La puesta en libertad de un detenido por el 11-M cuestiona las técnicas del FBI para analizar huellas
Surgen dudas sobe la fiabilidad del análisis de copias digitales
El FBI ha decidido revisar el procedimiento utilizado para identificar las huellas dactilares, después de que el análisis de la copia digital de una huella hallada tras los atentados del 11 de marzo en Madrid llevara a la detención de un abogado convertido al Islam, que tras 17 días en prisión tuvo que ser liberado. La policía española, que ya había manifestado sus dudas sobre esta identificación, logró establecer una correspondencia entre la huella original y un ciudadano argelino, descartando la implicación del ciudadano estadounidense en los atentados.
El pasado martes se hizo pública la documentación del proceso judicial que llevó a la cárcel a Brandon Mayfiel, un estadounidense de 37 años convertido al Islam y residente en Pórtland, que fue detenido tras identificar el FBI sus huellas como las encontradas por la policía española en una bolsa de plástico presente en uno de los escenarios de los atentados del pasado mes de marzo.
El FBI aseguró entonces que las huellas de la bolsa y las de Mayfield eran las mismas, "con un 100%" de seguridad. Como consecuencia se vinculó a Mayfield con terroristas islámicos y se le detuvo y encarceló durante 17 días. Lo que tardó la policía española en identificar las huellas como las del argelino de 34 años Ouhnane Daoud, quien tenía residencia legal en España. Las huellas se encontraban en una bolsa azul de basura localizada en una furgoneta Renault Kangoo utilizada por los terroristas del 11-M y que fue hallada por la policía el mismo día de la masacre cerca de la estación de Alcalá de Henares.
Fiabilidad del análisis de copias digitales
Según informaba ayer el diario estadounidense The New York Times -que dedica un editorial muy crítico con los métodos de investigación utilizados-, el FBI achaca el error a que la copia digital de la huella que enviaron a Estados Unidos las fuerzas de seguridad españolas era de una calidad muy pobre. Pese a ello, el diario estadounidense critica que los investigadores del FBI no analizasen la huella original cuando pudieron hacerlo, en un encuentro que mantuvieron con colegas españoles el 21 de abril.
Como resultado, los laboratorios que la agencia federal tiene en su sede de Quantico han empezado a revisar el procedimiento de identificación utilizado en este y otros casos, centrándose en el análisis de la fiabilidad que ofrece la identificación a través de copias digitales de huellas dactilares, en lugar de con un original. El error podría deberse al efecto que causa la captura digital de imágenes sobre los degradados. Para evitar suspicacias sobre esta investigación, se prevé permitir la participación de expertos ajenos a la agencia.
El error supone un duro golpe para el FBI, que por el momento considera difícil ponderar como ha afectado el caso a la reputación de sus laboratorios. "Nos tomamos este tema muy en serio, pero preguntarse por el impacto que tendrá en el futuro es muy difícil. No creo que podamos responder a eso", afirman las fuentes citadas por The New York Times.
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