Madrid descarta medidas más duras en Navidad y Andalucía las relaja

La sugerencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa, para que las comunidades eleven las restricciones en Navidad ante el aumento de las infecciones ha tenido, de momento, un efecto limitado. Madrid y Andalucía descartaron este jueves reforzarlas. Cataluña, Galicia, Castilla y León, el País Vasco y Aragón aseguraron que estudian nuevas medidas y anunciarán sus decisiones en las próximas horas. Solo Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana han dado el paso de aumentar las limitaciones ante el riesgo de que las fiestas provoquen una multiplicación de los contagios de covid. El resto de territorios optaron, a una semana de Nochebuena, por esperar a ver cómo evoluciona la epidemia.

“Lo que vamos a hacer”, dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, “es cumplir con los perímetros que se han establecido durante todo el periodo de Navidades”. Es decir, aplicar el cierre perimetral entre el 23 de diciembre y el 6 de enero, tal y como estableció el Ministerio de Sanidad hace dos semanas. “Otra cosa es que, como está también hasta ahora establecido, se permitan salidas y entradas para visitar familiares”, prosiguió. “Ha de ser el Gobierno el que aclare [los términos] allegados o convivientes y nos diga con qué documentación y cómo lo podemos hacer. Si no, mientras tanto, vamos a seguir con las buenas medidas que nos han traído hasta aquí”, afirmó en la Asamblea de Madrid la presidenta regional, del PP.

El Ejecutivo madrileño analizará este viernes, como cada viernes, la tendencia, pero en principio el plan seguirá siendo el mismo: restricciones de movilidad en las zonas básicas de salud con más tasa de positivos. Los datos dicen que Madrid llegó a bajar su tasa de incidencia a 14 días a 190,95 el 9 de diciembre. Desde entonces, este indicador del número de casos sube de manera constante. Este jueves estaba en 262,1 (la media española es de 207,2). La comunidad es, después de Canarias y Baleares —ambas con estrictas medidas en las islas más afectadas, Tenerife y Mallorca, respectivamente—, la que peor evolución ha mostrado en la última semana.

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Andalucía, por su parte, no solo no prevé endurecer las restricciones, sino que estrena este viernes una relajación de las que tiene en vigor. Los cambios incluyen un aumento de los aforos. “Andalucía mantiene una situación estable, es la lectura de los epidemiólogos”, dijo por la mañana el consejero de Salud, Jesús Aguirre, tras reunirse con su comité asesor.

Horas después, la Junta anunció que se habían detectado 1.383 nuevos positivos, frente a los 1.053 del miércoles y los 479 del martes. Pese a ello, la tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días era este jueves de 137,6 casos por 100.000 habitantes y las cifras de hospitalizados y de personas en UCI han bajado un 63,9% y 50,56%, respectivamente, respecto del pico de la segunda ola, el 10 de noviembre, cuando llegó a haber 3.478 ingresados y 528 personas en UCI.

Desde este viernes todos los andaluces podrán moverse libremente por la comunidad, que sigue cerrada perimetralmente; los comercios podrán recuperar su horario habitual —hasta ahora solo podían abrir hasta las 21—. Y los locales de hostelería estrenan un horario partido que ha levantado las quejas del sector: por la mañana hasta las seis de la tarde, y tras una interrupción de dos horas, desde las 20.00 a las 22.30. Solo las cafeterías podrán abrir también de 18.00 a 20.00, pero sin vender alcohol.

Fuentes cercanas al presidente del Gobierno andaluz justificaron la flexibilización de las medidas con criterios demoscópicos: “el horario lo respalda el 68% de los andaluces”.

El Gobierno vasco reúne este viernes a su comité técnico del plan de protección para analizar los últimos datos epidemiológicos y valorar si es necesario o no endurecer las medidas. En Galicia también está convocado para este viernes el comité de expertos. La Junta de Castilla y León, que anunció que comunicará una decisión entre este viernes y este sábado, insistió en transmitir a los Ayuntamientos que no está permitido festejar actos navideños en calles ni plazas, lo que incluye campanadas de fin de año, cabalgatas y conciertos de Navidad. “Tenemos temas que resolver y en las próximas horas o días tendremos que definir de manera cabal cómo vamos a hacer frente a la Navidad. Puede ser con las medidas ya anunciadas, pero puede ser de una manera distinta”, declaró, por su parte, el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán.

La Comunidad Valenciana cierra a familiares y allegados

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, anunció este jueves el refuerzo de las medidas para evitar los contagios en Navidad después del repunte de las infecciones de la última semana, que ha elevado la incidencia acumulada en 14 días hasta los 254,7 casos por 100.000 habitantes. Las reuniones de personas se reducirán a seis personas durante todas las fiestas, incluidos los días de Nochebuena y Navidad. El toque de queda se adelanta a las 23.00 horas, salvo el 24 y el 31 de diciembre que empezará a las 0.00. Y no se permitirá la entrada ni salida de la autonomía para encuentros entre allegados ni familiares durante las fiestas: hasta el 15 de enero solo podrán entrar en la Comunidad Valenciana aquellas personas que lo hagan para volver a su lugar de residencia.

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“No se trata de salvar la Navidad. Nos jugamos la salud, el trabajo y el futuro”, afirmó Puig en el Palau de la Generalitat tras una larga jornada de reuniones con expertos. “Ahora que estamos tan cerca de la vacuna, no podemos fallar”, añadió.

El miércoles, Canarias endureció las condiciones para la entrada y salida de la isla de Tenerife (la que peores datos tiene del archipiélago), y decidió que las comidas y cenas de los días señalados de Navidad deberán reducirse como mucho a seis personas de dos unidades de convivencia. La tasa acumulada en 14 días se situó este jueves en Canarias en 124,8 casos.

La primera comunidad en reaccionar fue, el lunes, Baleares (con una incidencia de 322,4 casos). El Gobierno autonómico redujo en Mallorca, la isla más afectada, el número de personas que puede reunirse a comer o a cenar a un máximo de seis, incluidos los días de Nochebuena y Navidad, de dos unidades de convivencia. El toque de queda se mantendrá entre las diez de la noche y las seis de la mañana. El interior de los bares y restaurantes de Mallorca permanecerá cerrado, y los establecimientos están obligados a cerrar a las 18.00 los viernes, sábados y vísperas de festivo. El Ejecutivo balear revisará las restricciones el 28 de diciembre.

Con información de Manuel Viejo, Eva Saiz, Lucía Bohórquez, Mikel Ormazabal, Sonia Vizoso e Ignacio Zafra.

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