El fiscal pide seis años de cárcel para el mando que acosó sexualmente a una soldado
La víctima reclama a Defensa que se paralice su despido del Ejército hasta que haya sentencia
El fiscal militar ha pedido seis años y medio de cárcel para el mando que acosó sexualmente a una soldado en base del Ejército del Aire en Alcantarilla (Murcia). En sus conclusiones provisionales, el fiscal asegura que el entonces subteniente (que en 2017 pasó a la reserva y ascendió a teniente por aplicación de la ley de personal militar) sometió a su subordinada a “situaciones verbales e incluso físicas que atentaban contra su libertad e indemnidad sexual, gravemente intimidatorias y humillantes, tanto por su reiteración como por su intensidad, que acabaron provocando en la víctima una enfermedad psíquica, diagnosticada psiquiátricamente que [...] necesitó un prolongado tratamiento”.
El fiscal explica que los episodios de acoso se extendieron al menos desde octubre de 2014 a marzo de 2016. “Ante la situación de desesperación en que se encontraba [la víctima] y considerando que no estaba teniendo respuesta por parte de sus mandos, a los que ya había trasladado lo que estaba aconteciendo, la soldado decide hacer una fotografía al subteniente cuando ambos se encontraban a solas en la oficina y él se estaba masturbando delante de ella, fotografía que mostró a su superior jerárquico, quien decidió [finalmente] activar el protocolo de protección frente al acoso” sexual, agrega el escrito.
Estos hechos son constitutivos, según el fiscal, de sendos delitos de trato degradante, inhumano o humillante; de acoso sexual y de abusos sexuales, por los que pide, respectivamente, penas de tres años y un día, de dos años y de un año y seis meses de cárcel. Además, reclama que el teniente sea expulsado del Ejército (aunque está en la reserva sigue cobrando ddel Ministerio de Defensa) e indemnice con 30.000 euros a su víctima, cuya recuperación se prolongó al menos 467 días.
La acusación particular eleva la petición de cárcel a 14 años y la indemnización a 73.350 euros, mientras que la defensa del teniente, así como la Abogacía del Estado, que representa al Ministerio de Defensa, han pedido su absolución.
El relato del fiscal, que reconoce las secuelas que causó en la víctima el acoso sexual de su jefe, contrasta con la decisión de Defensa de despedir el mes pasado a la soldado por pérdida de condiciones psicofísicas ajena al servicio; es decir, sin pensión ni indemnización.
El abogado de la militar, Antonio Suárez-Valdés, ha pedido a la ministra de Defensa que se reconozca que el “trastorno de estrés postraumático” que sufre su cliente es consecuencia de las vejaciones que sufrió o, cuanto menos, se suspenda su despido hasta que haya sentencia firme. Se da la circunstancia de que esta última fue la propuesta de la junta técnica que examinó el caso pero no fue atendida por los responsables del ministerio. Para Suárez-Valdés, es “ indignante que un militar procesado por un presunto delito de acoso sexual contra una subordinada sea premiado con un ascenso, mientras su víctima es estigmatizada y expulsada debido a sus secuelas”.
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