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Argentina prohíbe las reuniones sociales tras superar los 200.000 casos positivos de covid-19

El decreto presidencial prevé penas de hasta dos años de cárcel para los infractores

Voluntarios reciben instrucciones antes de comenzar la detección de casos positivos en Villa Fiorito.
Voluntarios reciben instrucciones antes de comenzar la detección de casos positivos en Villa Fiorito.JUAN MABROMATA (AFP)

Argentina comenzó este lunes con un paso hacia atrás la nueva etapa de la cuarentena por la pandemia de covid-19. Las reuniones sociales fueron prohibidas en todo el país hasta el próximo 16 de agosto a través de un decreto presidencial. La medida intenta frenar el rápido aumento de casos positivos, por encima de los 5.000 diarios, a través de uno de los principales focos de infección.

La decisión no supone ningún cambio en Buenos Aires y su extrarradio, en aislamiento preventivo obligatorio desde hace 137 días. Entre sus 15 millones de habitantes se concentran casi el 90% de los 201.919 contagiados y de los 3.667 fallecidos por el virus SARS-CoV2 en el país. Pero es un revés para la gran parte del país donde la cuarentena se había ido flexibilizando hasta parecerse a la vida anterior, pero con muchos protocolos, alcohol en gel y mascarillas.

Las autoridades sanitarias argentinas están preocupadas por el mayor ritmo de contagio del coronavirus y por su expansión territorial. “No tenemos provincias que no tengan casos en los últimos 14 días”, advirtió este lunes la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizziotti, en la rueda de prensa matutina sobre la evolución de la pandemia. “Cuando monitoreamos los indicadores con relación a los nuevos casos, ese 88% que va bajando con relación al Área Metropolitana de Buenos Aires, no es porque los casos estén bajando sino porque están aumentando en el resto del país”, agregó.

Comercios y empresas han reabierto de forma progresiva con nuevos protocolos de seguridad para prevenir contagios y detectarlos lo antes posible si ocurren, pero las medidas de prevención suelen descuidarse en el ámbito privado. “Cuando se investigan los brotes, en esa investigación epidemiológica se identifica alguna reunión, algún evento familiar o social, donde se origina un foco muy importante de los nuevos casos. Es por eso que, en estos 15 días, se restringen los eventos sociales y familiares, en espacios cerrados y domicilios, independientemente del número de concurrentes”, detalló Vizziotti.

En Buenos Aires, la prohibición de juntarse con familiares y amigos rige de forma ininterrumpida desde el 20 de marzo. Pero cada vez se acata menos. En los parques, los días soleados se multiplican los pícnics en el césped y por las noches es fácil escuchar música detrás de la puerta de algún local o ver grupos asomados con disimulo a los balcones para fumar. El Gobierno local es consciente del creciente hartazgo social por el encierro y de los encuentros clandestinos. “Cuando hay un caso positivo se le hace una entrevista epidemiológica para saber qué hizo en las últimas 48 horas y cada vez más vemos que mantuvieron reuniones en ambientes cerrados”, reconocen desde la cartera de Salud porteña.

El viernes, durante el anuncio oficial de extensión de la cuarentena, el presidente Alberto Fernández se dirigió especialmente a los jóvenes para pedirles que eviten los encuentros y las fiestas. “Todos extrañamos el asado con los amigos, jugar el picadito [partido de fútbol], pero no podemos, porque cada uno de esos encuentros es un riesgo enorme al que nos sometemos y al que sometemos al otro”, dijo el mandatario. “Les pido por favor que nos ayuden, que la picardía de una fiesta puede ser un dolor de cabeza muy grande para muchos”, remató.

Fernández había adelantado que quienes violen el aislamiento se arriesgarán a consecuencias penales por favorecer “la transmisión de una enfermedad”. Según el decreto, la infracción a esta norma podrá ser castigada con penas de hasta dos años de prisión.

La falta de consenso por la medida complicará la persecución de los infractores. El Gobierno de la provincia de Corrientes ha anunciado que siguen autorizadas las reuniones de hasta diez personas y en Buenos Aires cada vez se escuchan más voces que advierten sobre los efectos negativos del aislamiento en la salud mental y proponen autorizar los encuentros al aire libre.

“Después de más de 4 meses de cuarentena, las prohibiciones no funcionan ni siquiera en distritos con alta circulación viral como el AMBA ¿Por qué no buscamos entonces la forma de comunicar mejor y educar sobre cómo cuidarnos? Apelemos a la responsabilidad y no al miedo al castigo”, tuiteó el exministro de Salud macrista Adolfo Rubinstein. “La evidencia ya demostró que los encuentros sociales de poca gente al aire libre, con tapabocas y distanciamiento físico, tienen muy bajo riesgo de contagio. Sería bueno autorizarlas para evitar justamente que se sigan haciendo reuniones sociales ocultas en ambientes cerrados”, agregó. Pese a las presiones, la decisión se mantendrá al menos durante dos semanas.

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- El mapa del coronavirus: así crecen los casos día a día y país por país

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