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Cómo será el baño en playas y piscinas durante la desescalada del coronavirus

‘Apps’ para controlar el aforo, desinfecciones, horarios de apertura y clausura... Los arenales preparan la desescalada mientras las piscinas comunitarias viven en la incertidumbre

Un hombre sale con su playa de surf de la playa de Barcelona, este martes. En vídeo, España entera prepara medidas de seguridad para controlar el acceso a las playas en la fase 2.Foto: ATLAS | Vídeo: MASSIMILIANO MINOCRI / EL PAÍS
Miguel Ángel Medina

¿Cómo serán nuestros baños tras el coronavirus? Probablemente, muy distintos. La norma que permitirá reabrir las playas en fase 2 —hasta ahora, solo han abierto algunas para pasear— deja claro que habrá que guardar dos metros de distancia con otros bañistas. La gestión de estos espacios públicos depende de los Ayuntamientos, que ya están poniendo ideas encima de la mesa: apps para controlar el aforo, cierre con la marea alta —cuando hay menos litoral—, arenales con parcelas, distancia entre toallas, sin duchas, vestuarios ni colchonetas... Mientras, las piscinas tendrán que cumplir tantas normas sanitarias que su reapertura es incierta.

“En cualquier sitio donde se acumule gente hay riesgos y las playas y las piscinas tienden a ser sitios donde esto ocurre. Por eso tenemos que ser cautos y desde luego van a ser baños singulares”, explica Pedro Gullón, vocal de la Sociedad Española de Epidemiología. “Hasta que tengamos niveles de transmisión mínimos, habría que intentar que las recomendaciones de distancia entre personas y de higiene de manos se mantengan también en piscinas o playas. Eso puede suponer que haya que reducir el aforo”, añade.

Andalucía. Las playas andaluzas se preparan para el baño a partir del día 25 en que se inicia la fase 2. Hasta ahora los andaluces solo han podido pisar sus arenales para pasear y hace ejercicio. Solo los profesionales de deportes acuáticos han tenido el privilegio de sumergirse en el mar. La Junta de Andalucía ha compartido con los 61 municipios costeros de la región sus recomendaciones para cuando abran las playas al baño: estancias de cuatro horas con los arenales marcados para garantizar la distancia, horarios de apertura y cierre, desinfección de la playa antes de la apertura y veto a las duchas o vestuarios. Entre las sugerencias también recoge que los aseos se usen “en caso estrictamente necesario”, que las toallas estén a dos metros y que se prescinda de colchonetas.

Galicia. La mayoría de las playas tan solo están abiertas para pasear y esperan pasar a la fase 2 para permitir los baños. La Xunta propuso controlar el acceso a las playas mediante la petición de cita previa que gestionarían los municipios a través de una app en la que podría obtenerse un código QR. Sin embargo, el pasado lunes matizó que serán los bañistas quienes decidan si acceden a las playas, ya que la aplicación será solo informativa: difundirá el volumen de ocupación de los arenales para que los usuarios sepan si deben acudir o no.

Cataluña. Muchas otras localidades catalanas mantienen las playas abiertas solo para pasear. En Barcelona —en fase 0— la semana pasada se abrieron a primera hora de la mañana y a última de la tarde para hacer deporte. Y este viernes reabrirán de 10.00 a 20.00, solo para pasear, y para los vecinos que viven a un kilómetro. En Girona solo se puede acudir a pasear o practicar deporte. Lloret de Mar (Girona) ya ha anunciado que cuando se permita el baño dividirá la playa en sectores por edades, mientras que Platja d’Aro (Girona) lo hará por sectores con cupo máximo de gente, que deberán estar a nueve metros de distancia.

Una playa de Lloret de Mar antes de la pandemia, en una imagen de archivo.
Una playa de Lloret de Mar antes de la pandemia, en una imagen de archivo. Joan Sánchez

País Vasco. Desde el pasado lunes, San Sebastián permite tomar el sol en sus playas aunque el arenal de La Concha se cerrará con marea alta, por lo que estará permitido solo su acceso para el baño o para deportes acuáticos. La temporada de playas se consensuará con el resto de municipios, al igual que las medidas de restricción de aforos. Mientras tanto funcionarán como fuera de temporada: se podrá tomar el sol y bañarse, aunque sin socorristas ni otros servicios que se prestan durante la campaña estival. El resto de playas siguen cerradas.

