Políticos, empresarios y líderes sociales le piden a Petro que defina la agenda de un acuerdo nacional
Voces de diferentes sectores expresaron, en el Festival de las Ideas, su disposición a dialogar con el Gobierno. No obstante, enfatizan en la necesidad de tener mayores precisiones sobre la propuesta del presidente
Las intenciones de dialogar con el Gobierno se expresaron una y otra vez en el Festival de las Ideas, un foro que PRISA Media (sociedad editora de EL PAÍS) realizó el viernes y sábado en Villa de Leyva. Más de 200 líderes colombianos, de todos los sectores e ideologías, conversaron durante horas sobre el gran acuerdo nacional al que convocó el presidente Gustavo Petro hace unas semanas. No obstante, el sábado por la mañana, un panel con congresistas dejó en evidencia que aún hay pocas certezas sobre qué significa el llamado del mandatario. La directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, fue enfática durante las intervenciones del público en señalar la confusión que percibía en el debate. “No entendí la agenda, no entendí cuáles son los temas”, remarcó.
El presidente formuló su propuesta el pasado 20 de julio, cuando inauguró el segundo año legislativo de su Administración. “¿Un acuerdo nacional es mantener las cosas como están? ¿Un acuerdo nacional es volver al pasado? ¿Un acuerdo nacional es pensar en una gran nación democrática y próspera?”, se preguntó ante los congresistas. “Yo creo que un acuerdo nacional versa en tener una sociedad más justa y más productiva”, subrayó en tono conciliador. Dos meses después, sin embargo, no hay precisiones sobre la agenda y el mecanismo que se utilizará para este pacto que prometió en la campaña electoral y con el que ahora busca relanzar su gestión.
El Festival de las Ideas dedicó un panel específico al tema, aunque la idea de un acuerdo también permeó los otros cinco módulos. “¿Cómo sería un acuerdo nacional para las reformas sociales?”, fue el título escogido para la sección más política del foro. Los panelistas fueron cinco congresistas que representaron la diversidad ideólogica del país: los senadores gobiernistas María José Pizarro e Iván Cepeda (Pacto Histórico); los senadores opositores Paloma Valencia (Centro Democrático) y David Luna (Cambio Radical); y la representante independiente Katherine Miranda (Alianza Verde).
Las intervenciones de los legisladores dejaron en claro que había voluntad de diálogo. Luna expresó su predisposición sin dudarlo, siempre y cuando no implicara “renunciar a la crítica” y se entendiera como una política de Estado que irá más allá del Gobierno de Petro. “Un acuerdo siempre será bienvenido. Lo más importante es saber sobre qué”, dijo. Pizarro, que insistió en que el debate no debe quedar limitado a los muros del Congreso, interpretó la declaración de su colega como una aceptación de la convocatoria. “Presidente, siente, diga”, comentó para parafrasear a Luna. Miranda, por su parte, enfatizó en la importancia de la propuesta de Petro: “Nada más revolucionario en un país tan violento como Colombia que un acuerdo”.
El debate, que incluyó las intervenciones del público, tuvo varias referencias a la historia del país. El senador Cepeda, promotor de la iniciativa junto al presidente, recordó que Colombia ha soñado en múltiples ocasiones con esta aspiración que hasta ahora ha sido “irrealizable”. Pizarro, en tanto, coincidió con la viceministra de Diálogo Social, Lilia Solano, en señalar los daños que han producido las violaciones de los acuerdos firmados en el pasado. “Asesinar a mi padre [el 8 de marzo de 1990], 48 días después de que firmara la paz, fue un gran incumplimiento”, comentó la senadora en referencia al asesinato de Carlos Pizarro, exlíder del Movimiento 19 de abril (M-19). “Cuando no se cumplen los acuerdos, las sociedades se estallan peor que antes de los acuerdos”, agregó la viceministra unos minutos después.
Los participantes, además, expresaron preocupaciones como la sensación de no ser escuchados. El rector de la Universidad Javeriana, Luis Fernando Múnera, señaló que la reforma a la educación no refleja las propuestas que aportaron las universidades durante los diálogos previos. “Quisiera tener una idea más clara de los mecanismos de concertación con la sociedad civil”, resaltó. La presidenta de la Transportadora de Gas Internacional, Mónica Contreras, lamentó que Petro no hubiera asistido a algunos foros empresariales a los que había sido invitado. “Una cosa es hablar con ustedes, que están acá y tienen voluntad de diálogo. Otra es hablar con el presidente”, dijo.
Hubo varios temas que se abordaron dentro de las conjeturas sobre un acuerdo nacional. Se mencionaron las reformas sociales que presentó el Gobierno el semestre pasado —trabajo, salud y pensiones—, asuntos económicos, la reforma agraria y la paz total. Pero nadie tenía en claro cuáles serán realmente los ejes de discusión que contempla el presidente y los mecanismos que se utilizarán. El senador Luna reconoció la capacidad de Petro para delimitar la conversación pública, incluso con propuestas como un acuerdo del que no hay mayores precisiones aún. “Estamos hablando desde hace dos días de una agenda que ha impuesto el presidente”, señaló.
Los aliados del Gobierno, por su parte, respondieron a algunas de las críticas. Pizarro opinó que la propuesta ya “es un gran logro” por los debates que ha generado. “Se está discutiendo. En el Congreso, en los medios de comunicación, en la sociedad. Lo que falta es ponerle método”, subrayó. Por su parte, el senador Cepeda comentó a este periódico que el problema no está en definir una agenda. Según él, hay ejes temáticos claros: paz y seguridad; justicia social y equidad; democracia y transparencia; transición energética; y soberanía. “El problema no es la agenda, sino cómo llegamos al momento del acuerdo y logramos que quienes se sienten tengan confianza de que no van a ser engañados”, enfatizó.
Minutos antes de terminar el foro, la directora de la MOE le comentó a este periódico que no sabe si Petro está esperando que alguien más desarrolle su propuesta o está pensando y escuchando antes de anunciar un temario. “Puede que no haya agenda, que la agenda y la metodología hagan parte de un acuerdo”, añadió. Por ahora, cree que los dos días de festival evidencian que existe una disposición al diálogo que aún no encuentra un canal para expresarse. “La gente tiene ganas de dialogar, pero no encuentra con quién ni cómo hacerlo”, concluyó.
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