“La selección de los estudiantes de magisterio es muy mejorable”

Carmen Fernández Morante (Bilbao, 1971) es decana de la facultad de Educación de la Universidad de Santiago de Compostela y presidenta de la Conferencia de Decanos y Decanas de Educación. En medio del debate interminable sobre la formación de los maestros del futuro, Fernández Morante pide “consenso” político y “sentido común” para poner orden al acceso y formación de la profesión docente.

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Pregunta. ¿Los estudiantes que empiezan magisterio entran con buen nivel?

Respuesta. Es muy variable. Depende de la comunidad y del tipo de universidad. Pero es muy mejorable la selección de estudiantes de magisterio. No llega con tener un buen expediente previo. Hay que introducir otros elementos que lo evalúen. Sí que creemos que se puede mejorar el nivel. Y se puede mejorar con pruebas de acceso específicas que, además del rendimiento académico, miren otras cosas. Por ejemplo, competencias instrumentales, como la empatía, o aptitudes, como el rigor intelectual, la motivación de la carrera…

P. ¿Proponen incluir una entrevista personal?

R. Sí, aunque el formato no está claro. Hablamos de un test de aptitudes y el componente de la entrevista para valorar razones de elección o aptitudes emocionales, por ejemplo.

P. ¿Dónde están las mayores carencias de los estudiantes?

R. Hay cuestiones imprescindibles que no se trabajan, como la empatía, la capacidad de resolución de conflictos, necesidades en temas instrumentales.

P. ¿Dónde se ha quedado la propuesta del MIR para profesores?

R. Hace más de 10 años que se habla. En 2017 volvió a tomar fuerza. Con la nueva ministra [Isabel Celaá] retomamos el tema y se hizo un avance grande. Y hace un mes y medio, recibimos una comunicación del Ministerio para continuar en esta línea. Están esperando a que haya gobierno y retomar el tema para que en dos o tres años haya implementado un modelo, aunque sea piloto.

P. ¿Qué urge mejorar ya?

R. Estamos mejor que en 2013, pero hay elementos que mejorar, como la gestión de las emociones y del conflicto, la diversidad, la formación por competencias, el componente práctico. Lo que más apremia es que la Administración y nosotros tengamos una referencia común del profesor que queremos tener. Porque ahora tenemos modelos distintos. Y hay que regular el acceso con pruebas específicas.