Otras drogas al alza: juego ‘online’ y uso compulsivo de internet
La encuesta ‘Edades’ del Ministerio de Sanidad estima que unas 670.000 personas tienen conductas de riesgo o ludopatía
Las nuevas tecnologías han abierto otro melón en las adicciones. Ni se fuman, ni se beben ni se esnifan, como las drogas tradicionales, pero tienen un poder adictivo similar y pueden resultar peligrosas para la salud. Los resultados preeliminares de la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (Edades), realizada por el Ministerio de Sanidad a unas 18.000 personas de entre 15 y 64 años antes de la pandemia, revela que el uso compulsivo de internet y el juego online con dinero de por medio están al alza. Más de un millón de personas —un 25% más que en la encuesta de 2017— hacen un uso compulsivo de la red, es decir, que tienen una relación desadaptativa con esta herramienta, con pérdidas de control sobre su uso e incluso síndrome de abstinencia. Asimismo, el 7,6% de la población juega con dinero por internet. Entre el online y el presencial, unas 670.000 personas tienen conductas problemáticas con el juego.
“Se detecta un lento crecimiento del uso compulsivo de internet. Aunque es mucho más frecuente en jóvenes”, resumió este lunes el delegado del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, Joan Ramon Villalbí. Si la prevalencia es del 3,7% de las personas entre 15 y 64 años, este porcentaje supera el 11% cuando se trata de jóvenes entre 15 y 24 años.
A la par que el abuso de internet, sube también un fenómeno que nació al amparo de esta red: las apuestas online. De hecho, crece el juego con dinero de por medio, tanto en la modalidad presencial (la prevalencia en el último año es del 63,6%) como a través de internet (6,7%). Pero es este último sistema el que más preocupa a las autoridades, sobre todo por el acceso de menores. “En cifra de negocios, se ha ido comiendo al presencial. Afecta mucho a gente joven, incluso menores de edad. Podría haber un 3% de menores que juegan con dinero y esto no nos gusta. Esto necesita regulación”, avisó el epidemiólogo. Además, es más adictivo: el 15% de los que apuestan por internet (frente al 4% de los que lo hacen de forma presencial) tienen dinámicas de juego problemático, aseguró este lunes Villalbí. Esto es, lo practican con más frecuencia, gastan más dinero y combinan esta práctica con el consumo de otras drogas, como el alcohol o el tabaco.
“El principal motivo de consulta sigue siendo la adicción a las tragaperras. Pero ha subido de forma importante el juego online y las compras compulsivas. En nuestra unidad, ya son el 28% y el 12%, respectivamente, de los motivos de consulta”, explica Cristina Martínez, doctora en Psicología de la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Mataró. El centro suele atender unas 85 primeras visitas cada año, aunque en 2020, a causa de la pandemia y las dificultades de derivación desde la atención primaria por el colapso de los servicios sanitarios, han recibido unos 60 nuevos pacientes.
Martínez señala dos perfiles diferenciados, pero al alza: las personas con problemas con el juego tradicional son más mayores, tienen menos nivel de estudios y situaciones económicas más desfavorecidas; en cambio, el adicto al juego online tiene entre 20 o 25 años, cuenta con estudios superiores y está activo a nivel profesional. “Durante un tiempo, pierden el control del juego, necesitan jugar más dinero para conseguir la excitación inicial y la conducta de juego persiste aunque pierdan el trabajo o se queden sin dinero”, señala Martínez. El abuso de otros tóxicos es común y la recuperación, advierte la psicóloga, es muy lenta. “El riesgo de recaída es alto”, apunta.
Martínez coincide con Villalbí en el riesgo para los menores, que tienen acceso fácil a las apuestas online: “Nos preocupa porque algunos de los casos que nos llegan se iniciaron en el juego antes de cumplir la mayoría de edad. A menos edad, más compleja es la problemática”, avisa.
Sanidad publicará en las próximas semanas los resultados de la encuesta durante la pandemia.
Más cannabis y cigarrillos electrónicos
Respecto a las drogas tradicionales, la encuesta Edades concluye una estabilización en el consumo de alcohol y tabaco: el 32,2% fuma diariamente y el 63% de la población ha bebido alcohol en el último mes. Sin embargo, la encuesta refleja un repunte de nuevas conductas con estas sustancias, como el 'binge drinking' (los atracones de alcohol, en los botellones, por ejemplo): el 15,4% lo ha practicado en el último mes. Asimismo, el uso del cigarrillo electrónico sube del 8,8% en 2017 al 10,5% en 2019 las personas que lo han probado alguna vez en su vida.
También crece el consumo de cannabis: el 37,5% lo ha tomado alguna vez en su vida y el 3% de los hombres (el 0,9% de las mujeres) hace un uso problemático. La cocaína (el 11% la ha probado alguna vez en su vida) y los analgésicos opioides también suben ligeramente.
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