Paris Hilton relata cómo fue drogada y violada con 15 años: “Tengo visiones de él encima de mí, tapándome la boca”
La empresaria publicará sus memorias el 14 de marzo, en las que detallará más capítulos de su vida que no han visto la luz, como los abusos sexuales que vivió en la adolescencia o el aborto al que decidió someterse con 20 años
A la espera de que las memorias de Paris Hilton (Nueva York, EE UU, 42 años) vean la luz el próximo 14 de marzo, la empresaria se encuentra inmersa en la promoción del libro en el que relata los capítulos más complicados de su vida: desde episodios de abusos hasta su lado más activista. Lo que probablemente no le haya dado tiempo a incluir en el volumen es su reciente maternidad, por vientre de alquiler, anunciada hace apenas un mes. En una de sus últimas entrevistas, en este caso con la revista Glamour —en sus ediciones británica y española—, Hilton se abre en canal para hablar de todo aquello que no había contado hasta ahora: la traumática experiencia que sufrió a los 15 años y el aborto que vivió a los 20.
Paris Hilton denuncia que fue violada a los 15 años por un chico al que conoció, junto a su pandilla, en el centro comercial Century City, en Los Ángeles, California. “Un día nos invitaron a su casa y nos dieron vino”, recuerda sobre el encuentro, al que acudió con una amiga. La empresaria y dj rememora, casi 30 años después, cómo fue obligada a beber: “Yo no bebía, así que con uno o dos sorbos empecé a sentirme mareada y aturdida. No sé qué le puso, supongo que fue un sedante”. Hilton se despertó unas horas después, aquella amiga ya se había marchado y ella sabía que algo había pasado esa noche: “Tengo visiones de él encima de mí, tapándome la boca y diciéndome: ‘Estás soñando’, mientras me susurraba al oído”.
Hilton ya había hablado en la revista People, hace casi tres años, y en The New York Times, el pasado octubre, sobre los abusos sufridos en Provo Canyon, la estricta escuela de Utah en la que estuvo internada durante dos años. Pero nunca había contado esa violación. Como tampoco había hablado acerca del aborto al que se sometió a los 20 años. “Era algo de lo que no quería hablar porque pesaba mucho la culpa y la vergüenza. Yo era una cría y, claramente, no estaba preparada para ello”, explica la modelo a Glamour.
No se trató de un aborto natural, sino que fue decisión de Hilton someterse al proceso. Una decisión que ahora le sirve para defender los derechos de las mujeres: “Es importante que se hable de esto. Hay mucha [discusión] política alrededor del aborto cuando, al fin y al cabo, se trata del cuerpo de la mujer. ¿Por qué tiene que haber una ley? Es tu cuerpo y tu decisión. Me explota la cabeza sabiendo que están creando leyes sobre lo que puedes hacer con tu salud reproductiva cuando, si fuera al revés, con los tíos, seguro que no sería así en absoluto”. En Estados Unidos, el derecho federal al aborto, posibilitado por la sentencia Roe contra Wade —de 1973—, fue suprimido en junio de 2022. Fue precisamente Donald Trump —amigo de la familia Hilton y a quien ella reconoció haber votado en las elecciones— quién llevó la propuesta a los jueces del Tribunal Supremo.
Nadie mejor que la empresaria para hablar sobre cómo se siente al no tener la potestad sobre su cuerpo. En 2003, se filtró un video privado de Hilton manteniendo relaciones sexuales con su novio de aquella época, Rick Salomon, grabado cuando ella tenía 19 años. Poco tardó en hacerse viral, a pesar de que en ningún momento ella aceptó grabarlo, convirtiéndose en víctima de una humillación pública que la cambió para siempre. Un año después, su ex vendió una versión todavía más larga del vídeo y titulándolo como: Una noche en Paris. “Fui denigrada cuando se publicó. Me hizo parecer como que era la mala y nadie se fijaba en que había también un hombre adulto. Está siempre en mi cabeza. Voy a ser juzgada el resto de mi vida por una noche. Por alguien de quien estaba enamorada. La gente piensa que soy mala o que soy una zorra por algo que hice con una persona que era mi pareja y que suponía que nunca debía ser público”. En España, en la actualidad, la difusión de imágenes sin la autorización del afectado es delito y conlleva penas de prisión entre tres meses y un año.
