Una joven testigo de Jehová, en estado crítico en Huesca tras rechazar una transfusión
La Fiscalía decide no intervenir, en contra de la petición de la familia y de los médicos, al considerar que la paciente es mayor de edad y está legitimada para decidir sobre sus tratamientos
Liliana llevaba varios días con fuertes dolores abdominales. Una gastroenteritis, dijeron los médicos en un primer momento. Pero el dolor no cesaba. Dos días después del primer diagnóstico, la joven, de 20 años, ingresaba en el hospital San Jorge de Huesca con una peritonitis. Tras varias intervenciones, la chica permanece en coma inducido en la unidad de cuidados intensivos del centro sanitario. Su hemoglobina está por los suelos, pero los médicos no pueden hacerle una transfusión de sangre. La joven, que es testigo de Jehová, firmó un documento de voluntades anticipadas por el que rechazaba ese acto médico por motivos religiosos. Los facultativos enviaron un informe médico al juzgado de primera instancia, pero la juez archivó el caso: la joven es mayor de edad y firmó ese documento en plenas facultades. Liliana lleva 13 días con sedación profunda.
En su casa no profesan las creencias de la joven, aunque sabían que Liliana se había convertido a los Testigos Cristianos de Jehová, una religión con 8,5 millones de adeptos en el mundo, según la propia congregación. La joven se fue a vivir sola hace dos años y trabajaba como limpiadora. “Sabíamos que estaba con ellos pero no hasta ese punto”, refieren fuentes del entorno familiar. Los padres se enteraron el pasado viernes, cuando el centro sanitario comunicó al juzgado el caso, que la joven había suscrito un documento de voluntades anticipadas en el que rechazaba las transfusiones de sangre y ponía como representante -una figura que recoge el escrito para velar por que se cumplan las peticiones del paciente- a otro miembro de la congregación. Los padres, de hecho, no pudieron ni autorizar la traqueotomía que hubo que realizarle. Era la representante la que debía dar el visto bueno.
La familia recurrió a la justicia y a la guardia civil para invalidar el testamento vital. Pero ha sido en vano. El propio hospital envió un informe médico -donde se incluía el documento de voluntades- al juzgado de instrucción número 1 de Huesca para que revisasen el caso, pero la juez archivó el asunto al no encontrar indicios penales. Tampoco la Fiscalía intervino y descartó recurrir la decisión judicial. “Nada, que ella es mayor de edad, que el testamento es legal y válido. No hay nada que hacer”, lamentan fuentes cercanas a la familia.
Las convicciones religiosas de los testigos de Jehová impiden aceptar transfusiones de sangre durante un acto médico. “Tiene fundamentos bíblicos, pues allí dice que debemos de abstenernos de la sangre, tanto humana como animal. Y no es una recomendación puramente alimentaria. La vida está en la sangre y debemos abstenernos de ella de cualquier manera”, justifica Aníbal Matos, portavoz de la sede nacional de los Testigos Cristianos de Jehová. Y asegura que está al caso de la situación de la joven y que está “estable”, aunque admite que tiene “el nivel de hemoglobina muy bajo y se desaconseja ahora una intervención hasta elevar el nivel de hematocritos”.
Fuentes del entorno familiar matizan que la joven está sedada, precisamente, para evitar que se agoten “sus reservas de sangre”, que están bajo mínimos. “Si le hubiese que intervenir o algo, no podrían porque apenas tiene sangre”, lamentan estas voces, que reprochan las actitudes sectarias de la congregación.
Matos, por su parte, apunta a que hay alternativas a la transfusión en caso de necesitar otra intervención, un extremo que rechazan los expertos consultados. “En una situación aguda que evoluciona rápido no hay mucha alternativa a la transfusión. Es difícil pensar que haya algo que pueda sustituir a la sangre en esos casos”, apunta la doctora Ana Zapatero, del servicio de medicina intensiva del hospital del Mar de Barcelona, un centro que cuenta, precisamente, con un programa de trasplante renal sin transfusiones para Testigos de Jehová. La facultativa advierte que la sedación profunda durante varios días -como a la que está abocada Liliana- no tiene por qué dejar secuelas neurológicas, pero sí el hecho de permanecer durante mucho tiempo con los niveles bajos de hemoglobina. “La hemoglobina es la que transporta el oxígeno por la sangre. Todas las células necesitan oxígeno. Cuando tienes niveles bajos, tienes menos capacidad para trasladar oxígeno al organismo. La dificultad del cuerpo para adaptarse al mínimo cambio es altísima porque no puedes dar respuesta a la demanda”, señala la doctora.
Fuentes del entorno familiar denuncian el comportamiento sectario de la congregación y que la joven fue engañada, aunque la juez mantenga que el documento fue firmado por propia voluntad y con plenas capacidades mentales. También esto lo pone en cuestión Miguel Perlado, psicólogo experto en sectas. “Es más que dudoso que haya tomado esa decisión por propia voluntad. La voluntad se va moldeando por la sobreimposición de la organización”, sostiene el experto, que asegura que los Testigos Cristianos de Jehová sí responden a un comportamiento sectario. “Tiene un control de la información, sobreimposición ideológica, lectura fundamentalista de la Biblia, exigencia de compromiso trascendente y vital con el grupo excluyendo a la persona de otros actos sociales. Por rigidez, llevan a las personas a situaciones muy límite. Buscan someter la voluntad a través del miedo”, zanja el psicólogo. Pero la decisión judicial ya está tomada y la familia poco o nada puede hacer. “Solo queda esperar, a ver si despierta”, lamentan desde el entorno de la joven.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.