer de las cenizas representa uno de los milagros mundanos más bellos, pero es posible solo si has estado muerto
Bares inmundos
La literatura no sobreviviría sin los lugares mugrientos. Y los escritores tampoco
Bares vacíos
‘El largo adiós’ y ‘El halcón maltés’
Un burdel con orquesta
‘Juntacadáveres’ y ‘La Casa Verde’
Libros rotos
‘Ulises’ y ‘En busca del tiempo perdido’
Ni luz ni mujeres
‘Bartleby, el escribiente’ y ‘La conjura de los necios’
Poetas en el desierto
‘Los detectives salvajes’ y ‘Pedro Páramo’
Una fiesta sin fin
‘Madame Bovary’ y ‘El Gran Gatsby’
Muerte de los torneos de verano
Después de un verano entero sin fútbol, el Carranza o el Teresa Herrera te salvaban de la deriva
Cocaína y prostitutas
¿Por qué nos gusta el Tour?
Los malos
El autor reflexiona sobre la maldad, la política y los personajes de ficción
Ghiggia y Varela
Espías
Pero yo te amo
Circulen
Futbolista en Nueva York
Fútbol, dedo, culo
Los jugadores como Jara odian a los delanteros fisgones, tipo Cavani, que se meten a lo loco en su área, recién fregada, y rematan a gol sin pedirle siquiera disculpas
Quemar el dinero
Necesitados de comprar algo caro, atractivo y bueno, los grandes clubes se lanzan a por el jugador en boga
La metamorfosis de Casillas
Primero se gestó un mito enorme, a la altura de Zamora o Iríbar, y luego se le aniquiló desde dentro
El fin del fútbol
Yo quiero ser un gánster
Nadie se hace pez gordo metiendo goles. Figo lo intentó, y se rindió a un Blatter que le encendía los puros a Havelange