ChatGPT logra en seis meses lo que Facebook consiguió en una década: así ha sido la meteórica carrera de la plataforma
La herramienta de inteligencia artificial ha batido todo tipo de récords en comparación con otras tecnologías que han cambiado para siempre el panorama
Nada parece capaz de frenar la escalada de ChatGPT, la herramienta generativa de inteligencia artificial (IA) que ha conquistado a centenares de miles de usuarios desde su lanzamiento hace solamente seis meses. No lo consiguen los manifiestos apocalípticos firmados por los mismos padres de la IA, ni la amenaza de automatizar puestos de trabajo, y tampoco las dudas sobre el potencial y los límites de esta tecnología. Cuando se habla de inteligencia artificial, la única certeza que se tiene es el éxito abrumador que ha tenido el chatbot de OpenAI, que a solo cinco días de su lanzamiento consiguió registrar un millón de usuarios, según tuiteó su creador Sam Altman.
Desde entonces han pasado seis meses, y ChatGPT ha batido todo tipo de récords comparado con otras plataformas y herramientas que han cambiado para siempre el panorama tecnológico. Empezando por el número de personas que lo utilizan —el chatbot está a punto de registrar 1.000 millones de usuarios únicos al mes, según un análisis de la agencia VezaDigital—, hasta el reconocimiento mediático e institucional que ha recibido alrededor del mundo. Lo que Facebook, Google, Spotify o Apple han tardado años en conseguir, ChatGPT lo ha logrado en días o meses.
El crecimiento más rápido de la historia
El resultado seguramente más llamativo es la velocidad con la que ChatGPT ha conseguido popularizarse desde su fecha de lanzamiento, el 30 de noviembre de 2022, tanto que se ha convertido en el producto con el crecimiento más rápido de la historia. Sin embargo, cabe destacar que OpenAI no ofrece datos oficiales. Lo que se sabe al respecto viene directamente de la boca de su propio fundador o del análisis de consultoras externas, como un estudio de UBS que cifraba en 100 millones el número de usuarios activos mensuales en enero, dos meses después del lanzamiento del chatbot. La carrera meteórica de la plataforma no ha pasado desapercibida tampoco a los grandes inversores, como Microsoft, que ese mismo mes invirtió 10.000 millones en OpenAI. La misma empresa tardó tres años en poner 250 millones en Facebook.
Si se toma en consideración este parámetro —100 millones en dos meses—, los resultados de Facebook y otras redes sociales se quedan muy cortos. La plataforma que Mark Zuckerberg lanzó en febrero de 2004 logró estas cifras cuatro años y medio después. Instagram, que cuando se lanzó en 2010 aún no era parte de Meta, tardó dos años y medio en alcanzar el millón de descargas en los dispositivos iOS. Twitter tuvo que esperar cinco años, mientras que TikTok lo logró en tan solo nueve meses.
Más datos. En junio de 2007 Steve Jobs presentó al mercado de Estados Unidos el primer iPhone, el móvil que cambió para siempre la industria, que llegó a vender un millón de ejemplares en poco más de dos meses, y 100 millones en tres años y medio. Y si se habla de plataformas que revolucionaron el mundo del audiovisual, Spotify, Netflix y YouTube también se quedan atrás en la carrera. Fundada en 1999, fue solamente en abril de 2017 cuando Netflix consiguió superar el millón de suscriptores. Es evidente que la naturaleza del servicio —cuando empezó, Netflix funcionaba como suministradora a domicilio de DVD— hizo mucho más complicado llegar a este objetivo. Spotify tardó una década en alcanzar los 100 millones de usuarios dispuestos a pagar por el plan sin publicidad, hito que logró en abril de 2019.
Por otro lado, el crecimiento de YouTube fue mucho más rápido, tanto que a un año de su lanzamiento se hablaba del producto con el crecimiento más rápido de internet. La empresa que nació en febrero de 2005 de la mano de tres antiguos empleados de PayPal logró en un año y medio alcanzar los 100 millones de visualizaciones al día.
Relevancia en los medios
Además de atraer usuarios, ChatGPT tampoco para de copar portadas y titulares en los medios de comunicación. En febrero de este año, tres meses después de su lanzamiento, la prestigiosa revista TIME ilustraba su portada con una captura de pantalla de una conversación con el chatbot en la que le preguntan qué opina de una historia sobre “la carrera armamentística de la inteligencia artificial que lo está cambiando todo”.
