Los que se han vacunado antes de tiempo: consejeros, alcaldes, gerentes, el jefe del Estado Mayor y un obispo
Al goteo de cargos públicos inmunizados de forma irregular se suman funcionarios, jubilados o familiares de estos
La falta de un sistema de supervisión en el protocolo nacional de vacunación de la covid-19 ha provocado cierta picaresca, con dimisiones a alto nivel incluidas, en las cuatro semanas que lleva la campaña de inmunización en España. Consejeros, alcaldes, concejales, el jefe del Estado Mayor o el obispo de Baleares son los casos más sonados en la lista de los que se han vacunado pasando por delante de los grupos prioritarios (usuarios y trabajadores de residencias, sanitarios en primera línea, resto de sanitarios y grandes dependientes) establecidos por el Ministerio de Sanidad. A ellos se suman gerentes de hospitales, sanitarios jubilados, funcionarios, liberados sindicales, curas y parientes de trabajadores con derecho a vacuna en esta fase. Unos por un malentendido, otros para “dar confianza”, otros, para aprovechar “dosis que sobraban”.
Aunque los casos son anecdóticos, según las autoridades sanitarias, Sanidad y las comunidades autónomas acordarán este jueves en el Consejo Interterritorial de Salud la aplicación de “medidas preventivas y correctivas” para quienes se salten el orden de vacunación. El borrador incluye entre sus puntos “extremar el seguimiento, análisis y control de la aplicación de la estrategia (de vacunación), evitando cualquier desviación, detectando, en su caso, el uso indebido de las vacunas y aplicando las medidas preventivas y correctivas que resulten necesarias para garantizar que los procesos de vacunación se llevan a cabo de acuerdo con lo acordado”.
En total, según un recuento de Europa Press, al menos 700 personas se han vacunado antes de tiempo en España. A continuación, un resumen de las personas vacunadas irregularmente en este primer mes:
El Jefe del Estado Mayor de la Defensa. El sábado pasado, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aceptaba la renuncia voluntaria del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general Miguel Ángel Villarroya, tras la polémica al conocerse que se había vacunado con otros militares destinados en el Estado Mayor que no forman parte de los grupos prioritarios para la inmunización. En su carta de dimisión, Villaroya defendía que se había vacunado “de acuerdo a los protocolos establecidos y con la única finalidad de preservar la integridad, continuidad y eficacia de la cadena de mando de las Fuerzas Armadas”. Pero pedía el cese al considerar que esta decisión estaba “deteriorando la imagen pública” de los ejércitos y “poniendo en duda” su “propia honradez” personal, por lo que dejaba el cargo para “no perjudicar la imagen” de las Fuerzas Armadas.
El consejero de Salud de Murcia. El 21 de enero dimitió el responsable de la Consejería de Salud de Murcia, Manuel Villegas (PP), que dejó el cargo tras descubrirse que tanto él como 400 trabajadores del departamento se vacunaron sin formar parte de los grupos prioritarios. Villegas, que facilitó que se vacunara también su mujer, justificó esta decisión en su profesión de médico y en que era “difícil saber quién es y quién no es necesario en el ámbito sanitario”. “Todos somos necesarios contra la pandemia”, dijo. Aunque en una primera comparecencia justificó su conducta y se negó a marcharse, horas después, el presidente de la región, Fernando López Miras (PP), anunció la renuncia del consejero, después de reunirse con su socio de Gobierno, Ciudadanos, que exigía el cese o la dimisión de Villegas.
El consejero de Sanidad de Ceuta. Javier Guerrero decidió este martes abandonar su puesto tras un tira y afloja de casi una semana. La excusa no distó mucho de la su homólogo murciano. En una comparecencia cinco días antes, dijo que él no solía inmunizarse contra la gripe y que las vacunas no le gustaban. Se vacunó junto a otras 10 personas de su consejería, y tras saltar la noticia defendió que no había incumplido los planes ni la estrategia de vacunación establecidos por el Ministerio de Sanidad. Argumentó que se encontraba dentro del grupo 2, que incluye al personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario. “Llevo gestionando en primera línea esta pandemia desde hace un año, he estado en un gimnasio lleno de positivos, con el inspector farmacéutico, controlando a los miembros de la Policía Local […] He estado en las trincheras, me he remangado”, aseguró. El político del PP dijo que se vacunó por las presiones por parte de sus técnicos. En su despedida, insistió en que ha actuado “de manera correcta y de buena fe”, según el comunicado del Gobierno ceutí.
