La junta directiva de la matriz de Google es acusada por encubrir denuncias por acoso sexual
La demanda a Alphabet señala que incumplió su deber fiduciario, cometió abuso de control, se enriqueció de manera injusta y desperdició activos corporativos
El escándalo que desde octubre azota a Google por las remuneraciones a dos antiguos ejecutivos investigados por acoso sexual llega a los tribunales. Lo hace por la vía de dos demandas de inversores, que acusan a la junta directiva de su matriz Alphabet de haber encubierto esta conducta abusiva. Con la acción legal buscan que reforme las reglas de gobierno y que los consejeros compensen a la compañía por el daño que causaron a su imagen. También que no supervisen estas cuestiones.
Las dos demandas tiene origen en el pago que se hizo a Andy Rubin, padre del sistema operativo para móviles Android. El The New York Times reveló que le concedió 90 millones de dólares cuando abandonó Google en 2014. La compañía, sin embargo, nunca informó a los inversores del motivo de su salida ni que fue objeto de una investigación interna que se consideró creíble por su conducta sexual.
No es el único caso al que se refieren los accionistas. Se cita también a Amit Singhal, uno de los responsables de la unidad de investigación de Google. El ejecutivo dejó la compañía en 2016 para dedicarse a su familia y la filantropía. El rotativo neoyorquino explicó en su reportaje que la tecnológica optó por pactar una salida amistosa con ambos para evitar un revuelo mediático y que emergieran otras víctimas.
“La conducta ilícita de los directivos permitió que los comportamientos sexuales indebidos proliferasen y continuasen”, indican los accionistas en su demanda, para decir que los miembros del consejo de administración “sabían y facilitaban directamente el acoso y la discriminación sexual”. Consideran tienen la obligación de “hacer lo correcto” y “proteger” a todos sus empleados, en lugar de relegarlos.
Una de las dos demandas contra Alphabet se presentó en la corte superior del condado de San Mateo, en California. Es de un accionista llamado James Martin, en la que presenta unas actas del consejo de administración de Google para demostrar que discutieron el caso de los dos ejecutivos. La segunda es de un fondo que gestiona los planes de pensiones de dos sindicatos, que citan artículos publicados en la prensa.
Rubin y Singhal negaron las acusaciones que afloraron contra ellos. Sus abogados responden diciendo que no tendrá ningún problema en contar su historia ante el juez, si es que llega tan lejos. Google no hace comentarios sobre esta doble acción legal, que está aún en una fase muy incipiente. El consejero delegado ya se disculpó por la manera en la que se gestionaron estos caso e anunció cambios para mejorar las prácticas.
Los demandantes aseguran que este escándalo provocó cientos de millones en daños para los accionistas de Google. Citan el pago de las compensaciones a estos ejecutivos y la pérdida de productividad por las protestas que protagonizaron 20.000 empleados por todo el mundo el pasado noviembre, para exigir que la cultura abusiva terminase. También por el impacto a la reputación de la marca.
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