_
_
_
_

Su voz le delata: usted es un timador

La biometría vocal permite elaborar listas negras de voces de estafadores para evitar timos telefónicos a través del banco. Medio centenar de entidades financieras la utilizan

Guillermo Altares
EVA VÁZQUEZ

Con un teléfono, una dosis razonable de labia, cierto manejo de la información que circula por Internet y mucha paciencia se pueden burlar las barreras de seguridad de los bancos a través de sus centros de atención telefónica. La proliferación de este tipo de timos ha llevado a muchas compañías financieras, sobre todo de Estados Unidos, a implantar un sistema de reconocimiento de voz que permite que el estafador reincidente pueda ser detectado en cuanto pronuncie unas palabras. Se trata de listas negras de voces de defraudadores habituales. Y detrás del software que permite elaborarlas se encuentra una compañía española, Agnitio, una de las diez más importantes del mundo en biometría vocal, cuyos sistemas son utilizados por las policías de 40 países y que ahora se está volcando en el sector privado.

¿Cómo se puede lograr hacerse pasar por otra persona por teléfono si en teoría los operadores tienen que realizar una serie de preguntas de seguridad para comprobar la identidad del interlocutor? Shirley Inscoe, analista de la consultora especializada en servicios financieros Aite Group, explica: "Todos los timos a través de centros de llamadas se basan en usurpar una identidad. El timo más común consiste en contactar con centros de llamadas de forma reiterada y, utilizando técnicas de ingeniería social, lograr suficiente información hasta que consiguen hacerse pasar por el usuario. En ese momento, solicitan una nueva tarjeta de crédito y cambian la forma de autentificarse online".

Más información
Cazadores de voces
Un ‘software’ español destapó a Cahuzac
El final de las contraseñas

El teleoperador tiene ante sí una pantalla: una vez que entra la llamada, el sistema tarda entre cinco segundos (lo mínimo) y 15 (lo perfecto) en analizar la voz. Si es una persona que ya ha logrado realizar un timo —todas las llamadas se graban— saltan las alarmas. Nunca se utiliza un solo sistema. "No se utiliza sólo la huella de voz", explica Emilio Martínez, CEO de Agnitio. Su programa de biometría vocal es incorporado por otras empresas como Pindrop o Verim, que son las que ofrecen el sistema de seguridad completo.

"Es muy importante no generar falsas alarmas para no molestar a los clientes, por eso se combinan sistemas múltiples. Se analiza la voz, pero también la identificación de la llamada y lo que se llama la huella de la línea telefónica, que permite saber de dónde procede la llamada sólo por el sonido que genera la línea", explica Martínez. Si la llamada se ha realizado en uno de los países desde los que se producen más timos, como Nigeria, el teleoperador agudizará los sentidos y saltará la alarma si el cliente dice que llama desde un sitio diferente al que indica la línea, incluso si su voz no está fichada. La biometría es utilizada en los dos sentidos: cada vez más bancos piden a sus clientes que graben su voz y esta será suficiente para identificar al usuario y poder operar.

Las redes sociales proporcionan mucha más información pública de lo que creemos, y llamando varias veces teniendo en cuenta que se pasa de un operador a otro, aprovechando momentos en los que la guardia puede estar más baja (fines de semana por la noche), se pueden superar las preguntas de seguridad. Sobre el papel parece difícil que funcione. Sin embargo, aunque las instituciones financieras suelen evitar que los timos se difundan, en 2012 saltó a los titulares una estafa espectacular: Brandon Lee, un desertor del Ejército de EE UU, logró hacerse pasar por Paul Allen, entonces vicepresidente de Microsoft, y, con pasmosa eficacia, convenció al centro de atención telefónica de Citibank para que le enviasen una tarjeta nueva (a nombre del Allen) a su dirección (que estaba en Pittsburg, mientras que Allen vivía en Seattle). Recibió la tarjeta, la activó también por teléfono y empezó a utilizarla, hasta que fue descubierto y detenido.

Archivo sonoro

Cuando se ha producido un timo en un centro de atención telefónica bancario, la voz queda registrada y se incorpora a una lista negra de timadores.

Gracias a la biometría vocal, si la misma persona vuelve a llamar, salta una alarma y el operador sabe inmediatamente que debe alertar a seguridad.

Los nuevos sistemas biométricos permiten no sólo identificar voces en unos segundos, sino que también pueden detectar el lugar desde el que se realiza la llamada por el ruido particular de la línea. Si el interlocutor mantiene que llama desde un país diferente al que marca su línea, los operadores también avisan a seguridad. La mayoría de los estafadores operan desde determinados países.

Los bancos no hacen públicas normalmente las estafas que padecen, aunque los expertos elevan las cifras a cientos de millones. El timo más conocido afectó a un vicepresidente de Microsoft. Casi 50 bancos utilizan la biometría local.

Los timadores combinan la persuasión con datos personales que circulan por Internet para suplantar la personalidad del cliente y pedir un cambio de dirección para las tarjetas. EE UU es el país más afectado.

"No es fácil cifrar la magnitud del problema porque los bancos no son proclives a revelar las pérdidas producidas por fraudes, pero estamos hablando de cientos de millones, tal vez de miles de millones", explica Dan Miller, analista de la consultora Opus Research, que analiza la industria tecnológica. Miller acaba de publicar un informe titulado "La detección del fraude en tiempo real", dedicado al uso de la biometría vocal aplicada a la seguridad bancaria. "Nuestro censo indica que 46 instituciones financieras utilizan la biometría vocal para detectar el fraude, pero también para autenticar a los clientes. Creemos que ya hay ocho millones de clientes identificados por la voz en todo el mundo", prosigue Allen.

Agnitio, la primera del mundo que desarrolló un sistema de biometría vocal preciso, saltó a la fama cuando su programa de reconocimiento de voz, llamado Batvox, permitió procesar a un ministro francés, Jérôme Cahuzac, que había sido grabado operando una cuenta en Suiza cuya existencia había negado. También sirvió para condenar al etarra Igor Portu —es tan preciso que se admite como prueba en sede judicial— porque realizó la llamada para advertir de la colocación de una bomba en la terminal 4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006.

Emilio Martínez acaba de regresar de México, cuya policía utiliza este sistema para comprobar que las voces de sus agentes no están relacionadas con ningún crimen. Sin embargo, afirma que actualmente la venta del software a bancos representa ya el 20% de su negocio, sobre todo a clientes estadounidenses, aunque ya hay entidades financieras españolas que se han interesado. El negocio de Agnitio, participada por dos sociedades de capital riesgo, una española (Nauta Capital) y otra francesa (Elaia Partners), sigue estando en un 95%, fuera de España. Con 30 empleados, su sede está en la Gran Vía madrileña.

La biometría vocal está mucho más generalizada de lo que parece. La Hacienda de Nueva Zelanda tiene identificadas ya un millón de huellas vocales, mientras que la Seguridad Social de Sudáfrica almacena siete millones. En ambos casos, el objetivo es la lucha contra el fraude. En el caso de España, la Guardia Civil es pionera en el uso de las huellas vocales para las investigaciones policiales y tiene uno de los mejores laboratorios científicos del mundo en este terreno. Una investigación de la agencia Associated Press a finales de 2014 reveló que hay almacenadas al menos 65 millones de huellas vocales por parte de empresas y gobiernos de todo el mundo y que se trata de uno de los sectores tecnológicos que está viviendo un crecimiento más amplio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_