La serie ‘Asuntos internos’ pone a las mujeres en primer plano: “Habrá venido una ola de feminismo, pero tal y como vino, se ha ido”
La nueva ficción policíaca de La 1 sigue la historia de cuatro mujeres en el Madrid de 1979 cuyo nexo de unión es la heroína
![Las actrices Laia Manzanares, Carla Campra y Marta Poveda, protagonistas de la serie 'Asuntos internos', posan en las instalaciones de EL PAÍS el 4 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YU4YYMOMKNF4RLYNO3KMBKE424.jpg?auth=476f4bb31eb20e977f16de079b10d9e58fa5bcd41d76eb598d31ca9271d5a1bc&width=414)
![Natalia Marcos](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff53d2d0b-5aa8-45f1-87d4-2d3929e8a392.jpg?auth=6a802a9d5d6098fe63f85b5d019fda383c8a0a39d9aab523244be7ee7144b95b&width=100&height=100&smart=true)
Es 1979, el año en el que las primeras mujeres, 42 inspectoras, se incorporaron al Cuerpo Nacional de Policía. La ficticia Clara Montesinos es una de ellas en Asuntos internos, la serie que estrena La 1 este miércoles a las 22.50. También es la época en la que la heroína empieza a causar estragos, arrasando a toda una generación de jóvenes y sus familias. Gema es una estudiante de Derecho que acaba de perder a su padre, y su rebeldía contra su madre, Ana, una mujer adinerada, la lleva a adentrarse en la noche, las drogas y probar la heroína, a la que se enganchará. Berta, empleada de hogar de Ana, será la primera en darse cuenta de que Gema tiene un grave problema. Estas cuatro mujeres forman el cuadro central de un drama policial con el que la cadena pública, como antes hizo Las abogadas, recupera una parte de la reciente historia española poco abordada en la ficción televisiva.
Las actrices Laia Manzanares (Clara Montesinos en la ficción), Carla Campra (Gema) y Marta Poveda (Berta) hablan con pasión sobre sus personajes y debaten con más pasión todavía sobre cuánto queda por avanzar para las mujeres. “Te pongo un ejemplo”, arranca Poveda. “El año pasado, mientras estábamos rodando la serie, dirigí por primera vez teatro. Cuando llegué a montar como directora, acompañada por el caballero que me producía, y entro en la sala, nadie me miró a la cara. Todos miraron y saludaron al productor. Y pensé, ‘¿es que me tengo que inventar una polla y ponerla encima de la mesa para que me pongan en valor?”, contaba la semana pasada en la redacción de EL PAÍS.
Cuando Clara Montesinos entra en la comisaría de barrio a la que la han destinado, sus compañeros sí la miran, pero se encuentra un ambiente tremendamente hostil, con comentarios y desprecios de todo tipo. Pese a eso, no se amedrenta y denunciará a sus jefes las actitudes incorrectas que observe. Laia Manzanares ha reflexionado sobre las diferencias entre entonces y ahora: “Cuando hacía la serie, en vez de decir, ‘guau, cuánto hemos evolucionado’, pensé, ‘cuántas cosas siguen igual’. Situaciones y comentarios como los que hacen a la muchacha, de infantilización, siguen ahí. Me pasó ayer mismo haciendo una cosa de promoción, fueron condescendientes conmigo, me infantilizaron, me tocaron. Y yo pensé, ‘habrá venido una ola de feminismo, pero tal y como ha venido, se ha ido”.
![Laia Manzanares, como Clara Montesinos en la serie 'Asuntos internos'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NOTYFR723RHJFD4CMXDJG6XTTQ.jpg?auth=b202f50e31e39200188485f8e6142f8a8170e84becddc824f4a9c26b6d2be752&width=414)
Para preparar su personaje como una de aquellas primeras mujeres de la Policía, Manzanares ha tenido muchas dificultades a la hora de encontrar inspiración porque no hallaba referentes en el audiovisual. “Ayer conocí a una de aquellas mujeres, Asunción Sordo, y pensé, ‘¿por qué no la he conocido antes?’. Es igual que Clara Montesinos. Ella también quería hacer lo correcto, no quería ser chica florero…”.
