Combate a la delincuencia como lucha de clases
El enemigo en la guerra es así un joven pobre, violento, armado y peligroso
Es ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de México, miembro de El Colegio Nacional, y profesor en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Es columnista en los periódicos El País y El Universal, así como colaborador de Aristegui Noticias y de Leonardo Curzio en Fórmula.
El enemigo en la guerra es así un joven pobre, violento, armado y peligroso
Es una convivencia sujeta a derechos y obligaciones; su variabilidad es parte de su condición social y mundana
Es difícil que el Estado vuelva con el esplendor simbólico y real de otros tiempos
El combate a la corrupción quedó comprendido en los estrechos límites de la responsabilidad administrativa
La protección de derechos no puede ser el único objetivo del modelo Debe garantizar la construcción de buenas y nuevas institucionalidades
El Estado mexicano no puede perseguir formas prohibidas de explotación
El derecho de hoy permite ver los esfuerzos de las autoridades públicas para beneficiarse con los cargos que ostentan
La función judicial es determinante de los modos como las sociedades se articulan
Podemos seguir hablando de sedaciones. Lo cierto es que estamos decidiendo acerca de las maneras socialmente admisibles de morir
Cuando mencionamos los derechos humanos nos referimos básicamente a lo ya logrado
El léxico jurídico no alcanza a significar la realidad y carecemos de expresiones jurídicas para orientarnos social e institucionalmente
Más allá de las necesarias búsquedas individualizadas, hay que construir técnicamente el concepto.
Hay situaciones donde distintas autoridades hacen lo mismo y otras donde ninguna puede hacer algo esencial
Ayotzinapa no está terminado, ni terminará con la identificación de los muertos