TIME's new cover: The AI arms race is on. Start worrying https://t.co/Ufgfn2QCUQ pic.twitter.com/s1n1CoFEzY
— TIME (@TIME) February 16, 2023
Facebook y YouTube necesitaron respectivamente tres y dos años para llamar la atención del semanal estadounidense, que en diciembre de 2006 salió en los quioscos con la rompedora portada que reconocía a los millones de usuarios de internet como “persona del año”. Con la foto de un ordenador que muestra en la pantalla el pronombre inglés You, la revista homenajeaba a los contribuidores anónimos de plataformas como Facebook, YouTube, Wikipedia o MySpace. Años después, Facebook volvió a protagonizar la portada de TIME en dos ocasiones, esta vez a través de la cara de su creador. La primera, en 2010, con un joven Mark Zuckerberg coronado persona del año; y la segunda más de una década después, en 2021, donde planteaban la pregunta de si ha llegado el momento de borrar Facebook tras la caída de su reputación a raíz de los escándalos de Cambridge Analytica.
Los tres jefes de Google necesitaron ocho años para acabar en la portada de TIME, mientras que para Kevin Systrom (Instagram) y Daniel Ek (Spotify) este reconocimiento no llegó nunca —aunque ambos acabaron en la igualmente prestigiosa revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios, respectivamente dos y cuatro años después del lanzamiento de dichas plataformas. El único producto que hace temblar el récord de ChatGPT es el iPhone, que en noviembre de 2007, cuatro meses después de su presentación, fue nombrado “invento del año” por TIME.
2010.
— MAJ (@majimeno) October 7, 2021
2021. pic.twitter.com/GYGCWOa1tK
Interés de los líderes mundiales
El crecimiento sin precedentes de esta plataforma, y de la inteligencia artificial en general, también ha llamado la atención de los líderes mundiales. Sam Altman, creador de ChatGPT prácticamente desconocido hace seis meses, no para de viajar alrededor del globo en lo que él mismo ha llamado “el tour mundial de OpenAI” para reunirse con jefes de Estado y presidentes. Primero pasó por la Casa Blanca, donde junto a otros “padres” de la IA habló con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de las responsabilidades que tienen de enfrentarse a los peligros de estas herramientas. Tras pasar por Canadá, Nigeria y Portugal, en mayo fue el turno de Pedro Sánchez, con el que se reunió en la Moncloa antes de darse un baño de masas en la torre de IE University de Madrid.
Sin embargo, la cita más llamativa de todas fue seguramente la que se celebró el 16 de mayo en el Senado estadounidense, donde compareció para defender los beneficios y alertar de los riesgos de la inteligencia artificial. Ese tipo de audiencias entre jóvenes gurús del mundo tecnológico y los miembros de una Comisión Judicial, formada por políticos del partido demócrata y republicano, es bastante típico en Estados Unidos. Lo que sorprende, una vez más, es la rapidez con la que OpenAI ha llegado a este hito, que muchos empresarios preferirían rehuir, y el tono distendido y cordial con el cual se llevó a cabo la audiencia.
A Mark Zuckerberg le tocó en 2018, 14 años después del nacimiento de Facebook. En este caso el CEO de Meta fue llamado a testificar ante el Congreso estadounidense para dar explicaciones por el escándalo de la fuga masiva de datos de Cambridge Analytica. Visiblemente nervioso y con dificultad para responder preguntas tajantes de los congresistas, Zuckerberg pidió perdón por “no haber hecho lo suficiente”, y tanto su imagen como la de compañía acabaron dañadas.
Asimismo, las preocupaciones hacia TikTok, la popular red social China fundada en 2016, tardaron siete años en llegar al Congreso de Estados Unidos. En marzo, pocas semanas antes de la audiencia de Altman, fue el turno del consejero delegado de TikTok, Shou Zi Chew, que trató de hacer frente al debate sobre la conveniencia de prohibir la plataforma en Estados Unidos. No le fue muy bien, considerando que el gobernador del estado de Montana firmó pocas semanas después la primera ley que prohíbe el uso de la plataforma en un territorio estadounidense.
Una vez más, no solamente ChatGPT consiguió adelantarse a sus competidores en términos de tiempo, sino que también logró mejores resultados ante la opinión pública, a pesar de las continuas amenazas apocalípticas.
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