Prisiones aísla a la mujer acusada de matar a sus hijos en Godella tras empujar a una funcionaria
Gombau sufrió una crisis y tuvo que ser reducida al mostrar gran nerviosismo, según fuentes penitenciarias
María Gombau, la mujer de 27 años acusada de matar presuntamente a sus dos hijos en Godella (Valencia), tuvo que ser reducida este martes en el centro penitenciario de Picassent y aislada en una celda tras sufrir una crisis, empujar a una funcionaria y salir corriendo por uno de los pasillos del módulo de Enfermería en el que se encuentra ingresada desde este domingo por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Paterna como presunta autora de dos delitos de asesinato.
El incidente se inició después de que Gombau les dijera a las dos internas que han quedado a cargo de su vigilancia en el marco del protocolo de prevención de suicidios que quería ver a sus hijos, y de que estas le contestaran que era imposible, según ha indicado Jorge Vilas, presidente de CSIF-Prisiones en la Comunidad Valenciana a EL PAÍS.
Gombau, que fuentes de la investigación afirman que sufría problemas psiquiátricos antes de cometer el crimen y que lo perpetró, según los primeros indicios, en pleno brote psicótico, fue internada en el módulo de Enfermería de Picassent, porque la prisión carece de módulo psiquiátrico. La única cárcel que dispone de él en la Comunidad Valenciana es la de Fontcalent, en Alicante.
Localizada la supuesta arma homicida
La Guardia Civil ha localizado este miércoles en un pozo cercano a la vivienda donde vivían María Gombau y su pareja, Gabriel Carvajal, junto a sus hijos Amiel e Ixchel, un "objeto contundente" que, según han indicado a Efe fuentes de la investigación, puede ser el arma utilizada para matarlos.
El objeto ha sido recuperado por agentes del grupo especializado en actividades subacuáticas de la Guardia Civil, que ha estado acompañado en la búsqueda por miembros de la policía judicial.
A la mujer —al igual que a su pareja y padre de los niños, Gabriel Carvajal, preso en la misma cárcel— se le aplicó el protocolo de prevención de suicidios, que implica que queda asignada a una o dos internas de confianza, personas que normalmente cumplen condenas por delitos poco graves y a las que se encomienda la labor de vigilar a la reclusa y de avisar en caso de que intente autolesionarse.
Gran agitación
Fuentes penitenciarias citadas por Efe han señalado que la crisis se produjo cuando Gombau regresaba a su celda desde el comedor, en torno a las 14.00 de este martes. La mujer dijo entonces que tenía miedo de hacer daño a las internas de confianza que la acompañaban y salió corriendo. Una fuente de la prisión añadió a EL PAÍS que Gombau, que se mostraba muy agitada, se resistió a la "contención" que intentaron aplicarle varias funcionarias, empujó a una de ellas y finalmente fue reducida.
La mujer ha quedado aislada en una celda de la Enfermería que cuenta con una pared de vidrio a través de la cual puede ser vigilada por las internas de confianza.
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