La población de China se reduce por primera vez en más de 60 años
Los expertos consideran que este descenso histórico marcará el inicio de un largo periodo de declive demográfico del país, que dejará de ser el más poblado del mundo en favor de la India
China anunció este martes su primer declive poblacional en las últimas seis décadas, consecuencia de un desplome histórico de la tasa de natalidad y el acelerado envejecimiento de la sociedad. Según cifras divulgadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el número de habitantes del país se redujo en unas 850.000 personas en 2022, lo que refuerza las predicciones de que este año China cederá el primer puesto como la nación más poblada del planeta a India. Los expertos en demografía vaticinan que estos datos podrán acarrear profundas implicaciones para el crecimiento económico del gigante asiático, que también se está ralentizando.
“La población china está decreciendo entre nueve y diez años antes de lo previsto oficialmente. Estamos ante un punto de inflexión histórico”, afirma Yi Fuxian, científico de la Universidad de Wisconsin-Madison y experto en demografía china, citado por el medio Asia Nikkei. “El número de nuevos nacimientos se situó por debajo de los 10 millones en 2022, es decir, por debajo de los de India, y eso indica un cambio significativo de la estructura geopolítica y económica del mundo”, añade. “Debido a que la crisis demográfica de China va más allá de lo imaginable, la economía política, la defensa y la diplomacia del país sufrirán una transformación significativa”, apuntilla Yi.
La ONE comunicó este martes que China cerró 2022 con 1.411,75 millones de habitantes, lo que contrasta con los 1.412,6 millones que había a finales de 2021. Según datos del Banco Mundial, se trata de la peor caída poblacional desde 1961, año en el que perdió unos siete millones de habitantes en el marco de la Gran Hambruna (1959-1961), provocada por la fallida campaña de industrialización conocida como el Gran Salto Adelante.
La Comisión Nacional de Salud de China ya adelantó el pasado agosto que el país experimentaría un decrecimiento antes de 2025 pero, desde la semana pasada, la prensa oficial venía alertando de la posibilidad de esta reducción anticipada, basándose en las estimaciones de expertos en demografía. La caída se achaca a la bajada en el número de nacimientos, los cuales, según se ha conocido esta mañana, se redujeron desde los 10,62 millones de 2021 a los 9,56 millones, un desplome de casi un 10%. El número de nacimientos por cada mil habitantes se redujo de los 7,52 a los 6,77, un mínimo histórico desde la fundación de la República Popular China en 1949, según informa el rotativo hongkonés South China Morning Post.
Las cifras oficiales también reflejan un aumento de las muertes, que pasaron de 10,14 millones a 10,41 millones, el dato más elevado desde 1976. La tasa de crecimiento natural de la población fue negativa, situándose en 0,6 por cada mil personas. Estos datos de población incluyen a los habitantes de las 31 provincias, regiones autónomas y municipalidades de la parte continental de China, pero excluye a los de Hong Kong, Macao, Taiwán y a los residentes extranjeros.
Ante la crisis demográfica de China, Naciones Unidas ha cambiado sus pronósticos y predice que la población del gigante asiático se contraerá tres veces más de lo previsto para el 2050, año en el que descenderá a los 1.313 millones. Para el 2100, el número de habitantes del país se situará por debajo de los 800 millones.
El diario nacionalista Global Times comunica que la encuesta en la que se basan las cifras de la ONE se efectuó el 1 de noviembre, por lo que el número de decesos no reflejaría un posible aumento de la mortalidad derivado del fin de las restricciones impuestas durante tres años para contener la pandemia. El gigante asiático dio carpetazo a su estricta política de covid cero el 7 de diciembre y desde entonces el país está sufriendo un tsunami de contagios y un aumento exponencial en el número de fallecidos. El sábado, China reconoció que registró casi 60.000 muertes en hospitales relacionadas con la covid entre el 8 de diciembre y el 12 de enero.
Los analistas consideran que este descenso histórico poblacional marcará el inicio de un largo periodo de declive en el número de habitantes de China, lo que podrá acarrear profundas implicaciones para su crecimiento económico debido a una posible disminución de los ingresos y un aumento de la deuda pública ante el incremento de los costes sanitarios y sociales. Este martes se ha vuelto a confirmar que el país está embarcado en una tendencia al envejecimiento, ya que el porcentaje de personas en edad de trabajar se redujo del 62,5% del total de la población al 62%, mientras que el de personas mayores de 60 años pasó del 18,9% al 19,8%.
“Las perspectivas demográficas y económicas de China son mucho más sombrías de lo esperado. China tendrá que reajustar su política social, económica, de defensa y exterior”, considera el demógrafo Yi Fuxian, citado por Reuters. En su opinión, la disminución de la mano de obra del país y la caída del peso de la industria manufacturera agravarán aún más los altos precios y la elevada inflación en Estados Unidos y Europa.
Gran parte del declive demográfico se debe a la política del hijo único, en vigor entre 1979 y 2015, pero también a los elevadísimos costes de la educación, que han disuadido a muchos chinos de ampliar la familia. Pese a que desde 2021 el Gobierno permite tener hasta tres hijos, y no ha dejado de anunciar incentivos para animar a las parejas a tener descendencia, la tasa de fecundidad del país (el número promedio de hijos que nacerían por mujer) es de 1,3, muy por debajo del 2,1 que hace falta para que la población se mantenga estable.
Las autoridades chinas son conscientes de esta crisis y, durante la reunión anual que fija la agenda nacional para la economía y finanzas de China, celebrada en diciembre, los líderes aseguraron que el país optimizará las políticas de apoyo a la natalidad y tratará de retrasar gradualmente la edad legal de jubilación. La propuesta es ampliarla a los 65 años para los hombres y a los 60 para las mujeres, frente a los 60 y 55 años actuales.
“China no puede continuar basando su motor estructural de crecimiento económico en su demografía”, opina Zhang Zhiwei, economista jefe de Pinpoint Asset Management, citado por South China Morning Post. “Los vientos soplan en contra. El crecimiento económico tendrá que depender del aumento de la productividad, impulsado por políticas gubernamentales”, concluye este experto.
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