Ángela García Valdés: “Lo más peligroso en la red son las imágenes completamente inocentes convertidas en sexuales”
La especialista del Instituto Nacional de Ciberseguridad habla de los delitos sexuales digitales y de una tendencia al alza en los llamados ‘deepfakes’ que preocupa al organismo


Tal vez sea por su profesión que Ángela García Valdés no quiere decir en qué año nació aunque sí la ciudad, León, donde también está el edificio en el que lleva unos 14 años, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). Dice, al teléfono, que son “datos personales que no hacen falta” y también tal vez ella sea una de las personas que mejor sabe por qué esos datos que muchas veces se dan casi sin pensar “no hacen falta”. Ahora es técnica de la Línea de Ayuda en Ciberseguridad, un teléfono, el 017, al que cualquiera puede llamar todos los días del año de 08.00 a 23.00 si pasa algo en ese segundo mundo en el que prácticamente toda la población se mueve ya, el virtual.
Y hay una cifra que la técnica afirma que desde el Incibe “gusta dar” porque evidencia la “conciencia cada vez mayor” de la ciudadanía, es la de las consultas: “Atendemos tanto preventivas como reactivas y en 2024, y la tendencia es esta, de las 98.546 ha habido un 54% preventivas, un 46% reactivas”. Aún así, a través de la red operan de manera creciente tanto los fraudes como el acoso, la extorsión o la violencia de género, en múltiples formas. Esta violencia a través de los teléfonos crece en las estadísticas; la presencia cada vez mayor de menores en la red es una preocupación creciente de instituciones y organismos; y en los últimos meses se han cerrado varios grupos privados en redes sociales donde se compartía contenido de mujeres sin su consentimiento. Entre todos los delitos que se perpetran virtualmente, los sexuales son, dice García Valdés, “muy difíciles de prevenir y muy peligrosos”.
Pregunta. ¿Les han llegado avisos sobre esto?
Respuesta. En la línea de ayuda, sobre estos foros concretos, no, pero otras consultas sobre sexting, sextorsión, privacidad o identidad digital sí que están en nuestro día a día.
P. ¿Dónde? ¿Hay alguna red en la que se esté dando de forma mayoritaria?
R. No tenemos evidencia de que se dé más en uno que en otro canal. Ninguna red social, incluido WhatsApp, está libre de que pase esto.
P. ¿Cuándo comenzó a suceder de forma más extensa?
R. En general, desde que las redes sociales tienen un mayor auge. En lo que sí vemos una tendencia creciente desde hace algo más de un año es en las imágenes modificadas con inteligencia artificial. También con menores.
P. ¿Preocupa especialmente esto en el INCIBE?
R. Sí, sí, porque es un tipo nuevo, y está pasando tanto en adultos como en niños, y con imágenes que ya tenían connotación sexual pero también con otras que no. Lo que más está llamando la atención y lo más peligroso en la red son las imágenes completamente inocentes convertidas en sexuales. Una foto que esté colgada en una red social, aunque se tenga el perfil privado, o la de WhatsApp, la puede coger cualquiera y modificarla, crear después perfiles en OnlyFans con esa foto, y hacer daño, o comenzar una extorsión. Los propios niños lo están haciendo a compañeros, aún no llegan a ser conscientes del daño que pueden generar.
P. ¿Supone gran parte de las consultas que reciben?
R. Respecto a menores, en primer lugar son los problemas de privacidad y reputación y en segundo, la suplantación de identidad, que están muy relacionados. En tercero, la extorsión. Y, respecto a la ciudadanía en general, los delitos que tienen que ver con la violencia sexual no están en el top 10, pero eso no significa que no se den. Puede ser que no nos estén llamando a nosotros, y que se estén poniendo en contacto con el 016, por ejemplo, que es la línea de ayuda a víctimas de violencia de género. Nosotros también colaboramos con ellos. Muchas veces, cuando nos entra algún caso, damos nuestras pautas técnicas y psicosociales, y les aconsejamos llamar al 016, porque la violencia digital es una parte también de la violencia de género.
P. Ha dicho que dan pautas psicosociales, ¿tienen también especialistas en este ámbito?
R. Sí, nuestro equipo también está compuesto por psicólogos, precisamente por este tipo de casos, mayores de edad y menores. Son personas que nos llaman con un alto nivel de estrés.
