El colectivo Linux se felicita de su implantación empresarial y espera consolidarse en 2005
Andreu Ibáñez, responsable de 'Business Linux' en el SIMO, aplaude el apoyo de la Administración pública al código abierto
El desarrollo de Linux en España se vincula directamente con la implantación del software libre en la Administración Pública. Andreu Ibáñez, responsable del área de Linux para empresas en esta edición del SIMO, considera que la situación en nuestro país está muy avanzada, comparada con otros países de nuestro entorno, pero augura que los mejores años están por llegar. La irrupción de este software incluso en las escuelas ofrece además un buen caldo de cultivo para ahondar en la implantación empresarial del código libre.
El número de metros cuadrados que este año ofrece el SIMO a los diferentes expositores dedicados al código libre es mayor que en la anterior edición. Hay más superficie y también más movimiento. Empresas, pero sobre todo representantes públicos presentan sus últimas ofertas relacionadas con Linux. Para Andreu Ibáñez, también responsable de Hispalinux, el crecimiento de las empresas que giran hacia el software libre es más que reseñable. Tras un año muy positivo, 2005 promete consolidar y agrandar el mercado.
El respaldo público, fundamental
Extremadura y Andalucía (junto con Valencia) fueron las pioneras en dar el salto y es en esas comunidades dónde más se nota la implantación empresarial del código abierto.
La apuesta no sólo se queda en el corto plazo sino que, gracias a los diferentes programas educativos en los que se enseña a los menores a trabajar con Linux, la Administración está formando una futura cantera de trabajo que ya se habrá acostumbrado a herramientas diferentes de las habituales.
La implantación de software libre "en la administración está creciendo de una manera espectacular y este año que viene va a ser todavía más espectacular", afirma. La iniciativa pública crea además "un caldo de cultivo para que las empresas vayan dando servicios". "El mercado está en eclosión", afirma e "irá creciendo poco a poco, con la administración tirando de él".
Un coste "un poco menor"
Gracias a ese empuje público, cada vez más empresas mudan algunos de sus servicios a estas plataformas. Se trata, por una parte, de empresas pequeñas, "gente que siempre lo ha utilizado, linuxeros de toda la vida o gente que tiene sus técnicos que saben de Linux". También hay grandes corporaciones que hoy en día se ponen la camiseta de Linux. Ibáñez recuerda que "España es un país de las pymes" e incluso de micropymes, por lo que a éstas ha de adjudicarse "el 80% de la facturación del producto".
En un primer momento esta migración se producía gracias al menor coste de los sistemas (licencias de programas, distribución de los mismos y posibilidad de adaptación). Mudarse a sistemas libres supone una ahorro, afirma Andreu Ibánez, pero no hay que esperar un mundo gratis donde nada cuesta dinero.
"Cuesta menos, pero no mucho menos, quien te diga eso no sabe donde se ha metido. Hay un coste menor, pero un poco menor, hay que mirar todos los costes", por ejemplo en licencias y soporte. Pero lo que más agrada a juicio de Ibáñez a los empresarios es la posibilidad de modificar los programas a su gusto, personalizarlos y distribuirlos libremente dentro de su organización.
La seguridad
Pero ahora son cada vez más los que ven en la seguridad del paquete y en el menor nivel de permeabilidad al 'código maligno' los suficientes atractivos como para dar el paso. Lo primero, en todo caso, es hacer que los empresarios comprendan la naturaleza de estas ventajas.
Muchos de ellos, según Andreu Ibáñez, "no son capaces de darse cuenta de que sus empleados pierden una hora al día en ver el correo electrónico porque tienen que buscar entre cientos de mensajes qué es lo que les interesa", pues se trata de temas en muchos casos demasiado técnicos, y en las empresas pequeñas puede no haber una persona especializada en estos asuntos.
La moda como motor
Tras unos meses de fuerte presencia mediática de las diferentes vulnerabilidades del software propietario y de una corriente de opinión cada vez más favorable al código libre, Ibáñez no niega la importancia del modismo, de la tendencia, en la penetración de esta alternativa empresarial. Con la opinión pública a favor se han reproducido las inversiones públicas que, es cuestión de tiempo, repercutirán en el sector privado.
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