La huella dactilar que el FBI adjudicó a un abogado de EE UU es de un argelino

La Comisaría General de Policía Científica ha logrado identificar las huellas dactilares halladas en la furgoneta utilizada en el 11-M donde se localizaron siete detonadores y una cinta coránica. Y dichas huellas de los dedos medio y pulgar de la mano derecha no corresponden a Brandon Mayfield, un abogado estadounidense de 37 años, tal y como afirmaba el FBI, sino al argelino de 34 años Ouhnane Daoud, quien tenía residencia legal en España, según informó ayer la policía.

Las huellas se encontraban en una bolsa azul de basura localizada en una furgoneta Renault Kangoo utilizada por los terroristas del 11-M y que fue hallada por la policía el mismo día de la masacre cerca de la estación de Alcalá de Henares.

Las huellas eran incompletas y han sido sometidas a varios exámenes de lofoscopia. Antes habían sido enviadas a través de Interpol a los servicios antiterroristas de todo el mundo. Sólo el FBI dijo haberla identificado y que correspondía a Mayfield, detenido en Portland (Oregón), tras alegar que había hecho una proyección informática que permitía revelar y completar la totalidad de la huella. La policía española siempre dudó de la identificación hecha en EE UU.

Mayfield fue puesto en libertad ayer, por orden de un tribunal federal estadounidense, después de que las autoridades españolas informaran de que las huellas eran del argelino Daoud, informó anoche Efe. Mayfield, musulmán, fue detenido a finales de abril como testigo y no había sido acusado de ningún delito. "Esto demuestra que existe una caza de brujas total", declaró su hermano Kent Mayfield. El abogado del estadounidense rehusó dar detalles sobre la decisión porque una orden judicial impide hablar del caso con la prensa. Al conocer el hallazgo de la policía española pero antes de la liberación de Mayfield, su madre declaró: "Son las mejores noticias que hemos tenido porque esto demuestra que Brandon es inocente. Y también lo sabe la gente, que se preguntaba cómo había podido aparecer su huella dactilar en Madrid".