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El Supremo condena a 17 años y siete meses de cárcel a un cura de Badajoz por pederastia

El juez sentencia a cuatro años de prisión a los padres de una víctima por consentir los abusos

Julio Núñez
José Donoso Fernández, sacerdote de Mengabril, Badajoz, en mayo de 2014.
José Donoso Fernández, sacerdote de Mengabril, Badajoz, en mayo de 2014. CLAUDIO ÁLVAREZ

El Tribunal Supremo ha condenado al sacerdote José Donoso Fernández, expárroco de Mengabril (Badajoz), a 17 años y siete meses de cárcel por abusar en 2014 de dos menores de edad, uno de ellos monaguillo de la iglesia donde oficiaba el clérigo. El cura también ha sido sentenciado por falsificar informes de asistencia al colegio de uno de los niños por enfermedad para justificar los días que no iba a clase. El fallo también le condena por enviar mensajes por WhatsApp al menor después de que le impusieran una orden de alejamiento cuando fue imputado en 2015. El sacerdote deberá pagar una indemnización de 10.000 euros a uno de los menores y 50.000 al otro. El juez ha condenado a cuatro años de prisión a los padres de una de las víctimas por "un delito de abuso sexual en la modalidad de comisión por omisión", ya que conocieron los hechos y consintieron que el clérigo continuara abusando de su hijo. También se les ha retirado la patria potestad. 

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Los abusos comenzaron en 2014, cuando Donoso acogió en la casa parroquial de Mengabril a una familia rumana con tres hijos menores. Entre ellos, se encontraba A. M., de 12 años, uno de los niños abusados. La sentencia señala que el cura hizo uso de su superioridad moral y abusó del niño en varias ocasiones. Los padres eran conscientes de las agresiones sexuales de Donoso contra su hijo. "La conducta omisiva se equipara a la autoría cuando, como sucede en el caso actual, pueda formularse un juicio de certeza sobre la eficacia que habría tenido la acción omitida para la producción del resultado", señala el auto. 

Ese mismo año, el párroco llevó a uno de los dormitorios de la casa parroquial a uno de sus monaguillos, P. (inicial de la otra víctima), y le obligó a que le hiciera una felación. También tenía 12 años. La sentencia añade varios episodios que "no han resultado debidamente probados", entre los que se encuentran una supuesta agresión sexual a una menor de 17 años y "con una discapacidad mental media".

Después de que EL PAÍS destapara este caso en 2015, los servicios sociales del Ayuntamiento de Mengabril (que recibió varias denuncias anónimas contra el sacerdote de un antiguo seminarista de Badajoz que supuestamente había sufrido abusos por el cura) elaboraron un informe que remitieron al Defensor del Menor de la Junta de Extremadura. Y este se lo comunicó a la Guardia Civil. El primer tribunal en instruir el caso fue el Juzgado de Instrucción número 1 de Don Benito (Badajoz), que dictó una orden de alejamiento y prohibió al cura que se comunicase con los menores. No obstante, Donoso comenzó a enviar mensajes y notas de voz a A. M. por WhatsApp. "Te quiero mucho, esta noche hablamos, perdóname. Un beso grande", fue uno de ellos. El mismo juzgado decretó prisión preventiva en julio de ese año. Dos años después, el caso pasó a la Audiencia Provincial de Badajoz, que dicto la condena que ahora ha ratificado el Supremo.

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