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En América Latina, el arte se disfruta en la red

80 instituciones culturales de la región se asocian con Google para digitalizar sus obras

Imagen del laboratorio cultural de Google en París.
Imagen del laboratorio cultural de Google en París.

Hace 50 años, los artistas Fernando Botero, Luis Caballero y Carlos Castro donaron algunas de sus obras al recién estrenado Museo de Arte Contemporáneo Minuto de Dios. Querían compartir sus creaciones con los vecinos del barrio obrero al noreste de Bogotá. Sin embargo, jamás imaginaron que años más tarde sus trabajos estarían expuestos en una vitrina virtual. Ni que una empresa llamada Google daría las herramientas tecnológicas para que su arte luciera al detalle por Internet.

La tecnología superó la realidad. Hoy en día el museo no solo ha sacado sus obras a la calle: las ha expuesto virtualmente al mundo con la completa digitalización que la institución comenzó en 2011.

Gustavo Ortiz, director del MAC (Museo de Arte Contemporáneo) asegura que son el primer museo de Colombia en haber subido sus más de 1.000 obras a la red gracias a la asociación con el Laboratorio del Instituto Cultural de Google. Un proyecto sin fines de lucro que nació hace cinco años acompañado con socios de 17 museos.

En la actualidad, más de 1.000 museos e instituciones culturales han permitido que las sofisticadas cámaras de Google entren a sus entrañas y capturen sus colecciones de arte en detalle. El instituto ofrece acceso gratuito a su plataforma para disfrutar de más de cinco millones de tesoros culturales, desde el Palacio de Versailles o el Guggenheim de Nueva York hasta la Bienal de Venecia, todas organizaciones sin fines de lucro.

Gracias al Instituto Cultural de Google, el MAC de Bogotá puede estar en contacto directo con los museos que forman parte de la organización. "La plataforma te da estadísticas sobre qué exposiciones son las más visitadas, es una nueva vía para que los artistas emergentes puedan posesionarse en el mundo del arte”, explica Gustavo Ortiz.

El museo recibe unas 15.000 visitas físicas al año. Virtualmente, unas 150.000. “Somos pequeñitos, con espacio reducido al público. La función principal del arte es llegar al mayor número de personas, por lo tanto, estas herramientas nos ayuda a tener otros tipos de presencia, por lo que hemos visto otras oportunidades importantes de generar exposiciones en línea”, dice Ortiz.

El director del MAC reconoce que fue “una labor un poco lenta al principio, por la captura de fotografías y la grabación con las cámaras Street View”. Pero los resultados son positivos. "Ayuda a museos como el nuestro, para abrirnos al mundo, ya que si lo hiciéramos nosotros, esto sería muy caro”, declara.

Para Laureant Gaveau, director del Laboratorio del Instituto Cultural de Google en Paris, quien trabajó previamente en el Palacio de Versailles y dice no ser experto en nada, los 25 ingenieros de la sede parisina “trabajan para digitalizar el arte”, apoyados por un pequeño grupo en Londres, Zúrich y Mountain View, donde Google tiene su sede.

Un equipo viaja por el mundo con las cámaras de la tecnología de la empresa. Art Camera, un aparato que digitaliza obras de arte en Gigapixel (1.000 píxeles) para explorar cada uno de los detalles de una pintura, que, incluso, pueden ser invisibles para un especialista. Y gracias a que han mejorado el sistema, “hoy en día es mucho más rápido y fácil tomar imágenes con un software que captura todos los pequeños detalles, en solo una toma”, dice Gaveau.

Realidad Virtual

Afortunadamente, la tecnología digital democratiza las oportunidades para que las instituciones culturales evolucionen de la mano con las nuevas tendencias. Con tours interactivos de 360 grados, vídeos e imágenes de alta resolución, millones de personas pueden, desde su hogar, dar un paseo por los tesoros culturales del mundo.

Dos ingenieros del laboratorio de arte de Google crearon el Cardboard, una pequeña caja de cartón equipada con dos lentes en la que se inserta un Smartphone. La herramienta tiene una amplia variedad de usos, desde la educación en el aula, hasta las artes escénicas. De hecho, el Instituto Cultural la ha abanderado como uno de sus principales fuertes.

Gaveau invita a los artistas jóvenes para que creen obras para realidad virtual. “La tecnología sigue siendo joven, pero va avanzando, y lo que estoy viendo es que hay muchos artistas que ya están creando trabajos para esta tecnología”, dice. Y ¿qué pasa con inteligencia artificial? “Lo discutiremos… Será algo que explorar”.

El museo digital también puede transportar al visitante hasta las ruinas de Machu Picchu, para con detalle, explorar artefactos de los incas. “Hay muchos museos en América Latina que quieren trabajar con nosotros, y allí también hay muchos proyectos de arte callejero. Así que cuando comenzamos con el Street art Project, lo hicimos con muchos socios en la región”, comenta Gaveau.

Aunque el programa Street Art se ha instaurado mundialmente es en “América Latina donde ha tenido una mayor acogida”, explica Sixtine Fabre, gerente de programa del Instituto Cultural. No por nada, los grafitis del barrio La Boca de Argentina han triunfado en Internet.

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