Valencia permite entrar a los acompañantes a los partos tras prohibirlo durante cuatro días
La decisión había causado malestar en los hospitales y quejas de la asociación valenciana de matronas
Cuatro días ha durado la polémica circular enviada por la Consejería de Sanidad valenciana a todos los hospitales de la comunidad prohibiendo a las embarazadas estar acompañadas durante el parto. La medida, que se había tomado para evitar “una situación de riesgo de contagio (por el coronavirus) para la madre, para el recién nacido, para la pareja o para el propio personal que desarrolla su labor asistencial”, había causado gran malestar entre los profesionales que trabajan en los hospitales, en especial entre las matronas. Así, la Associació de Comares de la Comunitat Valenciana (ACCV) había presentado una queja a la consejera, Ana Barceló, y al Síndic de Greuges (equivalente al defensor del pueblo). Este martes, la consejería ha rectificado y ha elaborado un nuevo protocolo en el que se permite la entrada al acompañante elegido por la gestante, excepto en las cesáreas.
“La anterior instrucción no tenía ni pies ni cabeza, no tenía respaldo científico ni de la Organización Mundial de la Salud, ni de la IHAN (la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia), ni de las sociedades médicas”, explica Carolina Sánchez, miembro de la junta directiva de la asociación de matronas valencianas, ACCV. La OMS, por ejemplo, recomienda que incluso en los casos en que la madre sea positivo en Covid-19, esté acompañada durante el parto. Sin embargo, la circular, fechada el sábado 4, prohibía la presencia del acompañante de la embarazada, generalmente el padre, durante la dilatación y el parto. La persona designada como portavoz familiar recibiría imágenes del nacimiento y del recién nacido por vídeo, y después podría estar presente en planta, aunque sin poder salir de la habitación.
“Ayer fue terrible. Muchas mujeres no se habían enterado, y se quedaban en shock, muy afectadas, cuando llegaban y les decíamos que sus parejas se tenían que quedar fuera”, cuenta Sánchez, supervisora de paritorios en el Hospital Doctor Peset de Valencia. “El personal lo ha dado todo, está muy sensibilizado, intentando compensar la falta de la persona que querían a su lado”, cuenta. Algunos hospitales de la comunidad habían decidido internamente no aplicar la orden.
Tras la queja presentada por las matronas a la consejera, esta anunció en la mañana del martes la revisión de las instrucciones por si se podían modificar, siempre “que se salvaguarde lo más importante, como es la protección de la salud de las gestantes, sus parejas, los bebés y el personal sanitario”. A última hora de la tarde, la rectificación empezó a llegar a distintos hospitales.
El nuevo documento, con fecha de este martes y al que ha tenido acceso este periódico, afirma que “el acompañamiento al parto puede suponer un riesgo de contagio para las otras madres, para los recién nacidos, para las parejas o para el propio personal”, por lo cual “se han de establecer medidas que reduzcan el riesgo al máximo, con la menor pérdida de los derechos”.
Así, se evaluará a la entrada tanto a la embarazada como a su acompañante. En caso de que el acompañante presente síntomas o haya dado positivo en la prueba de coronavirus en los últimos 14 días, deberá marcharse, aunque podrá ser sustituido por otra persona que no esté en esa situación, la cual deberá permanecer todo el proceso en el hospital.
El proceso de dilatación se llevará a cabo, siempre que sea posible y durante el máximo tiempo, en la habitación asignada en planta de hospitalización. Si no lo es, se realizará en la sala de dilatación. Durante este proceso, el acompañante deberá utilizar mascarilla quirúrgica y extremar la higiene de manos, así como “limitar sus movimientos dentro de la habitación y abstenerse de tocar superficies”.
En el paritorio, la persona acompañante deberá usar en todo caso EPI y “permanecerá en todo momento a más de un metro y medio de distancia de los profesionales sanitarios”. Si la gestante es caso confirmado, probable o posible de Covid-19, el parto se llevará a cabo en habitación de aislamiento o en el paritorio designado para ello. La gestante deberá llevar mascarilla quirúrgica, mientras que los profesionales deberán utilizar EPI (FFP2 preferiblemente). Si la mujer no presenta síntomas sospechosos ni ha dado positivo, el personal sanitario deberá extremar las precauciones habituales, incluyendo el uso de mascarillas quirúrgicas.
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