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Google endurece su política contra el abuso sexual tras las protestas de sus trabajadores

La compañía se compromete a ser más transparente en estos casos. Los empleados tendrán que hacer cursos de formación anuales obligatorios

Protesta de empleados de Google en la sede en Mountain View
Protesta de empleados de Google en la sede en Mountain ViewNoah Berger (AP)

“Necesitamos hacer algunos cambios”. Así ha anunciado el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, la introducción de nuevas reglas en la firma tecnológica para lidiar de una manera más activa con las denuncias de abuso y acoso sexual. Es la respuesta a la multitudinaria protesta protagonizada por empleados de la compañía en todo el mundo, que salieron a la calle hace una semana para criticar la manera con la que la dirección hizo frente a denuncias pasadas.

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Pichai ya pidió perdón el pasado jueves, durante una conferencia celebrada en Nueva York en el que reconoció que la movilización de sus empleados era importante para poner el listón más alto frente a este tipo de conductas abusivas. En la carta vuelve a disculparse y anuncia la introducción de una nueva política que servirá de guía para gestionar este tipo de acusaciones. “Reconocemos que no hicimos siempre lo correcto y por eso lo lamentamos de verdad”, afirma.

Las nuevas medidas se elaborarán con las aportaciones que hagan los empleados y se actualizarán frecuentemente. De momento, el arbitraje, hasta ahora obligatorio, será opcional, lo que permitirá a la víctima acudir directamente a un tribunal. En la compañía de Mountain View, denunciante y acusado debían comparecer ante una tercera persona y exponer el caso.

También se hará público el procedimiento de investigación de las denuncias, para que los empleados sepan lo que pueden esperar. Pichai asegura que se dará un mayor apoyo a las personas que den el paso al frente y se creará un grupo específico centrado en asesorar en cuestiones de acoso y discriminación.

En el marco de estos cambios, se van a revisar los canales que se utilizan para reportar los casos de abusos para asegurar que las denuncias se tratan correctamente. Y para prevenir que se llegue hasta tal extremo, los empleados deberán completar unos cursillos de formación anuales sobre acoso sexual. La compañía los contemplaba cada dos años. “Así redoblamos nuestro compromiso con un lugar de trabajo representativo, equitativo y respetuoso”, concluye Pichai, que sin embargo hace promesas más bien generales en el ámbito de la diversidad.

Las protestas tienen su origen en un reportaje publicado por The New York Times en el que ofrecía detalles de la permisividad hacia la conducta sexual de sus ejecutivos. El caso más relevante fue el de Andy Rubin. El padre del sistema operativo Android fue compensado con 90 millones de dólares al abandonar la compañía tras una investigación por abusar de una subordinada. La semana pasada fue despedido Rich DeVaul, un directivo del laboratorio Google X citado en el artículo.

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