Barcelona se la juega ante la gran prueba de fuego del Mobile World Congress
El congreso, que crea 13.000 empleos, será inaugurado este domingo por el Rey
Barcelona se la juega esta semana. La capital catalana acoge el congreso de móviles más importante del mundo bajo presión. Después de que su marca se viera tocada por la crisis reputacional de Cataluña tras la marcha de más de 3.000 sedes corporativas y el descenso del turismo a raíz del procés, los sectores económicos y sociales quieren que la ciudad vuelva a sacar pecho y sea el foco de atención de la industria tecnológica durante la próxima semana. La decisión de la alcaldesa Ada Colau de no recibir a Felipe VI añade aún más presión a Barcelona, cuyos hoteles, apartamentos y restaurantes están ya a tope.
Barcelona quiere aprovechar el escaparate que le brinda el Mobile World Congress (MWC) para demostrar por qué lleva ya unos cuantos años en el top ten de las ciudades con mejor reputación del mundo. “Cada año es un reto. La ciudad tiene que estar perfecta”. Luis Gómez, comisionado de promoción económica del Ayuntamiento de Barcelona, asegura que la relación con la organización del congreso, la GSMA, es “muy buena” y que la ciudad está preparada. En su comparecencia el pasado 31 de enero, el consejero delegado de la patronal de los móviles, John Hoffman, solo reclamó una cosa antes de reafirmar su compromiso con Barcelona: “Estabilidad”.
Gómez asiente: “Estabilidad política la pedimos todos, no solo él. La vida en Barcelona es muy normal y eso es lo que pide el sector económico. Además, ya vemos datos positivos en el puerto, en la Fira, en las exportaciones… Y el Mobile ya ha realizado las reservas de los hoteles para el año que viene”. Desde que el congreso abandonara los lujosos barcos de Cannes en 2005, MWC ha crecido en Barcelona al ritmo que lo hacía los teléfonos móviles en el mundo. Entonces eran unas 40.000 personas las que acudían a la feria, ahora superan los 100.000. Cuando se le pregunta a John Hoffman sobre la posibilidad de abandonar la capital catalana, siempre tiene la misma respuesta: tenemos contrato hasta 2023.
El director general de Fira Barcelona, Constantí Serrallonga, también coincide con Gómez que cada edición es un examen, pero asegura: “No es una prueba de fuego, ya que Fira ha tirado adelante diferentes salones en los últimos meses”. Además, añade, “sabemos que todos los servicios públicos estarán a pleno rendimiento”. Varios son los sectores que ponen la mirada en el congreso que coincide con una temporada baja turística.
Un evento que genera 471 millones de euros
- Ediciones. El Mobile Word Congress (MWC) se celebra en Barcelona desde 2006. El actual contrato de la organización, GSMA, con la ciudad se extiende hasta 2023.
- Asistentes. Se prevé que acudan más de 108.000 profesionales de 200 países. De estos, el 50% son altos ejecutivos.
- Empresas. Acuden alrededor de 2.300 compañías expositoras. De estas, 197 son españolas.
- Impacto. El congreso genera 471 millones de euros durante los días que dura. Desde su aterrizaje en la ciudad, el impacto es superior a los 4.400 millones de euros.
- Empleos. Se crean 13.000 puestos de trabajo temporal durante el MWC. Las firmas de colocación temporal estiman que se generan hasta 15.000.
- Superficie. Se emplearán 120.000 metros cuadrados de Fira de Barcelona.
- Principales expositores. Son Ericsson, Huawei, Google, LG, Nokia, Qualcomm, Samsung, Sony Mobile, VMWare y ZTE.
- Cobertura. Más de 3.900 periodistas de todo el mundo se han acreditado este año.
- Hoteles. La organización ha bloqueado unas 27.000 habitaciones de la ciudad a precios acordados.
- Ocupación. Según el Gremio de Hoteles de Barcelona, los hoteles están llenos los cuatro días que dura el evento.