P. ¿Y en cuanto a las pautas técnicas? En casos por ejemplo de sextorsión.
R. En primer lugar, siempre, no ceder al chantaje, porque nunca vas a tener garantías de que esa extorsión vaya a finalizar, sino todo lo contrario. Después, intentar cortar la comunicación con esa persona, y si es alguien conocido, por ejemplo, intentar explicarle que lo que está haciendo podría constituir un delito. Luego bloquear el perfil de esa persona, en todos los lugares en los que lo tengamos; reportarlo en las plataformas explicando la situación para que ellos tomen medidas sobre el perfil. Y guardar todas las evidencias posibles, mensajes, conversaciones, capturas de pantalla de imágenes, todo, e interponer una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.
P. ¿Y en casos como el de encontrar que alguien está publicando contenido propio sin consentimiento?
R. Se puede realizar una práctica que se llama egosurfing, que es hacer una búsqueda sobre tu propia información. Si por ejemplo tienes imágenes en redes sociales, puedes hacer una búsqueda para ver si están publicadas en alguna otra plataforma o web. En caso de encontrar algo, habría que solicitar la retirada de este contenido a la página; si no hay respuesta positiva, se puede denunciar ante la Agencia Española de Protección de Datos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque repito, es un delito.
P. ¿Que evoluciona?
R. Lógicamente ha habido una evolución digital y con ella una vía más para cometer estos delitos que ya se daban en el plano físico, y otros que hace tres años no existían, como los que se dan a través de la inteligencia artificial. Y luego está también esa falsa sensación de privacidad que quizá pueda llegar a fomentar más este tipo de delitos, pensar que se está detrás de un ordenador y nadie sabe quién eres cuando realmente se está dejando una huella cada vez que hacemos cualquier cosa en la red. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sí saben quiénes son.
P. ¿El INCIBE tiene capacidad de actuar de forma proactiva?
R. ¿Con los ciberdelincuentes o con las víctimas?
P. Los responsables del delito primero.
R. Nuestra competencia para la prevención está en la formación, pero realmente desde nuestro ámbito es difícil intentar prevenir a un ciberdelincuente.
P. ¿Y en cuanto a las víctimas?
R. Ahí sí se pueden dar acciones de prevención, como tener cuidado con qué tipo de contenido se comparte en internet y con quién, o si se tienen privadas o abiertas las redes sociales. Son acciones con las que intentar minimizar el riesgo, pero no hay que olvidar que estos casos se pueden dar con desconocidos, pero también con tu pareja. En general, es difícil de prevenir. Siempre hay que tener en cuenta que de lo que se sube a Internet, se pierde el rastro. Aunque se borre al segundo, ya está ahí, alguien ha podido hacer una captura de pantalla, por ejemplo.
P. ¿Hay consejos añadidos cuando se trata de menores?
R. Son los mismos, pero es más complicado.
P. ¿A qué se refiere?
R. Un ejemplo. Yo doy muchas charlas a niños, y a veces les digo “¿tenéis el perfil cerrado?”. Y me dicen “sí”. Pero de repente algunos tienen cientos o miles de seguidores, es decir, que están aceptando a todo el mundo, creando una falsa sensación de seguridad en ellos mismos. Y tengo una anécdota con una adolescente que quería ser influencer, compartía fotos, etc., que también lo explica. Ella me decía que lo tenía cerrado para protegerse, y que aceptaba a todo el mundo menos, me dijo, “a los viejos verdes”. Ahí pudo entrar la reflexión, le pregunté cómo sabía que no era “un viejo verde” uno de esos seguidores, que se había creado un perfil con la foto de otra persona. Están entrando en esa conciencia de que tienen que protegerse y del peligro que existe, pero muchas veces no llegan hasta el final. Puede ser por una falta de educación generalizada en la sociedad, y evidentemente también en niños y adolescentes. Muchas veces les estás dando un móvil, sin más, y tiene que ir con un acompañamiento, que conozcan los riesgos, cómo protegerse y cómo actuar si algo les pasa.
El 017 es el teléfono de atención del INCIBE para menores, adultos y empresas. Se puede contactar todos los días del año de ocho de la mañana a once de la noche. También, en esa misma franja horaria, se puede contactar por WhatsApp (900116117), por Telegram (@INCIBE017) o enviar a través de su página un formulario con la consulta.
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