Comunidad Valenciana. Valencia y las principales poblaciones costeras permiten pasear (a un kilómetro del domicilio) y practicar deporte en la arena en las franjas horarias asignadas para adultos y mayores de 70 años. También se puede entrar en el agua con fines deportivos: natación (en Valencia es necesario llevar una boya), surf, etcétera. Lo que no está permitido es tomar el sol o bañarse de forma relajada.

El presidente valenciano, Ximo Puig, está preparando una app que permitirá conocer el grado de ocupación de las playas, así como un protocolo con recomendaciones de seguridad para los Ayuntamientos. La alcaldesa de Gandía, Diana Morant, apuntó que las playas de su localidad quedarán probablemente divididas en parcelas que se reservarán con antelación, como ocurre con las tumbonas y las instalaciones deportivas municipales. Mientras, las playas de Benidorm permanecen cerradas y se está ultimando un plan para asegurar las distancias cuando se abran.

Varias personas disfrutan en la terraza de un bar junto a la playa de Valencia.
Varias personas disfrutan en la terraza de un bar junto a la playa de Valencia. ROBER SOLSONA (Europa Press)

Canarias. La Gomera es una de las cuatro islas —junto a El Hierro, La Graciosa y Formentera, la última en Baleares— que desde el lunes ya están en fase 2. “El lunes abrimos las playas y la gente está respetando las distancias. La policía local vigila que no haya aglomeraciones, pero no es necesario tomar medidas adicionales”, explica Casimiro Curbelo, presidente del Cabildo. “Me parece una desproporción separar trozos de playa”, añade. El resto del archipiélago sigue en fase 1 con playas abiertas solo para paseos.

Baleares. Formentera es por el momento la única isla en fase 2 con playas abiertas y baño recreativo permitido. La ausencia de turismo y la extensión de sus arenales no hacen necesaria la imposición de medidas adicionales para garantizar, por el momento, el distanciamiento de los bañistas residentes. Mallorca, Menorca e Ibiza afrontan el paso a la fase 2 sin un plan específico y conjunto para el uso de sus playas y calas. Desde la Federación de Entidades Locales de las Baleares explican que determinados servicios, como las concesiones de hamacas y parasoles o la presencia de socorristas, dependen de los Ayuntamientos, que tienen la obligación de presentar un plan evaluando los riesgos de cada uno de sus arenales y que determina el número de socorristas que precisa cada playa. Las medidas concretas para evitar aglomeraciones en determinadas playas podría llegar una vez se reanude la movilidad y comiencen a llegar visitantes nacionales y extranjeros.

Murcia. El Gobierno de la Región de Murcia no ha dado ninguna pista sobre cómo será la posible apertura de las playas en la fase 2. El martes el presidente murciano, Fernando López Miras, explicó que tenía prevista una reunión con los alcaldes de los municipios costeros para escuchar sus propuestas y poder así hacer un planteamiento coordinado al ministerio. En cualquier caso, desde el Gobierno regional insisten en apelar a la prudencia y la responsabilidad para evitar posibles brotes de la enfermedad.

Piscina comunitaria en una urbanización de Seseña (Toledo), en una imagen de archivo.
Piscina comunitaria en una urbanización de Seseña (Toledo), en una imagen de archivo. Oli Scarff (Getty Images)

Piscinas. El BOE permite que las piscinas —tanto públicas como de urbanizaciones— de zonas en fase 2 abran con un aforo del 30%, cita previa y estrictas medidas de limpieza que incluyen desinfección diaria (varias veces al día en elementos como barandillas), lo que le pone las cosas difíciles a las piscinas comunitarias. “Los requisitos sanitarios son tan exigentes que es imposible cumplirlos. ¿Cómo organizas los turnos en un espacio pequeño?”, dice Noelia Mochales, del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid. Mochales calcula que dedicar una persona a controlar el aforo puede suponer un gasto de 9.000 euros en tres meses, que se suman a los 12.000 anuales que cuesta esta instalación (con socorrista). “Es imposible aprobar ese gasto si no se pueden celebrar juntas de vecinos”, añade. Por eso, cree que será casi imposible que estos recintos abran. Falta un mes para la temporada de piscinas públicas, por lo que aún no está claro cómo les afectará la norma, aunque el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, ya ha avisado de que no reabrirá las piscinas públicas al menos hasta julio.

Con información de Eva Saiz, Clara Blanchar, Cristina Huete, Ignasi Zafra, Pedro Gorospe, Lucía Bohórquez, Virginia Vadillo y Ferran Bono.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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