La brecha parental
Ahora la pregunta “¿qué tal estás conciliando?”, significa ¿te dejan trabajar los niños? Pero conciliar es justo lo contrario
Podría haber ocurrido a cualquier hora. Pero pasó a las 21.50. A 10 decisivos minutos de cerrar la versión impresa del periódico. Ese ratito de máxima concentración en el que tras 13 horas de adrenalina retocas el titular de apertura del día siguiente. Y de pronto: el Armamágeddon (chiste que solo entenderás si has visto, 10 veces, la Lego Película). Gritos desesperados de un niño. “¡Mi ojo, mi ojo!”. Gritos divertidos de la otra: “¡Cuánta sangre! ¡Todo el pasillo lleno de sangre, mamá!”. Y los susurros del padre, que dan más miedo: “¡Déjame ver, cariño, déjame ver, tranquilo!”. Y tú pe...
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