Delta, multada con 2.500 dólares por cada descarga de su aplicación
La aerolínea norteamericana, sancionada por saltarse la privacidad de sus clientes
El fiscal general de California, después de un mes como periodo de gracia para que cambiase las condiciones de uso y avisase a los usuarios, ha decidido multa a la aerolínea Delta por violar las normas de privacidad.
Según la ley de este estado, todos los desarrolladores que atesoren datos de residentes en California tendrán que advertirlo a los usuarios o tendrán que afrontar una multa de 2.500 dólares por descarga, como es el caso de Delta. Durante el mes que tuvieron para reaccionar, ni alertaron a sus clientes, ni actualizaron la aplicación.
El programa de Delta, que funciona así desde 2010, inicialmente en iPhone y después también en Android, almacena sin previo aviso el nombre del usuario, los datos de su perfil en la aerolínea, fotografías y su localización geográfica.
Kamala D. Harris, que es como se llama el responsable jurídico, se muestra contundente en el comunicado emitido por el Departamento de Justicia de California: “Perder el control sobre la privacidad personal no debe ser el coste de tener una aplicación en el móvil, pero demasiado a menudo lo es. La ley de California es clara, almacenar información personal requiere avisos previos sobre los datos que se van a tomar y el uso que se hará de los mismos. A partir de ahí, que sean los usuarios de esas aplicaciones los que decidan si merecen su confianza o no”.
No es la primera vez que se vulneran los datos del usuario y se utiliza la aplicación del móvil para conseguir datos adicionales almacenados en el teléfono, pero sí es la primera multa que va más allá de la advertencia o amonestación menor. En febrero, Path, una aplicación que integra varias redes sociales ya fue objeto de críticas e investigación. En su caso sucedía solo con los móviles de Apple. Este agregador tomaba los números de teléfono y direcciones de correo electrónico de los contactos. En esa ocasión, el consejero delegado de la empresa, Dave Morin, se apresuró a pedir disculpas en el blog corporativo y actualizaron el programa.
Esto no evitó el disgusto de sus clientes. Sentían que, a pesar de los cambios, nada les garantizaba que los datos almacenados se hubieran destruido. Entre las aplicaciones sospechosas también estaban FourSquare. Su director de comunicación, Erin Gleason, hizo una aclaración: “No guardamos los datos de nadie. Cuando alguien quiere contactar a sus amigos accedemos a la agenda a través de una conexión segura y los añadimos a los contactos, pero no tomamos ningún dato más allá ni con ningún fin adicional". Yelp, Gowalla y FoodSpotting también estaban entre las infractoras potenciales.
Justo después de esta polémica, el Congreso de Estados Unidos contactó con Apple para que revisara los términos de uso los programas de que ofrecía en su AppStore. El 22 de febrero, justo una semana después de la polémica de Path, las empresas más importantes del sector tecnológico con tienda de aplicaciones propia se comprometían a respetar esta normativa. Amazon, Apple, Google, Hewlett-Packard, Microsoft y Research In Motion (creadora de los móviles Blackberry) firmaban un acuerdo en el que se les daba seis meses para revisar el contenido y advertir a los desarrolladores que no lo respetasen.
Según datos de la fiscalía de California, solo el 5% de las aplicaciones explican de alguna manera los datos que se toman del teléfono y el uso que se hará de los mismos. La estimación de Harris es que hay más de medio millón de desarrolladores en las principales plataformas y que en 2015 se habrán descargado más de 98.000 millones de aplicaciones en un mercado de 6.800 millones de dólares.
La sombra del almacenamiento de datos sin permiso también se cernía sobre dos de los servicios más populares en móviles: Facebook e Instagram. En febrero, cuando saltó la polémica, la segunda todavía no era propiedad de la primera, pero sí en junio cuando la red social decidió acatar esta medida en todas sus aplicaciones, tanto móviles, como en la versión web. El 30 de octubre fue la última vez que el Departamento de Justicia lanzó un comunicado para recordar a los desarrolladores la necesidad de respetar estas medidas.
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