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La policía investiga los móviles y las redes sociales de las mellizas fallecidas en Oviedo

Los compañeros de las menores las describen como buenas estudiantes y muy integradas

Un agente de la Policía Local y una ambulancia, el viernes ante el portal donde residían las dos menores en el barrio de La Ería, en Oviedo. Foto: MANU BRABO | Vídeo: EFE
Jacobo García

Unas velas sobre las escaleras de la calle donde vivían y las banderas a media asta del Ayuntamiento recordaban este sábado el fallecimiento de dos mellizas de 12 años el día anterior en Oviedo. Un “trágico suceso” en el que no hubo “intervención de terceros” fue la única explicación oficial de la policía. Las investigaciones se centran en conocer los motivos por los que las menores cayeron del sexto piso del bloque en el que residían la mañana del viernes. Mientras que el entorno escolar y vecinal insiste en que se trataba de unas niñas “perfectamente integradas”, con padres cariñosos y pendientes de ellas, la policía investiga entre profesores y vecinos algún detalle que arroje pistas.

Los hechos ocurrieron sobre las nueve de la mañana en un edificio de seis plantas en la capital asturiana. Los gritos del padre pidiendo ayuda alertaron sobre la tragedia al resto de vecinos. Según la agencia Efe, que cita fuentes policiales, las menores dijeron que iban al colegio y cerraron la puerta del cuarto piso, donde vivían, pero dejaron las carteras en las escaleras y subieron a la sexta planta, desde donde se precipitaron al patio. La familia, procedente de Rusia, lleva dos años residiendo en el apartamento con un tercer hijo dos años menor. A la hora del suceso, el niño estaba en el colegio público donde estudiaban todos, y fue una amiga de la familia quien acudió a recogerlo antes de tiempo para reunirlo con sus padres, que en ese momento recibían ayuda psicológica. Solo hace unos días las niñas habían celebrado su cumpleaños.

Los testimonios recogidos por este periódico a la puerta del colegio entre madres y compañeros de las menores coinciden en señalar que eran buenas estudiantes y que estaban muy integradas en el colegio. Sus compañeros las recuerdan jugando o haciendo grupo con el resto de los alumnos de su clase. Desde el colegio se ha sabido que eran niñas “muy educadas y buenas estudiantes”, que una de ellas pintaba de maravilla y que recientemente habían participado en la venta de papeletas para sufragar el viaje de fin de curso a Madrid que estaba previsto para el martes. Según la televisión local asturiana, TPA, la investigación policial no encuentra hasta el momento “circunstancias anómalas en su entorno”.

La policía se centra en estudiar los teléfonos móviles de las niñas, rastreando sus últimas actividades y sus interacciones en redes sociales a la búsqueda de claves que puedan explicar su muerte. “Las redes sociales hacen mucho daño”, fue lo único que dijeron a este periódico fuentes de la Policía Nacional.

Los padres de las menores se casaron en 2018 y llevaban desde entonces viviendo en Oviedo, a escasos 10 minutos andando del colegio. Entre la comunidad de rusos y ucranios en Asturias la noticia ha caído como un jarro de agua fría. Los padres estaban muy comprometidos contra la guerra en Ucrania y habían participado en recogida de ayuda para enviar a aquel país.

Paralelamente, el fallecimiento de las menores ha introducido con fuerza los problemas de salud mental en el debate electoral que se vive en Asturias. El tema fue tratado por los candidatos a la presidencia del Principado en el último debate televisivo (antes del suceso), pero incluso la protesta de médicos asturianos de este sábado terminó siendo un reclamo colectivo a las autoridades para que dediquen más recursos a un tema que preocupa en la calle y en los colegios. Los expertos apuntan a un incremento de las conductas suicidas en menores en toda España sobre todo desde la pandemia. Los últimos datos que se tienen de suicidios en menores de 15 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), son de 2021. Estos datos apuntan a que 22 niños se quitaron la vida en España, lo que supone un 57% más que en 2020. Los teléfonos de ayuda registraron en 2022 casi 750 llamadas de menores en riesgo de suicidio y los expertos piden que exista la figura del psicólogo en los centros educativos para detectar y ayudar a los menores en peligro.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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