La prohibición de las manifestaciones en Madrid acaba en el Constitucional
UGT y CC OO recurren para “defender el ejercicio de un derecho fundamental”. Las asociaciones feministas aseguran que serán “visibles” en las calles el lunes
Los sindicatos UGT y CC OO han decidido este domingo acudir en amparo ante el Tribunal Constitucional por considerar que la decisión de prohibir las concentraciones y manifestaciones convocadas en Madrid por motivo del 8-M vulnera los derechos de reunión y manifestación. El Movimiento Feminista y la Comisión 8-M apoyan la iniciativa de los sindicatos y van a decidir en los próximos días la posible presentación de otras en la misma línea.
La actuación de UGT y CC OO no solo persigue la autorización in extremis de los actos convocados para este lunes, aplazando si es preciso alguno de ellos, sino aclarar en qué situaciones, mientras dure la pandemia, será lícito que la Administración prohíba el ejercicio de derechos fundamentales como los de reunión y manifestación. El pleno del Constitucional se reúne este lunes a partir de las 9.00 para estudiar el recurso, según fuentes del tribunal.
La especial rapidez de los sindicatos para promover con urgencia el recurso tras la negativa de la Delegación del Gobierno primero y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) después, deriva de que los mecanismos de respuesta estaban previstos.
El movimiento feminista necesita más tiempo para articular este tipo de decisiones en plazos perentorios, dada su composición capilar. Los sindicatos van a actuar de avanzadilla en lo que todas las organizaciones afectadas por las prohibiciones consideran una importante batalla jurídica en defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos, desde el convencimiento de que no deben quedar abolidos, ni severamente restringidos, en tiempo de pandemia. Sobre todo, si los convocantes de actos reivindicativos pueden dar garantías de que sus movilizaciones tienen en cuenta de forma eficaz la necesidad prioritaria de garantizar el derecho a la salud.
En paralelo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho este domingo que es “la emergencia sanitaria” lo que hará “que mañana no asistamos al hermoso espectáculo masivo de la ocupación de las calles y las plazas en defensa de las mujeres y sus derechos”. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha comentado a su vez que “se van a equivocar quienes pretendan mañana medir la fuerza” del movimiento feminista “por lo llenas que estén las plazas”.
En la decisión del TSJM han tenido especial peso las consideraciones sobre la situación “de alto riesgo” sanitario. Pero los servicios jurídicos de los sindicatos consideran la idea de que una concentración de 250 personas —como la prevista por ambas centrales— pueda representar para la salud pública un riesgo mayor que el que muchos ciudadanos asumen cada día en el transporte público, por ejemplo.
El recurso expone al Constitucional que “la sentencia del TSJM sigue sin analizar la convocatoria concreta propuesta por CC OO y UGT, sus características y su nula repercusión e impacto para la salud pública”. Los sindicatos persiguen, en suma, que las Administraciones no encuentren en la situación de crisis sanitaria un argumento recurrente para impedir todo tipo de movilizaciones. Este asunto, en realidad, ya despertó durante el confinamiento un gran debate interno en el propio Constitucional, cuando la decisión de prohibir una manifestación sindical en Vigo hizo que el empate entre los magistrados se dirimiera con el voto de calidad de su presidente, Juan José González Rivas. Los sindicatos UGT y CC OO dieron cuenta de su decisión con un comunicado conjunto en el que subrayan que su iniciativa pretende defender el “ejercicio de un derecho fundamental, como es el de reunión y manifestación”, para cuya suspensión “es necesaria una excepcionalidad que no se da en estos momentos”.
Las sentencias del TSJM, por el contrario, se han basado en estimar que los argumentos de la Administración constituyen “razones convincentes e imperativas para justificar las restricciones impuestas al ejercicio de derecho de reunión”.
Estima el tribunal que la Delegación del Gobierno se ha basado en “datos objetivos suficientes derivados de las circunstancias concretas de este caso, propias de la situación de emergencia sanitaria”.
