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La edición internacional de ‘The New York Times’ no publicará más viñetas satíricas

La decisión llega tras la polémica por una ilustración de Netanyahu caricaturizado como el perro guía de Donald Trump, que levantó críticas por antisemita

Edificio del diario The New York Times. En vídeo, la opinión de Iñaki Gabilondo al respecto de la decisión del diario.Vídeo: ANGELA WEISS

El diario The New York Times, en una decisión no exenta de polémica, ha anunciado esta semana que a partir del próximo 1 de julio no publicará ninguna viñeta política en su edición internacional y que ha suspendido su relación contractual con dos dibujantes del diario. En su tirada estadounidense, el Times no cuenta en sus páginas con viñetas cómicas o satíricas. La determinación del diario neoyorquino llega después de que el pasado 1 de abril, la edición internacional del periódico, divulgara en sus páginas de Opinión una caricatura de Benjamin Netanyahu y Donald Trump que desencadenó indignación y una disculpa del diario porque se consideraba que la ilustración era profundamente antisemita.

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La viñeta caricaturizaba al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, como a un perro guía, con una Estrella de David colgando de su collar, que conducía a un presidente Donald Trump ciego, tocado por la marca más rápidamente identificable de un judío, la kipá. El dibujo es del portugués António Moreira Antunes y fue publicado previamente en el semanario de ese país, Expresso.

En un comunicado, el responsable de las páginas editoriales, James Bennet, asegura que The New York Times está “muy agradecido y orgulloso” por el trabajo que los dibujantes Patrick Chappatte y Heng Kim Song han hecho durante años por la edición internacional del periódico. “Sin embargo", añade, "durante más de un año hemos estado considerando que la edición en el extranjero esté en línea con la doméstica, por lo que pondremos fin a los dibujos políticos a partir del 1 de julio”.

A finales de abril, el Times se disculpaba diciendo que sentía “profundamente la publicación de una viñeta antisemita en la edición impresa" del rotativo que circula fuera de Estados Unidos y se comprometía con que “nada semejante" volviera a suceder de nuevo, en alusión a la caricatura de Netanyahu y Trump. “Una imagen como esa es siempre peligrosa, y en un momento en el que el antisemitismo está resurgiendo en el mundo, es todavía menos aceptable”, sentenciaba.

James Bennet asegura en su mensaje que el New York Times piensa seguir invirtiendo “en distintas formas de periodismo de Opinión, incluyendo prensa visual que exprese matices, complejidad y voces desde diversos puntos de vista a través de todas nuestras plataformas”. El jefe de Opinión recordó que el año pasado, por primera vez en la historia, el Times ganó un premio Pulitzer por una serie de viñetas políticas que representaban la historia de una familia de refugiados sirios.

Uno de los dos despedidos por el Times ha dejado saber su opinión a través de un artículo. Patrick Chappatte escribe en una pieza titulada El final de las viñetas políticas en The New York Times que toda su vida profesional ha estado motivada “por la convicción de que la singular libertad de las ilustraciones políticas lleva consigo una gran responsabilidad”. Chappatte relata que la semana pasada sus jefes le informaron de que su trabajo con el Times concluiría en julio. “Suelto la pluma y suspiro: son muchos años de trabajo destruidos por una simple viñeta -que ni siquiera era mía- que jamás debería haberse publicado en el mejor periódico del mundo”.

El dibujante se lamenta profundamente y teme que no solo se trate de las viñetas, sino que lo que esté en peligro sean el periodismo y la opinión en general. “Las ilustraciones políticas pueden cruzar fronteras. ¿Quién mostrará que el Emperador Erdogan está desnudo cuando los dibujantes turcos no puedan hacerlo? Uno de ellos, nuestro amigo Musa Kart, se encuentra ahora mismo en la cárcel”, se cuestiona el ilustrador. “Dibujantes venezolanos, nicaragüenses o rusos se han visto forzados al exilio. En los pasados años, algunos de los mejores ilustradores de EE UU, como Nick Anderson y Rob Rogers, perdieron su puesto porque sus jefes consideraban que su trabajo era demasiado crítico con Trump”, prosigue Chappatte. “Quizá debamos empezar a preocuparnos”, se plantea el dibujante. “Las viñetas políticas nacieron con la democracia. Y son cuestionadas cuando la libertad lo es”, finaliza. Dicho todo lo anterior, Chappatte está convencido, y así lo expresa, de que el dibujo de Netanyahu y Trump nunca debió de ver la luz.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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