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La Xunta de Galicia cede y aplaza el inicio de clases para Secundaria, Bachillerato y FP

El nuevo consejero de Educación, Román Rodríguez, acordó la apertura de los centros el 23 de septiembre, dos días lectivos después de la incorporación prevista de nuevos docentes

CC OO calcula que hacen falta 165.000 profesores más para que todos los alumnos vuelvan a las aulas
El IES Rosalía de Castro de Santiago de Compostela, el 25 de mayo.OSCAR CORRAL (EL PAÍS)

La Xunta de Galicia ha tenido que recular ante los reclamos de directores de institutos en Santiago, A Coruña y Pontevedra: las clases comenzarán una semana más tarde para Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. Las actividades se iniciarán el 23 de septiembre, según ha anunciado este viernes el nuevo consejero de Educación, Román Rodríguez, después de una reunión con la Xunta Autonómica de Directores. Los encargados de estos centros educativos reclamaron por lo menos siete días lectivos para organizarse después de conocer el número de docentes que se incorporarán a las aulas y las modificaciones de horarios, pero solo han recibido cinco: sabrán estos detalles el 14 de septiembre.

Los primeros en declararse incapaces de iniciar el curso en la fecha prevista fueron ocho institutos de Santiago de Compostela y le siguieron otros en A Coruña y Pontevedra. Ahora están elaborando informes sobre sus necesidades considerando las nuevas medidas —la posibilidad de recurrir a la educación semipresencial y de reducir la distancia entre estudiantes si se colocan mamparas en las aulas— impuestas una semana antes de la apertura de institutos. Los centros prevén una respuesta de la Consejería el 14, una reunión de claustros el día 15, y la incorporación de los nuevos docentes el 18, con solo dos días lectivos para finalizar la planeación de horarios y distribuciones. Javier Dapena, director del IES Pontepedriña y portavoz del grupo inconforme, entiende que la decisión implica problemas de conciliación para las familias, pero piensa que el tiempo que tienen los institutos para afinar los detalles de inicio de curso es muy corto.

Rocío Cameselle, madre de una estudiante de 13 años, admite que se sorprendió con la noticia. Le preocupa el vaivén de medidas y fechas ante el inicio de clases. “Algunos trabajamos y los teníamos todo preparado para empezar el miércoles”, asegura. Se siente aliviada de tener una hija única porque la separación de varios días entre el comienzo de Primaria y Secundaria ha causado problemas a sus cercanos. “Conozco padres que deben buscar a sus hijos en otras ciudades [tras las vacaciones] y habían pedido permiso para aplazar el inicio de clases de sus hijos más pequeños, para que así que coincidieran mejor, ahora no saben qué harán”. Aun así, Cameselle admite que su prioridad es la salud de su familia y que aceptará los cambios que hagan falta para garantizar un regreso a clases completamente seguro. Algunos detalles siguen preocupándola, como los comedores escolares.

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El presidente de la confederación de asociaciones gallegas de padres y madres de alumnos, Fernando Lacaci, califica la decisión de “preocupante” porque es una muestra de lo mucho que ha improvisado la Xunta con el regreso. Lacaci piensa que las nuevas medidas rompen con la única garantía de seguridad: la distancia de 1,5 metros entre los estudiantes. Todos los cambios en los protocolos de seguridad para el inicio del curso escolar suceden en medio de los ceses de la cúpula de la consejería de Educación. El pasado lunes, tres días antes de que iniciara el año para infantil y primaria la Xunta devolvió la cartera a Román Rodríguez, removiendo a Camen Pomar del cargo.

Los sindicatos no se sienten conformes con el regreso Rodríguez y no ven cambios sustanciales en la organización de la consejería. Solo encuentran una prueba de “el desastre organizativo en el regreso a clase”. Xesús Bermello, portavoz de enseñanza de la Confederación Intersindical Galega (CIG) asegura que el departamento de Educación ha sido incapaz de garantizar que las clases semipresenciales y mamparas sean excepcionales, como anunció el consejero el pasado miércoles. Su organización sindical, Comisiones Obreras de Galicia, CSIF y el Sindicato STEG había convocado dos jornadas de huelga para el 10 y el 16 de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso en Primaria y Secundaria. La primera se celebró este jueves con poca incidencia, algo que justifican con la imposición de unos servicios mínimos del 100%. Este viernes valorarán la posibilidad de cambiar la fecha de la segunda al 23.

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