“Seremos visibles”
La prohibición de los actos del 8-M en Madrid no impidió que las mujeres se movilicen este domingo en la calle en pequeños grupos. La plataforma Movimiento Feminista ha celebrado un evento con pocas participantes, un acto por la abolición de la prostitución con menos de 20 personas. Precisamente dos decenas es el número de integrantes a partir del cual se considera que un grupo ha entrado en la categoría de reunión o manifestación.
La intención de la plataforma es repetir este lunes en la plaza de Callao, donde habían convocado su movilización multitudinaria y que rechaza la justicia: “Haremos lo que teníamos previsto, pero seremos menos de 20 personas”, dice Ana Sánchez de la Coba, portavoz del colectivo. La intención es “visibilizar el feminismo en la calle”.
Es un planteamiento muy parecido al de la Comisión 8-M, la otra gran plataforma feminista y que impulsó las multitudinarias movilizaciones de 2018 y 2019. Aseguran que van a hacer “todo lo permitido legalmente” para “teñir el espacio público de morado”, por ejemplo, dar “paseos” sin pasarse del número de personas permitidas. A lo largo del domingo se ha popularizado el hashtag en Twitter #SalAlPortalMadrid20h, que anima a las madrileñas a salir a sus portales a las 20.00 del 8 de marzo para manifestarse. También UGT y CC OO proponen una acción parecida, pero a las 12.00: invitan a los trabajadores a salir a concentrarse entre cinco y diez minutos frente a sus puestos de trabajo.
Madrid es la única autonomía en la que el Gobierno central ha prohibido las movilizaciones: es la comunidad con los peores datos epidémicos (la incidencia es de 245 casos de covid-19 por 100.000 habitantes, casi en el nivel de riesgo extremo y muy por encima de la media nacional, 149).
El 8-M en España y el mundo
Las convocantes proponen movilizaciones limitadas y con especial atención a las medidas de seguridad. Por ejemplo, en Valencia las protestas del lunes se descentralizan: en vez de concentrarse en una sola protesta se celebrarán varias en los barrios de la ciudad. En Cataluña la principal convocatoria es una concentración estática a las 18.30 en el paseo de Gràcia de Barcelona. Se prevé que asistan 3.600 personas, el aforo máximo previsto, respetando 2,5 metros cuadrados de separación entre participantes. Y en Andalucía, este domingo se ha celebrado una marcha en bicicleta de 150 personas en Sevilla, ciudad que acogerá el lunes una protesta feminista a las 18.30 en en la plaza de San Francisco en la que, según las convocantes, las participantes garantizarán la distancia de seguridad y se instalarán señales para evitar aglomeraciones. La delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, recordó este viernes que en la región ha habido 3.800 manifestaciones y concentraciones durante el estado de alarma, por lo que consideró que las convocadas con motivo del Día de la Mujer deberían de tener el mismo tratamiento y recordó que “manifestarse es un derecho fundamental”.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) ha previsto reivindicaciones alternativas como una balconada en Extremadura, en la que se colgarán prendas moradas en los balcones y fachadas de las viviendas en pueblos o un rally fotográfico en las zonas agrícolas de Almería.
Como en ediciones anteriores, el Día Internacional de la Mujer tendrá menos ecos en otros puntos de Europa. En la ciudad Estado de Berlín se celebra como un día festivo, pero no hay previstas manifestaciones. En Reino Unido se han convocado protestas virtuales y en Francia se esperan movilizaciones mínimas.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tratado de justificar este domingo el blindaje del Palacio Nacional, cercado con vallas con vistas a las manifestaciones del 8-M. El mandatario se escudó en la protección del patrimonio, afirmó que las protestas pueden estar infiltradas y aseguró que el despliegue de seguridad pretende “evitar provocaciones”.
Con información de Ferran Bono, Alfonso Congostrina y Margot Molina.
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