- Apartamentos. Según Airbnb, 45.000 personas usan la plataforma para alojarse ciudad, el 12,5% más que en 2017.
- Restaurantes. El gasto en restaurantes alcanza los 30 millones de euros.
- Discoteca. El gasto en restauración y ocio de los asistentes se espera que sea de 275 euros por día y persona.
El Gremio de Hoteles sostiene que sus establecimientos están a tope desde el domingo y, además, celebra que la mayoría de empresas ya ha cerrado las reservas para la edición del año que viene. Pero también apartamentos turísticos y hoteles de otras localidades de la provincia han llenado durante estos días. Ya el domingo podían verse algunas limusinas circulando por la ciudad, y los restaurantes y discotecas volverán a estar imposibles. En solo tres días, esperan facturar más de 20 millones. El Gremio de Restauración de Barcelona confía en que el Mobile ponga fin a una época marcada por la caída del consumo asociada al retroceso del turismo en la ciudad tras los atentados de La Rambla y el procés.
Es innegable el valor del congreso para la ciudad. “El MWC es esencial ya que pone a Barcelona en el mapa como capaz de albergar grandes eventos, deja mucho dinero y permita tener cosas como la Mobile Capital, que hace una cierta actividad de investigación a lo largo del año. Este año en particular, aparte de sorpresas que siempre hay, van a presentarse nuevos modelos de teléfonos Android, y demostraciones de la tecnología 5G”, explica el profesor del IESE, Josep Valor. “Aunque para mí, lo más relevante, y su importancia es debida a lo anterior, es que el jueves se va a anunciar si el congreso, aún con un contrato vigente, sigue en Barcelona o se va a Dubai”, añade.
El MWC dejará en la próxima semana 471 millones de euros en la ciudad y 13.000 empleos temporales. “Ser la sede del mayor evento mundial de una industria crítica para la economía como es todo lo que rodea a las comunicaciones móviles es un privilegio para cualquier ciudad del mundo”, sostiene Santi Román, director de los programas de Transformación Digital, Innovación y Emprendimiento de OBS Business School. No en vano, recuerda, muchas ciudades están dispuestas a arrebatar ese evento a la capital catalana. “Esta edición es aún más importante debido al complejo contexto político y el deterioro de la imagen y reputación de Barcelona a raíz de los atentados de agosto y los acontecimientos políticos de octubre. Esta edición del MWC es una gran oportunidad para revertir esta imagen negativa de los últimos meses”, afirma el profesor.
Los empresarios están seguros de que, sin huelgas ni movilizaciones previstas, Barcelona volverá a dar la talla. “Es una oportunidad magnífica para enseñar a los directivos de las grandes compañías que Barcelona funciona y que es una gran opción”, asegura Mateu Hernández, consejero delegado de la entidad empresarial Barcelona Global.
Frente común para preservar el evento
El organizador del Mobile World Congress, la GSMA, sigue con lupa, ha seguido con lupa la situación política catalana para evaluar “cualquier impacto potencial” para el evento. Ese aviso ha hecho que el Ayuntamiento de Barcelona y los empresarios de la capital catalana se haya volcado en el evento. “Se trataba de que notaran el caliu [la calidez] de las autoridades y de la ciudad y del país. Y la actitud de estas ha sido muy proactiva hacia la GSMA”, explica Mateu Hernández, de Barcelona Global.
Ante el peligro de que la organización del MWC pueda barruntar otro destino, la alcaldesa Ada Colau organizó el 1 de febrero un acto institucional para recibir a John Hoffman, el consejero delegado del congreso, al que pidió que asistieran también el delegado del Gobierno, Enric Millo, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, en lo que fue una imagen inédita en los últimos meses de unidad institucional. Además, Colau llamó al presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, para pedir que se uniera al acto. Allí, se comprometió a impulsar la candidatura de Barcelona como capital europea del 5G.
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