Más referentes encontró Clara Campra para meterse en la piel de la joven Gema, enganchada a la heroína. Para la parte más física del síndrome de abstinencia o el momento justo después de drogarse, contó con la ayuda de una coach. “Eran estados muy extremos que no había experimentado”, dice. Y para la parte más emocional recurrió a testimonios literarios. Cita libros como Los años de la aguja, La agenda de los amigos muertos, Los diarios de la heroína de Nikki Sixx y, sobre todo, los libros del escritor William S. Burroughs en los que cuenta su experiencia como heroinómano en los años veinte del siglo pasado. “Decía que el síndrome de abstinencia era como si millones de abejas se metieran por debajo de la dermis. Solo esa imagen me ayudó muchísimo”. En cuanto a Berta, mujer de clase obrera que trabaja en casa de Ana (Silvia Abascal), Marta Poveda la describe como “un mastín que está cuidando de que no les pase nada”, una mujer que, ayudando a los demás, adquiere la fuerza para ayudarse a sí misma. Para ella, tuvo en mente a cantantes del rock de los años setenta y ochenta como Chrissie Hynde, vocalista de The Pretenders, el cine quinqui o ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
La conversación con Poveda, Campra y Manzanares prosigue recorriendo la evolución del rol de la mujer en el casi medio siglo que ha pasado desde entonces. A Campra, por ejemplo, le molesta que la promoción de la serie se centre en que es una serie protagonizada y dirigida por mujeres (María Togores y Samantha López Speranza). “Es como decir, tranquilos, estamos en cuota”, apoya Laia Manzanares. “Es maravilloso tener puntos de vista femeninos, pero que esto sea todavía lo destacable dice que queda mucho trabajo por hacer”. Y Poveda vuelve a aportar un ejemplo práctico: “Rodando Antidisturbios, un antidisturbio que vino a asesorarnos me dijo: ‘mira, esto es una situación de mucho estrés, es como si estuvieras de compras en Princesa’. ¿En serio me dices que el estrés de tener una porra en la mano es como si fueras a las rebajas?”, dice, vehemente.
![Carla Campra y Marta Poveda, en el primer capítulo de 'Asuntos internos'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QL2UDF73HNAATONPJ5KBRUDB24.jpg?auth=58fdacb42a069bf2115a8882c93408db056848b49f7170c2dcc07df88e719b8e&width=414)
Poveda apunta otro problema recurrente en la ficción: las dificultades de las actrices de más de 40 años para encontrar papeles interesantes. “En teatro eso no pasa tanto, porque se entiende que cuanto más experimentada eres, más herramientas tienes para subirte a un escenario. Pero da gracias a que en esta serie hay dos protagonistas que tienen más de 40 años. Como si esas mujeres no fueran interesantes”. “Porque las mujeres son interesantes en cuanto son jóvenes y follables y no tienen suficiente experiencia, para que puedas subordinarlas a tus necesidades”, concluye Manzanares.
Las tres están convencidas de que series como Asuntos internos ayudan a avanzar, sobre todo, ampliando referentes. “Concebimos el mundo desde la mirada masculina”, dice Manzanares. Y prosigue: “A mí me ha cambiado la vida. Yo de pequeña pensaba que me identificaba más con los hombres porque ellos hacen cosas y son libres, y las mujeres son un soporte fálico en las tramas masculinas. Yo estoy aquí para que me escoja un hombre y ser un complemento en su vida. No tenía referentes de mujeres reales, mis referentes eran masculinos. Ahora tenemos personajes femeninos que son complejos, personas humanas, no complementos”, explica. Campra continúa: “Ojalá aprovechemos esta oportunidad que, vale, puede parecer que hay que cumplir una cuota, pero ojalá aprovechemos esto para ganar terreno y darnos más referentes las unas a las otras”. “Es que esto está salvando vidas. Hay un montón de referentes para las niñas ahora”, completa Manzanares.
![Las actrices Marta Poveda, Laia Manzanares y Carla Campra, en las instalaciones de EL PAÍS el pasado 4 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DOR4QQ2GTVH2ZOOUPRV55LOYDQ.jpg?auth=317330af7e8f4eba8200a3fed321636cd25e4f796e38124b94bd0b253325414c&width=414)
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