Detenido un hombre como sospechoso de asesinar a su pareja y a su hija en Bizkaia
Los cuerpos han sido hallados esta mañana en una casa de Abanto
Faustino Méndez Sanbonis, de 60 años, fue detenido a primera hora de esta tarde en Portugalete (Bizkaia) como presunto autor del asesinato de su esposa, Miren Uranga, y de su hija Paula, cuyos cadáveres fueron hallados horas antes en una casa del barrio de Sanfuentes, en la cercana localidad de Abanto-Zierbana, con indicios evidentes de violencia, según fuentes del Departamento de Seguridad vasco. Los investigadores dieron por hecho desde el primer momento que se trataba de un doble asesinato machista.
Los cuerpos han sido localizados a las dos y cuarto de la tarde tras recibirse un aviso en las centralitas de la Ertzaintza del hallazgo de los dos cadáveres, según las citadas fuentes. La policía autonómica investigó desde el primer momento el caso como un nuevo episodio de violencia machista. Fuentes de la Ertzaintza precisaron esta mañana que los investigadores buscaban al marido y padre de las víctimas por su presunta implicación en el doble crimen.
El hombre fue localizado poco después de que la Ertzaintza, que mantuvo precintadas las proximidades del lugar de los hechos hasta que por la tarde retiró los cadáveres, desplegara un amplio operativo policial en la zona de Portugalete, la localidad donde fue hallado el coche de su propiedad, un Ford Mondeo negro. El sospechoso se había escondido en unos trasteros en la calle Vizcaya de esa localidad.
Tras su detención, el hombre fue introducido en una ambulancia, que se lo llevó de la zona en estado de semiinconsciencia, ya que había ingerido un número indeterminado de pastillas, según fuentes del Departamento vasco de Seguridad. El Ayuntamiento de la localidad convocó una reunión de su Junta de Portavoces para tratar el suceso.
Un trabajador de un taller contiguo al inmueble del doble asesinato aseguró que en 38 años viviendo allí jamás había ocurrido nada. El crimen ha sobrecogido este barrio residencial de Abanto Zierbena, una localidad de unos 10.000 habitantes. Los habituales en el bar Kantxantxara aseguran que el martes, como todos los días, Faustino Méndez Sanbonis, gerente de una inmobiliaria en Santutxi, estuvo en el local tomando unos vinos. Hablaron del coronavirus, según recuerdan los dueños del establecimiento, que lo definen como “una persona normal y aficionada al deporte”. Horas después, ese mismo vecino asesinaba a su esposa, Miren Uranga, y a su hija Paula.
Los dos miembros de la pareja trabajaban y no atravesaban problemas económicos, según explicaron unos vecinos. No les constan disputas o conflictos previos. Su rutina incluía un paseo por las tabernas del pueblo para tomar “él, tres vinos; ella, dos”, cuenta uno de ellos.
La hija de la pareja, Paula, apenas hacía vida por esas calles de chalets a los que se accede por el garaje. Una mujer cuenta apenada que la joven, estudiante de Derecho y Administración de Empresas, se estaba sacando el carnet de conducir. Unas calles más abajo, la camarera de otro bar señala que la familia acudía regularmente los fines de semana. “Se les veía gente normal, pero a mí él no me gustaba cómo miraba”, afirma la trabajadora mientras sirve un licor. Un matrimonio local comenta que solía tomar café con Miren y Faustino. “Estaba tan loco como podemos estarlo tú o yo”, apunta el hombre.
Los primeros datos apuntaban a que ambas mujeres presentaban heridas de arma blanca y los investigadores han trabajado con la hipótesis de que el autor del doble crimen era el marido y padre de las víctimas, de 60 años. Fue localizado a primera hora de esta tarde en Portugalete, muy cerca del famoso Puente Colgante de la ciudad. El Ayuntamiento de la localidad ha convocado una reunión de su Junta de Portavoces para tratar el suceso.
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