La pantalla plana deja obsoleto el reciclaje de televisores
Funcionan aún 1.900 millones televisores con tubos de rayos catódicos, que serán desechados.
Dos inspectores del organismo que investiga los residuos peligrosos en California visitaron el año pasado una empresa de reciclaje cerca de Fresno y se encontraron con un almacén abarrotado de decenas de miles de viejos monitores de ordenador y televisores.
La capa de cristal roto y el polvo cargado de plomo eran tan espesos que los inspectores tuvieron que abandonar el lugar por razones de seguridad. Semanas después, el propietario de la empresa recicladora desapareció, y dejó tras él un lugar de alto riesgo tóxico y una costosa labor de limpieza.
Hace años, reciclar monitores y televisores era rentable. Los grandes tubos de cristal que contenían, conocidos como tubos de rayos catódicos o TR, se fundían y se convertían en otros nuevos.
Pero la tecnología de pantalla plana los ha dejado obsoletos, ha diezmado la demanda de cristal reciclado de los tubos y ha creado lo que los expertos del sector denominan un “tsunami de cristal” a medida que se acumulan reservas de material inútil. Se calcula que en todo el mundo funcionan aún 1.900 millones de TRC que al final serán desechados.
“La recogida de residuos es mayor que nunca, pero la demanda de cristal proveniente de los mismos es más baja que nunca”
Las empresas de reciclaje han obtenido pagos de Estados y empresas de productos electrónicos para deshacerse de las viejas máquinas. Algunos han desarrollado una nueva tecnología para limpiar el plomo del cristal. Pero el grueso de esos residuos se ha desechado de maneras que, según los expertos, son destructivas para el medio ambiente.
“En la actualidad, el problema es que la recogida de residuos es mayor que nunca, pero al mismo tiempo la demanda de cristal proveniente de los mismos es más baja que nunca”, dice Neil Peters-Michaud, de la empresa de reciclaje Cascade Asset Management.
Hay unos 300 millones de kilos de cristal guardados en almacenes de todo Estados Unidos, y costará entre 85 y 360 millones de dólares reciclarlos de manera responsable, según un informe publicado en diciembre por TransparentPlanet, una organización que se dedica a la investigación de residuos electrónicos.
Hace poco más de una década existían al menos 12 empresas en Estados Unidos y 13 más en todo el mundo que utilizaban el cristal de los tubos de rayos catódicos para producir tubos nuevos. Pero ahora solo hay dos en India que se dediquen a ello.
La mayoría de esos tubos han sido sustituidos por paneles planos que utilizan luces fluorescentes con mercurio tóxico, según Jim Puckett, director de Basel Action Network, un grupo de defensa del medio ambiente. Las pantallas planas de los televisores y monitores LCD, por ejemplo, tampoco tienen un gran valor de reciclaje, de modo que muchas empresas las envían a vertederos.
En EE UU no se realiza un seguimiento suficiente de los residuos electrónicos, y todavía se desechan grandes cantidades a través de subastas públicas o en Internet, según un informe publicado el año pasado por la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (ORG). Los residuos se suelen vender a contratistas que prometen gestionarlos apropiadamente, pero que acaban ofreciendo la parte más tóxica a subcontratistas. La ORG descubrió que parte de estos desechos son vertidos ilegalmente en países en vías de desarrollo.
Las empresas de reciclaje creen que todavía se puede ganar dinero procesando los viejos monitores y televisores. Pero prácticas como el “lavado verde”, por el que algunas compañías fingen adoptar métodos de eliminación de residuos responsables desde un punto de vista ecológico, obstaculizan el progreso. “Se quedan con los ordenadores, los móviles y las impresoras cuyo reciclaje puede ser rentable porque contienen más metales preciosos”, dice Karrie Gibson, consejera delegada de Vintage Tech Recyclers. “Después almacenan los TRC, o se deshacen de ellos en vertederos o en el extranjero”.
© 2013 New York Times News Service.
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