Dos naranjas al día para un esperma de veinteañero
Diversos estudios vinculan el consumo de vitamina C con una mayor motilidad de las células masculinas. Y no solo se trata de engendrar…
El espejo le recuerda que se hace mayor, pero sus patas de gallo son solo la punta del iceberg: el envejecimiento se lleva, sobre todo, por dentro. Entre otros síntomas de la edad, sus espermatozoides también dejan atrás la juventud. Según un artículo de la Sociedad Americana de Andrología, al cumplir años disminuye significativamente la concentración de esperma y se reduce su motilidad. No obstante, el descenso en la calidad de estas células no solo merma la capacidad de engendrar, sino que, según la Guía Clínica sobre la infertilidad masculina de la Asociación Europea de Urología, puede venir acompañada de síntomas graves: disfunción eréctil, pérdidas en la libido, dolor o hinchazón en el área testicular, disminución del vello corporal, cambios en la voz, varices en los testículos, infecciones de los órganos sexuales y disminución de la masa muscular, entre otros.
No se pude dar marcha atrás en el tiempo y no existe ningún tratamiento para mejorar la calidad espermática pero, descartadas posibles patologías que puedan ser causa de infertilidad, diferentes estudios vislumbran un posible freno en el envejecimiento de las células masculinas gracias a un elemento muy común: la vitamina C. Este nutriente es imprescindible para el crecimiento y reparación de los tejidos y tiene una potente función antioxidante que ayuda a bloquear el daño causado por los radicales libres de nuestro cuerpo (sustancias que producen deterioro de estructuras y son resultado natural de reacciones químicas básicas, tales como la respiración o el ejercicio físico).
El descenso de la calidad del esperma no solo merma la fertilidad, sino que también puede resultar en disfunción eréctil, pérdidas en la libido, dolor o hinchazón en el área testicular, infecciones de los órganos sexuales masculinos, entre otros
Para una investigación realizada en la Escuela Médica de la Universidad de Texas (Estados Unidos), se administraron 1000 mg diarios de ácido ascórbico (o vitamina C) a 175 varones de entre 18 y 47 años, con problemas de motilidad y aglutinación en los espermatozoides. Tras 60 días de suplementación, la aglutinación disminuyó, el porcentaje de gametos anómalos se redujo y la motilidad aumentó. Concluyeron, además, que 200 mg surtían el mismo efecto en la calidad del semen que una dosis mayor, pero los resultados tardaban más tiempo en ser visibles. Estos mismos resultados fueron confirmados por un estudio publicado en la revista PNAS (Proceeding of the National Academy of Sciences). Este trabajo establece una relación positiva entre la disminución del daño espermático y la administración de ácido ascórbico en la dieta.
Qué comer y qué no comer
Pese a ser algo tan conocido, hay que tener en cuenta que el cuerpo no produce ni almacena vitamina C. Por ello, es importante incorporarla en la dieta diariamente con alimentos como: kiwi, mango, piña, naranja, pomelo, fresa, frutas del bosque o papaya, según explica en su libro Nutrición y Alimentación Humana el nutricionista y catedrático de Fisiología Francisco José Mataix Verdú. Dos naranjas, por ejemplo, ya solventan los 200 miligramos de la investigación americana.
En una publicación realizada por el equipo de la Universidad de Texas, se determinó que la exposición a metales como plomo, cadmio y aluminio disminuían el número de espermatozoides vivos. Estos metales tienen un efecto tóxico sobre las células reproductoras y se encuentran en mayores cantidades en alimentos como el marisco, las conservas, los cereales y los pescados. Los investigadores aconsejan que aquellos varones que hagan un consumo elevado de dichos alimentos, aumenten su ingesta diaria de vitamina.
Alternativas y dudas
Existen otras sustancias que se han vinculado a la mejora de la calidad del semen. La Escuela de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos) ha demostrado con un estudio que el consumo de licopenos (responsable del color rojo de las frutas y verduras como el pimiento o el tomate) tiene que ver con una correcta morfología y elevada motilidad de los espermatozoides. También hallaron que la vitamina E aumenta las defensas antioxidantes, y se puede encontrar de manera natural en multitud de alimentos como brócoli, ajo o col. Por su parte, la vitamina D se presenta como una posible vía de investigación para mejorar la velocidad de estas células, según un estudio (no concluyente, como aclaran sus autores) de la Universidad de Cophenague (Dinamarca). Mientras continúa la investigación (el citado ensayo de Harvard cuestiona incluso el poder de la vitamina C para rejuvenecer gametos), ante cualquier problema de infertilidad, conviene acudir al médico. Y si es con una naranja de camino a la consulta, pues mejor.
Otras formas de obtener 200 mg de vitamina C
Otros alimentos, no tan famosos como la naranja o la piña, le pueden aportar la cantidad diaria recomendada de esta sustancia ('Nutrición y Alimentación Humana', Francisco José Mataix Verdú).
- Un pimiento rojo y medio (212 mg)
- Un kilo y medio de tomates (200mg)
- Dos tazas y media de fresas (210 mg)
- Dos kiwis (279 mg)
- Tres tazas de trozos de papaya (200 mg)
- Una porción de melón de cantalupo (226 mg)
- Zumo de tres limones medianos (200 mg)
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