El Gobierno mantiene el sistema de becas de Wert que el PSOE criticó en la oposición
La ministra Isabel Celaá anuncia que no eliminará la parte variable de las ayudas que depende, entre otros factores, de las notas obtenidas por el alumno
El Gobierno mantendrá el diseño del sistema de becas universitarias aprobado por el PP en 2012, que dividió esas ayudas en dos partes: una fija (un mínimo de 1.600 euros para cada estudiante) y una variable (que va desde los 60 hasta los 1.500 euros por alumno). Esta segunda parte provocó un aluvión de críticas de la comunidad educativa por la fórmula empleada para calcular esa cuantía, en la que se miden las notas obtenidas por los alumnos, su renta familiar y otros factores que nada tienen que ver con su actuación académica, como el presupuesto que queda después de repartir la parte fija. Los socialistas atacaron duramente esa medida, que calificaron de "golpe a la equidad". Con la reforma del exministro José Ignacio Wert, se calcula que 30.000 alumnos se quedaron sin beca y, según los rectores (CRUE), los beneficiarios recibieron 483 euros menos por persona.
"Vamos a estudiar que la parte fija se pueda ampliar, pero siempre tiene que haber una parte variable por la sencilla razón de que año a año acuden un número diferente de becarios para solicitar beca, y los presupuestos generales del Estado no lo pueden prever", ha explicado la ministra de Educación Isabel Celaá tras presidir junto al ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, la reunión del Observatorio de Becas, un órgano consultivo que no se convocaba desde 2011.
Durante estos años, las asociaciones de estudiantes han criticado la parte variable de las becas porque consideran "injusto" que el derecho a la ayuda se vincule con el rendimiento académico, ya que en muchas ocasiones son los alumnos con menos recursos los que se ven obligados a trabajar mientras estudian y eso puede influir en sus resultados. A preguntas de los periodistas, Celaá ha señalado que "no hay tal injusticia". La ministra ha explicado que el Gobierno estudiará qué peso debe tener la parte fija y la variable y ha aclarado que entre los requisitos para solicitar una beca está el aprobado: el alumno debe tener, al menos, un 5. El PP ya bajó en 2017 de un 5,5 a un 5 la nota necesaria para acceder a una beca de matrícula en el primer año de grado.
Hasta la reforma de las becas del PP en 2012, todos los alumnos que cumplían los requisitos obtenían la ayuda. Con la llegada de la crisis, Wert cambió las reglas del juego y el presupuesto pasó a ser fijo. Los alumnos que solicitaran beca y cumplieran los requisitos (que se endurecieron), se tendrían que repartir el dinero presupuestado. "Darán más a quien menos tiene y más a quien más se esfuerza”, dijo entonces Wert. Las becas quedaron ligadas a la excelencia académica.
El "empobrecimiento" de los becados es una de las últimas críticas de la CRUE. El número de alumnos de grado y máster que recibieron algún tipo de beca del Ministerio de Educación en el curso 2016-2017 aumentó un 7,4% en relación al curso 2010-2011, pasaron del 18,6 al 22% del total (21.836 estudiantes). Sin embargo, la dotación por estudiante cayó de los 2.331 euros a los 1.757 de media, un descenso del 24%. Los fondos destinados a becas universitarias descendieron un 13,5% (de 943 a 815 millones de euros).
Uno de los puntos que se estudiarán, ha señalado Celaá, son los umbrales de renta que fijan las becas, porque "con umbrales muy parecidos, se están dando tratamientos diferentes", y "hay que mejorarlo". La ministra ha recordado que en la propuesta de presupuestos de 2019 del Gobierno —pendiente de conseguir el apoyo suficiente en el Parlamento— hay una incorporación de 536 millones más para becas y otros 50 para programas de ayuda para libros de texto y otros materiales escolares.
Horas después de las declaraciones de Celaá, el Ministerio de Educación ha mandado una nota en la que se indica que el Gobierno "no ha puesto a día de hoy ninguna propuesta sobre la mesa y no descarta revisar el sistema, tanto en relación con la parte fija como con la parte variable de las becas, tal y como han planteado algunas organizaciones".
"Inestabilidad" en los estudiantes
"La parte variable ha causado mucha inestabilidad entre los estudiantes y es uno de los principales motivos que obliga a las familias a adelantar el dinero, los alumnos no saben qué cantidad total recibirán ni cuándo", ha denunciado Carles López, presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE). El Consejo Escolar del Estado también ha recomendado al Gobierno cambiar la nueva ley educativa para que las familias no tengan que poner el dinero por adelantado.
CANAE también critica que la nota que exige el Ministerio a los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional para acceder a una beca es superior a la que se pide a los universitarios en su primer año, un 5,5 frente a un 5. "No es aceptable que se ponga más obstáculos a esas etapas. El problema del sistema educativo es que la gente se queda por el camino, hace falta más inversión para evitar el abandono escolar en etapas anteriores a la universidad", ha remarcado Carles López.
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