Una víctima de abusos reúne más de 52.000 firmas para crear una comisión independiente que investigue la pederastia
Miguel Ángel Hurtado, que denunció los casos en el monasterio de Montserrat, propone que se investiguen las agresiones cometidas en la Iglesia y también en centros de menores tutelados y entidades deportivas
EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.
─────────
“Firma. Difunde. Denuncia. Deja de ser cómplice de la conspiración de silencio. Elige civilización frente a barbarie. Nuestros niños te lo agradecerán”. Con esta frase, Miguel Ángel Hurtado, la víctima que destapó los abusos en el monasterio de Montserrat (Barcelona), ha reunido en un día 52.670 firmas para crear una Comisión de la Verdad liderada por expertos independientes, similar a la que en 2012 se creó en Australia, para investigar los casos de estos delitos en España. “Las historias de los supervivientes de pederastia en la Iglesia española no se diferencian significativamente de las reveladas en otros países de nuestro entorno como Bélgica, Alemania, Francia, Irlanda o Chile. Es el mismo dolor y sufrimiento (...). Pero sí hay un aspecto en que Spain is different. Aunque una investigación periodística en EL PAÍS ha documentado 611 casos de pederastia clerical, con 1.246 víctimas, ocurridos durante el último siglo, España tiene el dudoso honor, junto con Italia, de ser el único país desarrollado donde no se ha realizado una investigación oficial sobre la magnitud del problema”, explica esta víctima en su petición en la plataforma Change.org.
La iniciativa de Hurtado se produce una semana después de que Unidas Podemos, ERC y EH Bildu hayan pedido crear una comisión de investigación de la pederastia en la Iglesia. Este martes se votará su aprobación en la Mesa del Congreso. La iniciativa de impulsar la comisión está motivada, matizó Podemos, a raíz del dosier con 251 casos inéditos de pederastia que EL PAÍS entregó en diciembre al Papa y al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella. El informe elaborado por este periódico a partir de los testimonios de víctimas ha llevado a la Iglesia española a afrontar una investigación sin precedentes. Tanto el PSOE como Ciudadanos están abiertos a que se cree dicha comisión, mientras que Vox y el PP se oponen. Pese a ello, Hurtado insiste en que no es suficiente y opina que es imprescindible un debate sosegado y en profundidad “para no volver a fallar a las víctimas implementando de forma apresurada un modelo fallido”. En su opinión, “una comisión parlamentaria no es el mejor foro, por falta de capacidad, para dar voz a las decenas de miles de abusos sexuales en instituciones, que necesitan compartir su historia para poder sanar y dejar testimonio oficial de los delitos que sufrieron”.
Su propuesta, y por la que pide la colaboración ciudadana, es que el Congreso utilice el encuentro parlamentario para invitar a expertos nacionales e internacionales (Naciones Unidas, Consejo de Europa), colectivos de víctimas y organizaciones de protección a la infancia para debatir conjuntamente el modelo de Comisión de la Verdad más adecuado para España. “Al finalizar su trabajo, debe presentar una ponencia con una propuesta solvente, avalada por el mayor número de grupos parlamentarios posibles y con una estimación presupuestaria de los recursos necesarios para su implementación. El pleno del Congreso puede entonces aprobar una ley consensuada, ambiciosa, racional y bien financiada autorizando la creación de la Comisión de la Verdad española sobre abusos sexuales en instituciones”, se lee en el documento.
La idea de Hurtado es similar a la comisión nacional independiente que el PNV ha propuesto al Gobierno compuesta por un grupo de expertos que investigue el escándalo y luego presente sus conclusiones al Congreso. Una fórmula similar a la que se adoptó en Países Bajos o Australia, trabajos, más científicos, que duraron varios años. En Bélgica, de hecho, una comisión así la creó el Parlamento. Hurtado insiste en que, como ocurrió en el país oceánico, la posible Comisión de la Verdad debe englobar los delitos de pederastia cometidos en todas las instituciones, tanto en la Iglesia como en otras religiones, colegios, entidades deportivas, centros de menores tutelados, colegios y grupos de ocio. “Aunque ya nadie duda que la iglesia española es un nido de pederastas y encubridores, no es la única institución golpeada por la lacra. Sus víctimas merecen el mismo respeto, comprensión y apoyo que los supervivientes de pederastia clerical. No caigamos en la trampa de originar víctimas de primera y de segunda en función de lo mediáticos que sean los casos”, subraya. No es la primera vez que Hurtado pone en marcha una operación para recaudar firmas. En marzo de 2016 inició una campaña, también en Change.org, para conseguir que los delitos de abusos sexuales a menores no prescribieran. En dos meses reunió más de 300.000, que presentó en el Congreso de los Diputados.
Podemos se reúne con víctimas
Unidas Podemos se ha reunido este lunes en el Congreso de los Diputados con un grupo de víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. En el encuentro han participado Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, y Sofía Castañón, portavoz del grupo. Sobre la iniciativa de su partido para que se cree una comisión en el Congreso que investigue los casos de pederastia en el clero español, Asens ha señalado: “Queremos pedirle al resto de formaciones políticas, y muy especialmente al partido socialista, que den apoyo a esta iniciativa. Que se pongan del lado de las víctimas y del Papa, y no de quien abusó en su día y encubre ahora. Creemos que esas son las dos opciones que hay: o estar con las víctimas o estar con los victimarios, con la Conferencia Episcopal, que es quien ha encubierto durante todos estos años estos hechos”.
En la reunión participaron varias víctimas que han acudido a EL PAÍS para contar sus historias. Entre ellos, Alejandro Palomas, el escritor que denunció la semana pasada los abusos sufridos por parte de un hermano de La Salle cuando tenía ocho y nueve años en 1975. “Lo nuestro se ha contado y ahora pasa todo esto en el Gobierno. Son estas constelaciones, estas cosas que pasan cuando se unen varios factores. De repente, esa confluencia hace que explote algo. No sé si este es el caso. Ojalá lo sea, y ojalá sirva para cambiar esto de una vez”, ha expresado. Palomas se reunirá este jueves con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
También ha estado Leonor García, víctima de abusos sexuales con ocho años en un sanatorio de menores con tuberculosis. García se ha mostrado “contenta” con la iniciativa y ha añadido que espera que con la comisión salgan a la luz más casos de mujeres como el suyo. O Antonio Carpallo, abusado en un internado de los salesianos en Sevilla en los años cincuenta. Carpallo ha confesado sentirse optimista después del encuentro: “Con cada paso que damos me siento más relajado, con más paz y con menos peso dentro. Esto va por buen camino”. Por su parte, Fernando García Salmones, agredido por un religioso en los claretianos de Madrid en los setenta y ahora portavoz de la asociación Infancia Robada, ha pedido a los partidos, “sobre todo al PNV y al PSOE”, que se pongan de acuerdo para sacar adelante la comisión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.