En la entrevista con Glamour, Hilton también relata por primera vez un episodio de abusos con un profesor del instituto: “Yo era una chica muy joven y fui manipulada. Se aprovechó de una niña. Bloqueé lo sucedido, no lo recordé hasta años después. Me llamaba por teléfono todo el tiempo, coqueteando conmigo, intentando meterme en la cabeza que yo era una mujer madura”. Hasta que, al final, consiguió sacarla de casa y meterla en su coche. “Solo nos besamos, pero si no llegan a venir mis padres... no quiero imaginar lo que habría intentado hacerme”. Un capítulo del que no había hablado nunca con su familia y que era un hecho desconocido para ellos: “Hasta el día de hoy, nunca se lo había contado a nadie. Me sentí muy avergonzada por toda la situación, desde el principio y a una edad tan temprana”.
Sus padres la enviaron, entre los 16 y los 18 años, a instituciones privadas para que modificaran el comportamiento de la joven. En uno de estos centros, Provo Canyon, se vio obligada a tomar medicación psiquiátrica y a vivir en condiciones infrahumanas: “Me llevaban a una habitación, me metían dentro y me quitaban la ropa. Ni siquiera sé cuánto tiempo estuve allí. Había sangre en las paredes, heces, orina, solo un desagüe, sin ventanas”. Sus padres jamás se enteraron de lo que sucedía detrás de los muros de la escuela, a pesar de los intentos frustrados de Hilton de contárselo por teléfono. Una vez conocieron la verdad, no han dejado de disculparse: “Es horrible haber soportado esa vergüenza durante tanto tiempo”.
Desde entonces, Hilton se ha convertido en activista para presionar al Congreso estadounidense para reformar y regular una campaña a favor del proyecto de ley contra el abuso infantil institucional: “Me siento poderosa cuando ejerzo este papel, sabiendo que puedo ser la heroína que siempre necesité cuando era pequeña”. En 2021, Paris detalló todas las acusaciones de abusos que había sufrido ante el comité del Senado estatal en el capitolio de Utah: “Mucha gente me dice: ‘Si le pasó a Paris Hilton, no me quiero ni imagina lo que le puede pasar a un niño de acogida o un huérfano”.
Después de todos los traumas vividos durante su adolescencia y posterior edad adulta, Hilton acaba de convertirse en madre por vientre de alquiler junto al que es su marido desde noviembre de 2021, Carter Reum. Tener hijos por vientre de alquiler es legal en Estados Unidos, no así en países como España que, tras la reciente reforma de la ley del aborto, es considerado como una forma de violencia contra la mujer, aunque la legislación deja fuera una posible persecución a aquellas parejas que quieran alquilar vientres fuera de España.
La heredera de los hoteles que llevan su nombre tardó en compartir la noticia incluso con los más cercanos. Nadie sabía de la llegada de su primer hijo: “Sentía que mi vida había sido tan pública que realmente quería que fuera algo privado. Fue duro no decírselo a nadie porque es un momento muy emocionante. Pero también me gustó compartirlo solo con él”. Hilton también ha contado en la entrevista que su deseo siempre ha querido formar una familia, pero que le da miedo: “Me da pánico, tanto el parto como la muerte, son las dos cosas que más miedo me dan en el mundo”. Hace apenas unos días, la empresaria reveló en su pódcast This is Paris por primera vez el nombre del bebé: Phoenix Barron Hilton Reum. El jueves, el matrimonio compartió la primera imagen del pequeño en su cuenta de Instagram, en la que acumula 22 millones de seguidores, con una frase: “Nuestro mundo entero”.
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