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Netanyahu echa el “freno de emergencia” a la desescalada ante el rebrote de casos en Israel

La ola de contagios fuerza el cierre de colegios y paraliza el levantamiento de las últimas restricciones

Juan Carlos Sanz
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el domingo en una reunión del Gobierno en Jerusalén.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el domingo en una reunión del Gobierno en Jerusalén.Reuters

El rebrote de los contagios por coronavirus en medio de una acelerada desescalada ha empañado el éxito sanitario de Israel, uno de los países que mejor había detenido la expansión de la pandemia. El Gobierno israelí ha paralizado este lunes el levantamiento de las últimas medidas de contención —la reanudación del servicio ferroviario y la reapertura de cines y teatros— tras el incremento de casos de covid-19 observado en los últimos días, sobre todo en más de un centenar de centros educativos donde se ha puesto en cuarentena a 17.500 alumnos. “Hemos decidido echar el freno de emergencia y suspender la retirada de las restricciones que íbamos a aplicar”, ha advertido el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

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“Los expertos nos han informado de que se ha producido un fuerte incremento de la morbilidad, que amenaza con duplicar la tasa de infecciones en el plazo de 10 días”, ha reconocido Netanyahu tras la reunión del denominado Gabinete coronavirus, integrado por los ministerios enfocados en la lucha contra la pandemia. El Ministerio de Sanidad precisa que se han diagnosticado 800 nuevos casos de coronavirus en la primera semana de junio, mientras en las dos últimas de mayo se detectaron 300 infecciones. El pasado sábado se contabilizaron 190 nuevos casos de infección en Israel y solo fueron dados de alta 10 pacientes tratados por la covid-19, en un claro vuelco a la tendencia observada durante las últimas semanas de mayo, cuando se mantuvo constante la media de 15 nuevos casos diarios.

Frente a los aparentes buenos resultados sanitarios en el Estado hebreo, el Gobierno encabezado por Netanyahu había afrontado como prioridad la reactivación de la economía, atenazada por una tasa de paro que se disparó desde menos del 5% en febrero a más del 25% en marzo a causa de las medidas de contención. Israel solo ha registrado 298 muertes entre los cerca de 18.000 infectados por coronavirus contabilizados desde el inicio de la pandemia.

En el estudio sobre exceso de muertes durante los meses de marzo, abril y mayo publicado el sábado por EL PAÍS, Israel presenta un resultado negativo, con un descenso del 6% respecto al mismo periodo de 2019, y 581 fallecidos menos. España, mientras tanto, experimentó un alza del 45%, con un exceso de 19.231 muertes sobre las casi 28.000 oficialmente atribuidas a la covid-19.

En principio, los 385 casos positivos detectados entre el millón y medio de estudiantes en Israel no deberían haber bastado para sembrar la alarma. Pero los responsables de 133 centros optaron por cerrar las aulas y numerosos padres decidieron mantener a sus hijos en casa ante la rapidez con la que se propagaban los contagios. Expertos sanitarios citados por el diario Haaretz atribuyen el rebrote a la decisión del Ministerio de Sanidad de eliminar la obligatoriedad de llevar mascarilla en los colegios durante la ola de calor registrada en Israel hace dos semanas, coincidiendo con la reanudación de las actividades escolares y la reapertura de centros comerciales.

Viandantes en Jerusalén el 27 de mayo.
Viandantes en Jerusalén el 27 de mayo.ABIR SULTAN (EFE)

La Asociación de Médicos de la Sanidad Pública de Israel considera que “era de esperar” un aumento en el número de infecciones, en particular en las escuelas. “Tuvimos tiempo para prepararnos tras la primera oleada (de la pandemia), pero parece que no hemos aprendido la lección”, aseguran los responsables de la organización profesional. “Pese a la urgente necesidad de incrementar el personal sanitario y los medios del sistema público de salud no se ha reforzado la capacidad de respuesta”.

El Gobierno ha paralizado la reanudación prevista para este miércoles del servicio ferroviario, que une las principales ciudades y donde se concentra la mayor parte de los nueve millones de habitantes del país, cuyo convoyes suelen circular abarrotados en hora punta. Cines y teatros también tenían previsto reabrir sus puertas al público esta semana después de tres meses de clausura. Por ahora, solo se ha permitido aumentar hasta 250 personas el aforo de asistentes a actos en salones de bodas.

Una ley de emergencia ligada al espionaje

El Gobierno israelí ha aplazado también la aprobación del proyecto de Ley de Emergencia frente al coronavirus, una nueva norma que iba a autorizar al Ejecutivo a dictar estrictas medidas de contención sin necesidad de recurrir a la Kneset (Parlamento). Antes, los diputados de una comisión especial sobre la pandemia tendrán que dictar esta semana las nuevas directrices.

La legislación prevista contenía polémicas disposiciones, como impedir la comunicación de los presos con sus abogados o facultar al Shin Bet (servicio de espionaje interior) para rastrear los móviles de los pacientes de la covid-19. El estado de emergencia (equivalente al de alarma en España) no podrá prolongarse, sin embargo, durante más de 30 días sin aval de la Kneset. En una nueva revisión del texto legal elaborada ya por el Ministerio de Justicia, las restricciones de movimientos decretadas tendrán que ser ratificadas cada semana por el Parlamento.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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