Ahora que se habla tanto de la resurrección del bipartidismo, no deja de ser extraño que uno de sus protagonistas se autodifumine, en lo discursivo al menos, dentro del bloque, renuncie a recuperar su anterior estatus
Es necesario abordar el asunto con realismo y acorde con nuestros supuestos principios morales, alejando su instrumentalización por intereses electorales cortoplacistas
Después de esta enloquecida legislatura que hemos tenido no cabía esperar otra cosa. Pero eso no quita que debamos aceptarlo como un destino, reducir la democracia al choque de los consabidos partidismos
La inclusión de algunos exetarras sentenciados por delitos de sangre en listas electorales de Bildu arroja una nueva sombra de duda sobre todas las predicciones del 28-M
Los conservadores le acusan de olvidar los vínculos con las comunidades nacionales mientras los progresistas le afean que haya dejado atrás la igualdad entre personas y grupos sociales
La discusión climática se nos ha echado encima en plena campaña electoral y lo que debería ser un acuerdo transpartidista puede acabar sumándose a la enorme lista de asuntos que nos dividen
La opresión en las sociedades cerradas es meridiana y contundente. El efecto del engaño y la desinformación en las sociedades democráticas es más sibilino
Estábamos advertidos de que España iba a ser el país europeo más afectado por el cambio climático, que la desertificación era una amenaza real. ¿Qué hemos venido haciendo para evitarlo?
El expresidente chapotea como nadie en las turbias aguas de la nueva política emocional, y se maneja con destreza en los siempre peligrosos espacios de la victimización y la conspiración
A nadie se le escapa que ese diseño leninista, de control del todo desde un centro, es el que está detrás de las resistencias al acuerdo. Esto no va de pájaros y flores, va de poder
Sánchez no puede afrontar el nuevo periodo electoral habiendo perdido la iniciativa, y solo tiene tiempo y munición para introducir una única sorpresa: una crisis de gobierno a fondo
¿Cómo es posible que tantos jóvenes solo encuentren un sentido a su vida integrándose en pandillas hermanadas a través de rituales sangrientos? Pero no es menos inquietante nuestra propia indiferencia
Al final a uno siempre le queda la duda de si más que una disputa en torno a visiones feministas no estamos en realidad ante el más clásico juego de los intereses electorales de partido
Una de las cosas terribles de esta guerra es su contribución a destabuizar el choque entre grandes potencias. Se nos han cambiado las tornas sobre las que habíamos pensado los desastres futuros: pierde fuerza el apocalipsis climático y gana el militar
Dado que nuestro bibloquismo veta todo entendimiento transversal, la señal que se emite con las discrepancias es que votar socialista lleva aparejado seguir acarreando la mochila de Podemos
El impulso hacia la confrontación está tan automatizado que el contenido sobre el que se organiza la bronca desaparece detrás de las increpaciones mutuas
Esta maldita guerra de Putin nos ha sacado a todos del carril histórico por el que habíamos apostado para arrojarnos a una contienda que no podemos esquivar
Que abandonen toda esperanza quienes todavía confían en una presentación más o menos racional de las propuestas electorales de los dos grandes partidos
La política casi siempre es conflicto, pero es la forma mejor de estar en desacuerdo. El que se ve obligado a aportar razones, aunque no convenzan, al menos respeta implícitamente al interlocutor
Lo que ahora impera es la política del mal menor, el tratar de evitar lo peor. Ya no aspiramos, por ejemplo, a más y mejor democracia, sino a no perderla, a que no degenere en el iliberalismo. Así con casi todo