Alcaldes y concejales de varias comunidades. El alcalde socialista de Rafelbunyol (Valencia), Fran López, se inmunizó en la residencia de mayores del municipio para transmitir “una sensación de confianza, tranquilidad y seguridad a la ciudadanía”. No ha dimitido. Tampoco lo han hecho los regidores socialistas de Els Poblets y de El Verger. El alcalde del segundo municipio, Ximo Coll, ha dicho que solo renunciará al cargo con una moción de censura o unas nuevas elecciones. También se vacunó el alcalde de La Nucía (del PP), que tampoco ha dimitido. La edil de Sanidad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Dénia (Alicante), la socialista Cristina Morera, sí dejó su cargo este miércoles tras hacerse público que se vacunó el pasado 12 de enero por no “desperdiciar” la dosis, junto a su esposo, en la residencia de mayores municipal. El concejal de Sanidad de Orihuela (Alicante), José Galiano, del PP, también se ha vacunado y no ha dimitido, al igual que el alcalde de Villahermosa del Río (Castellón), el popular Luis Rubio.
En total, entre 150 y 185 personas, según fuentes de la Generalitat, se han vacunado irregularmente en la Comunidad Valenciana, entre los que están los alcaldes señalados, varios concejales y familiares, algunos diputados provinciales y funcionarios de, al menos, un municipio alicantino y profesionales sanitarios. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha dado instrucciones este jueves para que a estas personas vacunadas “indebidamente” no se les administre por el momento la segunda dosis. Barceló ha solicitado al Comité de Bioética de la región un informe sobre la procedencia o no de completar el proceso.
En Murcia, la socialista Esther Clavero ha dimitido de su cargo como alcaldesa del Ayuntamiento de Molina de Segura. Clavero niega haber cometido algún acto de corrupción y se ha quejado del linchamiento al que se ha visto sometida después de que 12 ediles de su propio partido pidiesen su renuncia.
En Cataluña, el alcalde de Riudoms, en Tarragona, Sergi Pedret (Junts per Catalunya), y otro concejal del partido se vacunaron con la excusa de acudir habitualmente a la residencia de ancianos del pueblo. No han dejado el cargo, como tampoco lo ha hecho la alcaldesa de Tossa de Mar (Gerona), Imma Colom, también de Junts.
También se han vacunado antes de tiempo el alcalde de Asín, el de Luesia (Zaragoza), el de Valdelosa (Salamanca), el de Villavicencio de los Caballeros (Valladolid), el de Matamala (Soria), la de Torrecampo, el de Alcaracejos, el de El Guijo (Córdoba), la concejala de Salud de Bonares (Huelva), un edil en Plasencia (Cáceres), otros dos en La Palma y uno más un en Garachico (Canarias).
El obispo de Mallorca. Sebastià Taltavull se vacunó de coronavirus el pasado 5 de enero aprovechando la sesión de vacunación de la residencia de sacerdotes jubilados Sant Pere i Bernat, en el centro de Palma, informa Lucía Bohórquez. Fuentes del Obispado de Mallorca afirman que Taltavull tiene un apartamento en el complejo de la residencia, donde se vacunó a usuarios y personal sociosanitario a principios de enero, aunque reconocen que reside habitualmente en el Palacio Episcopal que está cerca del centro. El obispo, de 73 años, fue vacunado bajo el argumento de que mantiene un contacto habitual con los usuarios de este centro de 39 plazas dependiente del obispado. Sin embargo, Taltavull no entra oficialmente en el protocolo de vacunación.
El fiscal jefe de Castellón. José Luis Cuesta ha renunciado este miércoles a su cargo tras saltarse el plan de vacunación y haber recibido el pasado 11 de enero la primera inyección contra el coronavirus en un centro de salud castellonense con dosis sobrantes. La Fiscalía General del Estado ha confirmado que su titular, Dolores Delgado, ha aceptado la dimisión. La dimisión de Cuesta llega al día siguiente de que la Fiscalía anunciara que va a estudiar a fondo todas las denuncias que ya han comenzado a presentarse por supuestas irregularidades en los procesos de vacunación. No obstante, en el propio ministerio público admiten que las conductas hasta ahora conocidas tienen un difícil encaje penal.
Gerentes de hospitales. Los directores gerentes de dos hospitales bilbaínos, el de Basurto, Eduardo Maíz, y el de Santa Marina, José Luis Sabas, ambos exconcejales del PNV, presentaron este miércoles su dimisión por haberse vacunado sin pertenecer a los grupos prioritarios. Sin embargo, ambos podrán acceder a la segunda dosis, según ha explicado la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagarduy. En el hospital Santa Marina, además del gerente, se pusieron la vacuna de manera irregular otras 15 personas, algunas de las cuales no estaban adscritas al centro, como cuatro sindicalistas, religiosos, trabajadores de la cafetería, dos trabajadores de vending y otros dos de una empresa de paquetería, según explicó Sagarduy este miércoles en el Parlamento vasco.
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