Los Mossos entregan la niña que estaba en el consulado de Uruguay al padre
La madre se había atrincherado con su hija hace una semana para evitar que fuera con su progenitor
Los Mossos d'Esquadra han entregado a su padre a la niña de siete años que llevaba una semana atrincherada, junto a su madre, en el consulado de Uruguay en Barcelona. La policía ha cumplido así la orden de la juez de primera instancia de Vielha e Mijaran (Lleida), que había ordenado la entrega de la menor a la policía antes de las 14.00 de este 11 de octubre. La madre, poco antes de las 13.00 horas, entregó a la menor a los psicólogos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescència (DGAIA) y a los agentes de los Mossos que custodiaban el rellano de la oficina diplomática. Minutos más tarde la mujer tuvo que ser atendida por los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas.
La policía autonómica permanecía ante el consulado uruguayo desde el pasado viernes fecha en la que tenía que entregar a la menor a su padre biológico que tiene la custodia judicial. Aquel día, la mujer se negó a entregar a la menor y lo consiguió gracias a la colaboración del cónsul que alegó que dentro de la oficina diplomática no tenía validez la sentencia judicial.
La madre, en Uruguay, obtuvo varias periciales de psicólogos alegando que la menor había sufrido abusos sexuales por parte de su padre. El progenitor, paralelamente, denunció a la mujer por sustracción de menores. La justicia urugualla determinó que el caso debía resolverse en España. Aquí, las denuncias contra el padre fueron sobreseídas. Los peritos españoles determinaron que la niña “no tiene sintomatología postraumática” y que “parece inmersa en un conflicto de intereses”. El juez de Vielha decidió, el pasado 2 de octubre, que la custodia de la menor tenía que tenerla el padre.
El viernes 4 de octubre, la policía autonómica escoltó a la madre y la menor hasta el consulado donde debía realizarse la entrega. Ambos progenitores se presentaron en la sede, pero el cónsul se negó a cumplir con la orden, tras lo cual el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay emitió un comunicado en el que subrayó que están exentos de cumplir con ella.
De hecho, el canciller uruguayo Rodolfo Nin aseguró el miércoles a la prensa que no pensaban "echar" a la madre del consulado y que estaban esperando a que la magistrada "allane el camino para una entrega de acuerdo a los derechos del niño, que eso es lo que hay que tener en cuenta".
Tras la negativa del cónsul, la juez instó a los mossos a custodiar el edificio y entregar a la menor junto con un equipo de psicólogos en el momento en que la madre u otra persona en su representación saliera del edificio, por lo que dos dotaciones de la policía —una en la puerta de la finca y otra en el rellano— aguardaban sine die.
No obstante, y para no dilatar más el proceso, la magistrada ha emitido hoy una providencia en la que pone hora "improrrogable" para la entrega dado que, como ha alertado en diversos autos, la menor está "soportando" una "insostenible situación de tensión".
Después de la entrega, los abogados de la madre de la menor, Mario Guerrero y Ester García, han criticado que el padre no acudiera hoy al consulado. “La entrega a través de Mossos no es preservar de la mejor manera a la niña sino que se ha preservado la figura paterna”, ha lamentado García.
Una veintena de personas, en su mayoría compatriotas uruguayos, han acudido a las puertas del consulado para apoyar a la madre bajo el lema "María no está sola".
Los letrados de la mujer han anunciado que presentarán un recurso de apelación para que la madre recupere la custodia de su hija.
